d o c e

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Levi no recuerda cuándo fue exactamente la primera vez que sostuvo a Eren entre sus brazos de esa forma.

No, mentira. Sí recuerda. Fue la noche antes de que Eren se fuera por primera vez. Eren tenía diecisiete años. Levi cumplía veintitrés. Eren había llegado ese día a este mismo departamento totalmente molesto, sus ojos estaban llenos de lágrimas y se había lanzado hacia Levi para besarlo de manera violenta. Levi quiso huir, sólo al principio. Después Eren cedió el ritmo y Levi comando las acciones siguientes. Habían sido amigos durante un largo tiempo, aunque ambos sabían que esa palabra no les definía, nunca lo hizo.

"Levi."

Eren repitió su nombre una y otra vez, temblando bajo él todo el tiempo.

Y Levi le llamó todo el tiempo también.

"Eren"

"Eren"

Siempre Eren

"Eren" y un beso.

"Eren" Para sostener sus manos que temblaban y hacerle saber que estaba bien sentir lo que sentían.

"Eren" cuando se quedaba dormido a su lado.

Un "Eren" para besar su frente antes de dormir también.

Otro "Eren" a la mañana siguiente y darse cuenta que estaba solo.

Un "Eren" más para darse cuenta de que sí, estaba solo.

Y que  al final Eren, el tangible, autentico Eren, nunca volvería.

NADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora