5- Canadá

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-- Créeme hermano ese mexican't es muy estúpido --comentó mientras caminaban para salir de la sala de reuniones.

-- No lo sé, ¿porqué dices eso? --preguntó curioso el canadiense.

-- ¡Porque es cierto! Estúpido beaner --susurró el estadounidense.

-- Okey, emm... te veo después, ¡adiós! --

Canadá se aleja y corre hacia México, quien está hablando con Rusia.

-- Te veo después, México. --Se despidió el de ushanka y se fué.

-- Hey México

-- ¡Hola Canadá! ¿Que necesitas maple?

-- ¿M-maple?

-- Jeje, a los países les tengo apodos; bueno, a los que me caen 》bien《--Comentó haciendo énfasis en la palabra "bien".

-- ¿Le tienes apodo a mi hermano?

-- Sep, le llamo "Gorda capitalista".

-- ¿Porqué lo insultas de capitalista si tu también lo eres?

-- ¿Acaso has escuchado decir a alguien "maldito mexicano capitalista"?

-- Jajaja, nop.

-- ¿Ves? Solo funciona con tu hermano --argumentó con burla.

-- En eso tienes razón --dijó y soltó una pequeña risa.

El silencio se hizo presente, de esos en los que se acaban los temas de conversación y te sientes incómodo.

-- Emm, ¿que tal si vamos a hablar?

-- Buena idea, vamos --dijó y comenzó a caminar.

El de gorro de piel de mapache le siguió el paso hasta que escuchó el grito de un latinoamericano a México.

-- ¡Lo vas a matar perro! --gritó Chile, riéndose con Japón.

-- Ah... ¿okey? --contestó el canadiense confundido.

-- Neta, coman mucha pero mucha verga --contestó medio molesto México.

-- ¿Qué significa eso? --preguntó el bi-color.

-- ¡A él le gustan mayores, de esos que se llaman señores! --siguió con la burla Argentina.

-- Ya vámonos --dijó sonrojado jalando hacia afuera de sala a Canadá.

El sonrojo no era notorio en las mejillas de Canadá, pero si que sentía sus mejillas arder al sentir la mano de México agarrando la suya.
A lo lejos distinguió la figura de Estados Unidos mirándolo con incredulidad; Canadá solo movió sus labios formando un "I'm sorry" con una sonrisa.
Estados Unidos moría de rabia, acaba de darle una plática de porqué debe de permanecer lejos de "su" mexicano.

Llegaron -sin que Canadá se diera cuenta- a la casa de México.

-- ¿Qué hacemos aquí?

-- El delicioso

-- ¿Qué?

-- Nha, no te creas --dijó con una sonrisa-- Ni yo se que hacemos aquí, solo caminé a lo pendejo.

-- ¿Okey?

-- Bueno, ¿gustas pasar?

-- Claro.

Al entrar, ladridos se hicieron presentes: eran emitidos por el pequeño canino de México.

-- ¿Pero quien es el mash lindo? ¡Shi, tú~! --canturreó abrazando a su pequeña mascota.

-- Aww, que lindo perrito, ¿cómo se llama?

-- Se llama Paco --dijó y el perro ladró dos veces-- es de raza chihuahueña, tiene 50% odio, 50% temblor.

-- ¿Puedo acariciarlo? --preguntó tímido Canadá.

-- Claro --dejó al perro en el suelo-- Iré por agua.

Canadá se incó a la altura de Paco, quien estaba sentado firme mientras temblaba.

-- Que lindo perro --dijó y empezó a acariciar al perro.

Acto seguido, Paco empezó a gruñir, lo que hizo que las caricias de Canadá fueran mas lentas, hasta que el canino ladró e intentó morderlo.
Canadá solo se levantó de golpe por el susto, mientras que México gritaba "¡Paco, compórtate!".

-- Lo siento, Paco siempre es así --dijó México volviendo con dos vasos: uno de agua y otro de refresco.

-- Eh... A-ah, s-sí, no hay problema --contestó intentando tomar el vaso de agua.

-- ¿Qué pasó mi maple? --preguntó México-- ¿Quieres soda o agua?

-- No se hehe --contestó nervioso.

-- Toma la soda --dijó mientras extendía el refresco hacia Canadá.

El resto de la tarde se la pasaron muy bien; bueno, eso era lo que opinaba Canadá, ya que lo único que rondaba en la mente de el latino era en que hacia el de hoja de maple ahí.

-- Bueno, eh... Creo que tengo que irme --dijó Canadá-- Dejé a Estados Unidos solo --mencionó y rió.

-- Okey, ¡te me cuidas, mi lindo maple! --dijó viendo como el de gorro de piel de mapache salía.

El bicolor, al salir, sintió en su interior que algo le faltaba; miró a la casa de el tricolor y suspiró con tristeza, debía admitirlo, no tenía ganas de volver a su casa.

-- Vendré otro día --susurró y en su cara se plasmó una sonrisa, mientras caminaba a su casa.

Tendría que explicarle a USA porqué se había ido mas de 12 horas con el mexicano, pero valía la pena.

Manera número 5: Canadá
Demostrada.
716 palabras.

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