44.Epilogo

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7 años

-No puedo creer que después de todo este tiempo sigas con la misma cara -le dijo Heechul, tomando las mejillas del moreno y estirándolas a su gusto, haciendo reír a todos los de la sala presente.

-Nos vimos hace poco -le dijo el castaño, sonriéndole y algo incómodo por el tacto de su amigo.

-Si, pero es primera vez que te veo en Corea, todos los días en Francia los anularé -comentó, Sora llegó para su rescate y le tomó las manos a Heechul.

-Basta, o Hyukjae te matará si sigues. -murmuró, a lo que el mayor paró al instante, dejando tranquilo al moreno, este le sonrió a la hermana de su esposo y le dio las gracias. -Que bueno que hayan venido a Corea después de todo este tiempo, me alegro mucho por ustedes y todo lo que se han propuesto. -le dijo, tomándole el hombro al menor y mirándolo con devoción, definitivamente Heechul era afortunado por tener a Sora como esposa, ya unos 4 años pasaron de su casamiento, y seguían siendo una pareja totalmente feliz.

-¡Donghae! -gritaron hombres al unísono, este se dio vuelta y notó que eran sus amigos de escuela, Kyuhyun, Sungmin, Siwon, y Henry, dándose abrazos y felicitando al castaño por todos estos años y su casamiento. Yesung también estaba ahí, junto con Kagin y Shindong, fueron los primeros en llegar a Mokpo, y ahora estaban hablando con Hyukjae en el jardín de la casa. Mientras que el moreno estaba adentro, hacia mucho frio para estar allá.

-Estás igual -le dijo Kyuhyun, mirándolo a los ojos y notando como se ponían vidriosos. -Te extrañé. -le comentó, abrazándolo nuevamente.

Los muchachos hablaron, rieron, y comieron, con la madre de Donghae dándole comida casera, y paseándose por toda la gente en la casa y mostrando platos de ricas y deliciosas cosas.

-Yonghwa se casó hace poco, con Park shinhye, su amiga de infancia -le comentó Kyuhyun, mientras que el castaño sonrió en su máxima expresión, perder la amistad de su amigo le dolía, pero sabía que era lo mejor.

-Estás caliente. -le susurró su esposo, detrás de él, con sus brazos en la cintura del castaño y atrayéndolo al frio cuerpo de azabache, poniendo su rostro en el cuello del moreno y oliendo con profundidad el suave aroma del pececito.

-Hyukjae, acá no. -murmuró, con sus mejillas algo rojas y pasándole diferentes cosquilleos por su espina dorsal, de alguna u otra forma, jamás se acostumbraría al tacto de su esposo, aunque pasaran todos esos años juntos, aunque después de ese exquisito beso hace 7 año atrás, que cerraba su promesa de estar siempre de por vidas, aunque pasara esa noche de matrimonio en Paris, con todos su amigos y familias presente, aunque pasaran todas esas noches de luna de miel, aunque pasara todos esos besos, abrazos y tacto, aunque pasara todo eso... Jamás se cansaría del exquisito Lee Hyuk Jae.

-Es solo un abrazo inocente -dijo con un tono alto, tratando de sonar como un niño, y dándole pequeños besos en la nuca del moreno, haciendo que este se pusiera más incomodo cuando lo empezaron a mirar.

-Hey!, paren de besarse allí y miren a su familia. -les gritó Kyuhyun del otro lado de la sala, el moreno salió de los fuertes brazos del azabache y se acercó a donde todos estaban, hablando y riendo en susurros, mirando a una hermosa cuna, en la que sostenía una bebé, ahora despierta.

-Hermosa princesa -susurró, tomando al bebé y acurrucándola en sus brazos, tratando de que se durmiera, el viaje había sido largo en el avión y necesitaba más horas de dormir. Todos miraban a Donghae con ojos alegres y totalmente encantados con su nueva bebé, después de todo este tiempo, casarse en Francia, y tratar de adoptar, todo eso no era posible en Corea, y era lamentable que habían tenido que irse por todo eso, aun así, los dos jóvenes se veían totalmente felices.

-Los amo -dijo Hyukjae al llegar a ellos, y tocar la pequeña nariz de su bebé, haciendo que esta lo mirara con sus ojos rasgados y abriera sus brazos a su padre, creándole una sonrisa de encías al mayor. -Soy su preferido -le comentó el azabache al moreno, mientras que este hiso un puchero y arrugó sus cejas, algo enojado por el favoritismo de su hija. Aunque solo sonrió al notar la alegría de su esposo.

-Le durará poco, hasta que sepa que su padre no la dejará salir con muchachos y yo sí -comentó, pasándole a su hija mitad coreana y mitad francesa. Fue difícil tomar la decisión de una adopción en Francia, pero al encontrar a esa pequeña bebé de descendencia coreana, su corazón palpitó por aquella pequeña.

Todos miraban la escena felices de los nuevos padres, primerizos y totalmente babeando por su nueva familia.

-A nuestro padre le gustaría verla. -le comentó Sora al lado del alegre azabache, el moreno notó como este tensaba su mandíbula. Después de comprometerse, el mayor le contó a todo el mundo de su relación con Donghae, y en especial a su padre, mientras que este negó la existencia de su hijo, dándolo por perdido y ni siquiera quererlo ver después de esa noticia, apareció en muchas revistas en corea, dando a entender que el heredero de la corporación Lee había dejado a la dulzura de la alta sociedad por un hombre, agrandando el escándalo. El padre dejó de hablarle, mientras que eso era lo que Hyukjae pidió durante toda su adolescencia.

-No tengo nada que hablar con ese hombre -comentó, mirando de nuevo a su hija y suavizando su rostro, el castaño sonrió con un poco de pena al notar a Sora y su intento de juntar a la familia.

-Pero...

-Sora -la cortó el azabache -él trató de separarme de mi esposo, no quiero verlo más. -dijo, mirando a Donghae y notando que este no estaba muy contento. -Me arrepiento de ese momento en que dejé que se entrometiera en mi vida. -comentó, observando con intensidad al moreno y haciendo que este se sonrojara.

Ya era de noche y todos estaban cansados, había sido un día agotador para los dos muchachos recién llegados de Francia, y su hija estaba totalmente dormida en los brazos de Donghae.

-¿También harás una acá? -preguntó Sungmin, mirando con ojos abiertos al azabache, mientras este asintió con una sonrisa. Gracias a la herencia de su abuelo, Hyukjae y Donghae pudieron vivir en Francia, en una ciudad llamada Toulouse y es allí donde Hae pudo estudiar pedagogía y Hyuk pudo crear su academia de baile, siendo bastante reconocido y haciendo giras por todo Francia en algunos momentos.

-Tenemos el dinero y la motivación para hacer una academia acá. Además que Donghae quiere que nuestra pequeña Vivian se crie en Corea. Compraremos una casa acá, en Mokpo. -Comentó, mientras que el castaño tenía a su bebé y la miraba con devoción.

-Será criada con amor familiar. -murmuró.

-¿Y quién es la mamá en la relación? -Preguntó Kyuhyun, haciendo reír a todos en la sala suavemente, para no despertar a Vivian. Sungmin, quién estaba al lado de él, con su brazo en la cintura, escondió su rostro en el hombro del más alto, tratando de no reírse tan fuerte.

-Donghae -respondió el azabache, mientras que el moreno jadeó desconcertado de la respuesta, mirándolo con ojos abiertos.

-Claro que no. -le dijo, mirándolo casi con un puchero.

-Te amo -le susurró nuevamente, dándole un cálido beso a esos labios, sonriendo.

-¿por qué eres tan malo conmigo? -le preguntó el castaño después de su pequeña caricia, definitivamente no se acostumbraba a esos mimos del azabache.

-Porque siempre seré tu chico malo.

"Bueno este es el último capitulo de esta hermosa historia, gracias a todas esas personitas que siguieron la historia desde el comienzo, no se olviden de votar y compartir la historia para que siga creciendo sin más que decir me despido no es un adiós si no hasta luego espero pronto regresar con otra historia... Mucho amor Bye "

BAD BOY - (EUNHAE +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora