Juego de Naipes

Capítulo 2

-Este es tu cuarto. Siempre quisiste uno en un segundo piso ¡Aquí lo tienes! Después podemos elegir juntas el color, si quieres algunos posters, algunos adornos. Mañana podemos salir de compras y comprar algunos muebles y quizás podemos pedir algunas cortinas de otro color o unas sábanas nuevas- Mi hermana me mira expectante y yo solo asiento- Susett por favor dime qué deseas. Estás muy callada.
-Solo estoy cansada. Necesito un tiempo sola. El cuarto es perfecto, todo está bien solo es mucho cambio para tan corto tiempo.
-Te entiendo. Yo estaré abajo cualquier cosa que necesites llamas.
Mi hermana cierra la puerta de mi nueva habitación. Me lanzo sobre la cama. Es suave y huele fabuloso. Las paredes son de un beige claro que junto al marrón oscuro de los muebles y el blanco de las cortinas hacen un escenario tranquilo. Se ve que mi hermana es diseñadora, tiene un muy buen gusto. Sobre el tocador hay una foto de nosotros cuatro. Mamá y papá sonrientes, junto a una Alba de cinco años y una mini yo que ni siquiera mira a la cámara. Me levanto y la tomo, lo menos que necesitaba era verla. Imágenes que quisiera borrar llegan a mi cabeza, la culpa hace un nudo en mi garganta. Lanzo la foto a una gaveta y vuelvo a acostarme. No necesito pensar, solo quiero dejarme llevar.
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-Acércate Susy, mira. ¿No es lindo?
Un cachorro de cabeza café me mira intensamente. Me ladra y huye hacia atrás cuando quiero acariciarlo. Inmediatamente no me gusta, puede ser muy lindo, pero es un cobarde. Me ladra y gruñe. Cuando miro hacia arriba para levantarme, se abalanza hacia mí y trata de morderme con sus pequeños dientes.
-Así que querías un ataque sorpresa. Pues lo siento amigo, pero yo tengo mejores reflejos.
Acaricio su blanca barriga y me lame la mano.
- ¿Te quedas con este? Los Beagle son perros de caza. Son difíciles de entrenar pues se aburren con facilidad y son muy distraídos. Pero se comportan genial con los niños, les gusta jugar y hacer ejercicio, aunque también pueden permanecer descansando todo el tiempo- Con la parte de que eran difíciles de entrenar a mi papá ya no le llamó tanto la atención.
- ¿Por qué no compramos un pez? Puede ser del color que quieras.
-Nos lo quedamos- Dijimos mamá y yo a la vez, nos encantaba molestar a papá.
Cuando llegamos a casa ya era de noche. Papá preparó en la sala un lugar para que durmiera a pesar de mi insistencia de que fuera en mi cuarto. El pequeño se quedó aullando y ladrando toda la noche, por lo que al otro día todos teníamos grandes ojeras y caras mustias.
-No lo soporto. En tu próximo cumpleaños tendrás toda la ropa que quieras, pero no más animales. Se calló a las 3:00 am, me faltaba poco para ir y matarlo- Mamá reía mientras papá se tomaba su café y seguía quejándose.
- ¿Y qué nombre le pondrás, Susy?
-Aún no sé, má.
-No le pongas ningún nombre, no va a durar mucho si sigue así. Adiós, preciosa- Papá ya estaba parándose y tomando su maletín cuando besó mi frente.
- ¡Roberto!
-Yo solo dig... ¡Agh! ¡Qué no lo soporto!
El pequeño había decidido esa mañana dejar su comida procesada delante de la puerta de la cocina, justo debajo de donde pisó papá.
-Brook, ese será tu nombre.
-Bienvenido a la familia, Brook.
El pequeño comenzó a saltar todo contento mientras mi papá lo sulfuraba con los ojos.
Cuando desperté solo sonreí, últimamente solo tenía sueños del accidente, fue bueno escapar de la rutina un poco. Entré al baño y me duché rápidamente. Ya casi era de noche, seguro la cena ya estaba preparada.
-Hola Joey.
-Hola, pequeña. ¿Qué tal dormiste?
-Solo la cama hace el trabajo completo, es fascinante.
Rió por lo bajo- No se lo digas a tu hermana. Se demoró toda una mañana decidiendo que cama comprarte. Eligió una, pero le trajeron una completamente diferente (aunque yo las vi iguales) y no se la quisieron cambiar. No permitían devoluciones.
Alba se asoma por la puerta y lo señala acusadora con una cuchara.
-Sabías que la otra era mejor y decidiste quedarte callado. Parecía yo una loca mientras que tú estabas en una esquina como si no me conocieras.
-Como digas, nena.
Alba lo mira ceñuda y decide volver a la cocina. Adoro a Joey. Se comporta genial con mi hermana, ambos se aman y se nota. Además, nos ayudó mucho en estos últimos meses.
-Muchas gracias, Joey.
- ¿Por qué, pequeña?
-Por todo-Comienzo a llorar y él me abraza fuerte.
-No seas boba, Susy. Era mi deber. Además, me hubiera sentido muy mal si solo me hubiera quedado sin hacer nada por ustedes.
-No quiero ser una carga para ustedes.
-Mírame Susy-Alzó mi cabeza y me obligó a ver sus ojos cafés- Nunca serás una carga para nadie. La verdad es que te necesitaba, no sabes lo mala que es tu hermana en la Play. Sin ti no tendría con quien compartir y reírme un rato de las locuras de Alba en la empresa ¡Aah! -Una cuchara de madera aterrizó sobre su cabeza.
-No vuelvas a decirme loca-Joey pone cara de cordero degollado y sigue sobando su cabeza. Mientras que Alba lo mira triunfante-Susy, mañana traen a Brook.
Comencé a sonreír ampliamente. Brook era todo lo que necesitaba. Era lo único que de verdad me haría recordar a mi vieja casa.