Capítulo 1

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Mi nombre es Marena Anderson tengo 17 años y estoy a punto de graduarme de la preparatoria, y desde que tengo uso de razón siempre he sido la primera de mi clase, ¿quisieras saber el porqué, el verdadero por qué?

Bien, desde pequeña me ha gustado mucho leer varios libros, me apasionaba cada cosa nueva que descubría, me asombraba mucho cuantos mundos fuera de la realidad podían existir, mi curiosidad me llevaba a investigar cada palabra que me resultaba extraña con el pasar de los años el estudiar se hizo mi más grande adicción, pasaba horas encerrada en mi habitación realizando cada tarea que me dejaban mis maestros y estudiando para cualquier lección o exposición que tenía en días venideros.

Creerías que mi vida es aburrida y puede que lo sea es solo que no me había dado cuenta, yo simplemente vivía en mi esférico y acorralado mundo, pero detrás de todo esto existe una razón más por la que no puedo dejar de ser la mejor estudiante o alguien perfeccionista, es una verdad dolorosa pero me gustaría compartirla con ustedes porque quizá talvez se sientan identificados y juntos podremos encontrar la cura, así como descubrí el amor por los libros y el estudio también note algo muy extraño en mi algo que muchos llamaron timidez y así es como he vivido realmente se me es muy complicado mantener una amistad con cualquier persona, la intimidación que causan en mi es enorme que mis manos empiezan a temblar, el calor en mis mejillas aumenta de intensidad, a veces se ha vuelto tan complicado que incluso evito situaciones en donde puedo estar expuesta a las miradas de varias personas; sí, muchos lo identifican como timidez pero los libros me llevaron al tema de la ansiedad social, y si es cierto soy una chica que sufre de este problema mental, tristemente soy una persona que no puede salir a la calle sin tener esos pensamientos de que alguien me está observando y quizá talvez esperando a que cometa cualquier error para criticarme duramente, sé que suena ridículo o talvez patético el sentirse de esta manera pero solo el tiempo, el tiempo que me ha tocado evitar salir con mi familia, con mis amigos, hablar con el chico que me gusta pueden evidenciar todo lo maravilloso que me he perdido.

Esta es mi historia ahora lo saben, he perdido muchos momentos, he perdido a muchas personas por estos malditos pensamientos de ansiedad, no saben lo difícil que resulta hablar sobre cualquier tema con una persona que tuvo el valor de hablarme, imaginen poder contar sobre esta enfermedad a alguien eso sí que resulta ser algo tedioso, pero siempre he preferido mantener una lucha interna solitaria de esta manera importunaría menos a quienes están a mi lado o bueno eso es lo que  he creído hasta ahora.

Tú, mi ansiedad©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora