III

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Era una mañana silenciosa en aquel departamento hasta que el sonido de una llamada entrante lleno la habitación provocando que la chica despertara casi de golpe.

¡Son las 7:00 A.M.!.—Se quejo Alya al ser interrumpida tan bruscamente.

Lo se por eso te llame.—Respondió Chloe al otro lado de la linea.

Creí que habías dejado tus días de villana atrás.

Deberías de agradecerme, tienes 10 minutos para arreglarte y llegar a despedir a Marinette al aeropuerto, te recomiendo que corras.—Dijo la rubia antes de colgar.

Alya salio rápidamente de la comodidad de su cama para toparse de lleno con el agua helada de bañera, sin duda alguna era una horrible sensación pero ya se tomaría un relajante baño caliente mas tarde.

Termino su ducha en tiempo récord, tomo su bolso y su celular de la densa cobija de plumas y salio lo mas rápido que pudo.

¡Taxi!.—Se pudo escuchar como la desesperada chica intentaba llamar a uno de los transportes.

Era evidentemente mas costoso que ir en metro, pero también era mas rápido. Afortunadamente obtuvo respuesta rápidamente, subió al vehículo y miro su celular, le quedaban 6 minutos.

Buenos días señorita ¿a donde nos dirigimos?.—Saludo el chófer como lo marcaba su protocolo.

Al aeropuerto de Roissy, tengo un poco de prisa.—Pidió la morena mientras mandaba mensajes de texto como loca.

Entonces no hay tiempo que perder.

El chófer dio inicio al viaje, para su suerte no había muco trafico por lo que pudo llegar a tiempo.

¡Alya lo lograste!.—Exclamo feliz Marinette al mirar como su mejor amiga llegaba corriendo.

¿Y no despedirme de ti? ¿Acaso bromeas chica?.—Respondió Alya bastante cansada por haber corrido tanto.

Las chicas se dieron un fuerte abrazo, las despedidas sin duda alguna eran la peor parte de un viaje, pero les reconfortaba el saber que no era un adiós si no un nos vemos pronto.

Los pasajeros del vuelo 203 con destino a Nueva York favor de presentarse en la zona de abordaje.—La voz femenina resonó por todo el lugar.

Llego la hora.—Dijo Chloe mientras tocaba el hombro de la peliazul.

Estoy nerviosa.—Marinette no podía ocultarlo, el viajar le daba algo de miedo.

Es normal, pero veras que todo pasara rápido.—Animo Alix.

Gracias, por estar aquí chicas en verdad lo aprecio.

Todas se juntaron en un abrazo de despedida, a partir de ese momento una parte de ellas se iba muy lejos.

Ejem, ¿no hay un abrazo para mi también.

Todas dirigieron su mirada a la voz masculina, lo que visualizaron les dejo confundidas.

¿Tu también te vas Nath?.—Pregunto Rose al ver al chico con una maleta y una pequeña mochila.

El vestido de la novia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora