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Deje que la tristeza diera un paseo dentro de mi alma y corazón robándose toda la luz dentro de mí pero recuerdo que las personas que me rodearon cuidaron de mí sin la necesidad de saber la razón de mi tristeza; enserio les agradezco con todo mi triste corazón lo que hicieron por mi.

En ese entonces conocí a una chica la cual también prometió me cuidaría, yo confié en ella hasta que me di cuenta que lo único que quería era acostarse conmigo, cuando me enteré de eso enfurecí y le pedí que se alejara de mi para siempre, ella lo hizo, un día después ya estaba con alguien más y un par de meses después me enteré que había quedado embarazada de aquel chico, lo más irónico es que ese chico era mi amigo, ella nos separo por que le hablo porquerías de mi así ambos se alejaron.

Pensaba que el amor no era lo mío, me rendí ante los problemas que me rodeaban, no había tregua para mí, perdí la guerra de mis emociones. Un día regresaba a casa después de comprar algo para comer; fue cuando me encontré con Alex, él al igual que Katherin lo había conocido cuando era un niño, aunque era mayor para mi con dos años nos agradamos bastante pero cuando entro a la preparatoria se distancio de mi.

-¿Eran muy unidos?- Preguntó la señorita.

-Pintábamos juntos-

-¿En serio?-

-Si, Alex, Peter y yo solíamos pintar murales pero no esas letras que todos hacen, a nosotros nos gustaba dejar al mudo un mensaje por medio del arte, no éramos solo pintores, nosotros éramos artistas y las paredes eran nuestros lienzos-

-¿Quién es Peter?- Preguntó la señorita

Alex, Peter y yo solíamos pintar juntos, él era nuestro líder, tenía más experiencia en esto, por lo general el dibujaba un boceto  marcando como iría la pintura en la pared, Alex y yo pintábamos, retocamos y sombreamos para darle un toque único a nuestras pinturas, lo hacíamos una y otra vez muro tras muro dejando plasmado arte que realmente el mundo necesitaba ver.

Pero todo terminó pronto, Alex se empezó a dedicar más a estudiar, Peter se fue a otra ciudad a estudiar ingeniera, yo apenas estaba terminando mi segundo año, los tres nos dejamos de hablar y no volvimos a pintar juntos. 

-¿Se volvieron a encontrar?- Preguntó la señorita 

-Para mi triste vida sí- Respondí 

Era diciembre, había pasado casi un año desde que Alisson falleció y aun con tanto tiempo después no fue suficiente para sanar mis heridas por completo, también había pasado un largo tiempo desde la última vez que me interese en alguien, conocí a una chica de la cual en serio me enamore, tenía planeado decirle todo lo que sentía por ella la media noche del fin de año dentro de mí sentía que eso le gustaría por ella apreciaba ese tipo de detalles pero apenas iniciaba el mes, debía hacer algo lindo para ella hasta el fin de año.

Decidí comprarle un girasol, fui a la florería pidiendo el girasol más bello de la tienda, solo lo mejor para ella, caminaba de regreso a mi casa, a lo lejos vi a Alex caminando, se veía un poco triste; me acerque a él preguntando qué había pasado, no aguantó y rompió en llanto.

Alex no era un tipo sentimental, de hecho siempre lo considere como alguien rudo, jamás lo había visto llorar, una vez mas pregunte porque lloraba, a lo que él respondió.

-No quiero volver a casa, todo está mal-

-¿Qué ocurrió?-

-Mi padre volvió a golpear a mi madre y yo lo enfrente, creo que le rompí la nariz-

-¿Es enserio?-

-Si, tengo miedo James, él me matará-

-No, claro que no-

Acompañe a Alex a una estación de policía, él no podía ni hablar así que yo explique todo a los oficiales, ellos accedieron a acompañarlo a su casa, así su padre no le desfiguraría la cara, yo regrese a mi casa, él me agradeció como si le hubiese sacado de prisión.

Le di el girasol a la chica que me atraía, me entere que se sintió alagada de que alguien se interesará en ella, yo había cumplido mi objetivo así que regresaba feliz a casa, en mi puerta estaba Alex esperándome.

-¿Qué haces aquí?- Pregunte.

-Vine agradecerte todo lo de ayer, los policías se llevaron a mi padre, no creo verlo en un largo tiempo así mi mamá tampoco sufrirá, en serio gracias-

-¿Cuánto tiempo llevaban así?-

-Casi dos años-

-¡¿Dos años?!-

-Si, ninguno de nosotros tenía el valor para darle su merecido pero tú nos has ayudado, tengo algo para ti-

Alex sacó un par de latas de pintura de su mochila.

-¿Pintamos?-

-Supongo que el negro mate y azul eléctrico no son por coincidencia-

-Siempre fueron tus favoritos...-

Tomando las latas le dije.

-Nunca dejaron de serlo, me encantaría pintar pero tengo mucha tarea, no me va muy bien en la escuela últimamente-

-¿En serio?, Yo puedo ayudarte, soy el mejor de mi clase en todas las materias, dicen que tengo grandes posibilidades de entrar a la universidad, déjame ayudarte-

Alex era un año mayor a mi, sentí que podría ayudarme así que acepte.

Pretty Little Dead FriendsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora