Ash se toma unos días libres en Alola al enterarse que en la región Sinnoh habrá una exhibición pokemon de batalla entre la campeona Cintia y el campeón Máximo.
Gold y Kriss habían caído al suelo inconscientemente por al menos dos minutos hasta que despertaron con una nueva personalidad. La pantalla de la maleta empezó a reproducir un nuevo video en hice instante.
- Mis estimados aprendices, ya que decidieron seguir mi camino hacia la grandeza, necesitare toda la ayuda de la mega evolución para lograrlo, y ahí es donde entran ustedes quiero que consigan la mayor cantidad de piedras llave y mega piedras, no importa como las consigan pero no pueden fallar, estos serán sus nuevos pokemon nadie podrá desafiarlos mientras estén con ellos, espero resultados muy pronto - hablo Lysandre una vez mas.
- Escuchaste Gold - dijo Kriss con una sonrisa.
- Y que esperamos?! - dijo Gold con una actitud mas arrogante.
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Mientras tanto Ash caminaba por la ciudad buscando al profesor Rowan.
- Me pregunto donde podrá estar - dijo Ash mientras caminaba con Pikachu en su hombro.
Al mismo tiempo que Dawn preguntaba en el centro Pokemon si lo habían visto al azabache.
- Pues si un entrenador con su Pikachu estuvieron aquí, pero ya se fueron creo que tenían que buscar a alguien - dijo la enferma Joy.
- Me lleva.. - exclamo Dawn cansada - bueno muchas gracias enfermera Joy - agradeció la peli azul por la información.
Por otro lado Gold y Kriss estaban en una camioneta estacionados afuera de un hotel muy lujoso.
- Estas seguro que es aquí - pregunto Kriss.
- Si el campeón Maximo esta adentro ya se en que habitación - dijo Gold mirando el hotel - entremos - dijo mientras salía del auto.
Los dos llegaron a recepción donde la recepcionista les atendió.
- Muy buenos días será que podamos pasar a la habitación 302 - hablo la chica con una voz muy tierna.
- Ah ustedes deben saber que Máximo está ahí, pero me dijeron que nadie podía entrar - dijo la recepcionista.
- Por favor somos sus fans numero 1, por eso nos enteramos en que habitación estaba el - suplico Kriss.
- Esta bien pero deben ser muy discretos y sin hacer alboroto - acepto la empleada dejarlos pasar.
- Muchas gracias - dijeron los dos, en cuanto se dieron la vuelta sonrieron ya que lograron su primer objetivo.
Máximo se encontraba en su balcón admirando la ciudad con una vista muy panorámica de toda la ciudad.
- (Siento que algo malo se aproxima, o será que solo estoy cansado?) - fueron los pensamientos de Maximo hasta que alguien toco su puerta - que raro nadie sabe que estoy aquí, tal vez es de servicio a la habitación solamente - dijo mientras iba a abrir la puerta.
