Nuestros ultimos momentos juntos

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-Jack, ¿quieres venir esta tarde a buscar un traje para la graduación?- El chico del pelo gris agarró el móvil, mirando el mensaje que Max le había mandado. Después de pensar unos segundos, Jack respondió al mensaje.
-A las seis en mi casa- Escribió. Max accedió y le dijo que esperaría con la moto, y así fue, porque al llegar la tarde, Jack se vistió y fue con Max a buscar un traje al centro comercial. Realmente no sabía de ropa, pero Max sabía como vestirse, así que el moreno se encargó del traje de su amigo, tomando en cuenta sus opiniones.

-Chicas, ¿que os parece si esta tarde vamos a buscar algo para la graduación?- Micaela también escribió por el grupo de las chicas de clase, y todas accedieron. Quedaron en el centro comercial, y fueron a buscar conjuntos y vestidos para la graduación.
-¿Tú tienes algo pensado ya?- Preguntó Aiko a Amy, mientras veían a las demás entrar en una tienda de ropa.
-Nunca se me ha dado muy bien la ropa de vestir...- Aiko sonrió, y llevó a Amy al interior de una tienda diferente a la que habían entrado las otras.
-Entonces yo te ayudaré- Contestó Aiko, poniendo las manos en su cintura, orgullosa. Amy la miró y luego miró alrededor, observando la tienda. La japonesa fue a mirar las perchas, y Amy dio una vuelta por la tienda, preocupada. Pensaba en muchas cosas, pero una de ellas no era que iba a ponerse.
-¡Amy! ¡Ven aquí!- Llamó la chica a su amiga. Amy fue donde Aiko, y ella le entregó cuatro vestidos. Amy suspiró cansada al sentir tanto peso en sus delgados brazos. Fueron a los probadores, y uno a uno, las dos juzgaron los vestidos que Aiko había elegido.
-Ahí te hace una arruga muy extraña- Dijo Aiko con su cabeza apoyada en sus rodillas, aburrida
-Te queda grande, no hay más tallas- Otro problema
-Me aprieta mucho...- Amy empezaba a no poder respirar, pero el vestido que llevaba puesto era el único que satisfacía a la japonesa.
-Ya me encargo yo de buscar algo- Dijo Amy exhausta, cerrando la cortina.
Después de eso, Amy llevó el relevo, y el conjunto que había escogido le encantaba a las dos
-¿Y dices que no se te da bien elegir ropa de vestir?- Dijo Aiko mirando pícara a su amiga. Amy sonrió tímida, mirándose al espejo
-Estás perfecta, es este- Dijo Aiko, entrelazando los dedos, contenta
-¿Y tú? No te has probado nada...- Aiko miró a su amiga y le dijo con un toque misterioso que ella ya sabía que iba a ponerse.

La tarde pasó muy rápido para todos, pero si hizo eterna para Jack, quien ya se había probado seis trajes elegidos por Max.
Que si uno era muy chillón, que si el otro era muy seco, que si no le gustaba el color... Jack empezaba a perder la paciencia, y su amigo estaba un poco nervioso.
Justo en ese momento, el moreno vio un traje de esmoquin perfecto, y decidió llevarlo ante Jack. Él no lo miró con malos ojos, como con todos los demás, y esto era una señal de que le gustaba. Pasaron unos minutos, y el chico de pelo gris abrió la cortina, mirando a Max
Max lo observó contento, esperando que ese traje fuese el final. Jack se miraba al espejo serio, de arriba a abajo.
-Me lo quedo- Dijo sin moverse. Max saltó de alegría, fueron a caja con el traje, pero antes de que Jack sacase su cartera, Max ya lo había pagado con su tarjeta de crédito. El moreno se dirigió a la puerta, y Jack le siguió queriendo saber porque había hecho eso.
-Eres mi amigo, y quiero agradecértelo- Max alargó el brazo, entregándole el traje al chico del pelo gris. Jack le miró negando con la cabeza, y siguieron andando
-Gracias, Max...- Murmuró Jack, tímido
-¿Que has dicho? Perdona no te he oído- El de pelo gris le miró rojo, molesto
-Gracias- Subió el tono de voz, pero el moreno seguía fingiendo que no oía nada
-MALDITO HIJO DE- ¡YA SABES LO QUE ME CUESTA DECIRLO! NO ME HAGAS REPETIRLO- A Max le encantaba ver a Jack enfurecer por cosas así, porque le parecía tierno.
Sin escuchar lo que Jack decía, el moreno pasó uno de sus brazos por los hombros de su amigo, calmado.
-Vamos por un helado- Dijo Max contento
-Vale pero lo pago yo- Murmuró Jack
-Eso si puedes- Retó el moreno a su amigo, corriendo hacia la heladería que tenían en frente. Jack le siguió molesto, amenazándolo.

EL DIARIO DE AMYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora