II

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~Días atrás~

Las clases terminaban y todos los jóvenes recogían sus pertenencias para por fin irse a sus casas y descansar.

Chloe Bourgeois no era la excepción, como ya era costumbre ella y las demás chicas se reunían en la entrada de la preparatoria para platicar un poco y después despedirse.

Ella desde hace tiempo había dejado de transportarse en su elegante auto, prefería caminar hasta el hotel.

Ese día fue un caso diferente pues a la mitad de su camino alguien le llamo provocando que se detuviera.

¡Chloe!.—Llamo el chico desde el auto.

¿Adrien?, ¿que no tu deberías de estar en alguna sesión de fotos?.—Pregunto algo burlona.

Esta vez no, seré directo..mi padre quiere verte.—Soltó Adrien con un tono bastante apagado.

¿El señor Agreste?, ¿No te dijo para que?.—Pregunto ahora algo preocupada al notar la incomodidad de su amigo de la infancia.

No, sube te llevaremos hasta el.—Ofreció Adrien.

Chloe decidió no preguntar mas, abrió la puerta del automóvil y se dirigió a la mansión Agreste, antes de entrar mando un mensaje a su padre avisándole que Gabriel le había llamado y por eso se ausentaría por un momento.

Una vez llegaron a su destino, Chloe y Adrien ingresaron a la enorme mansión. La sorpresa de la chica solamente aumento cuando vio que en aquella sala se encontraban dos chicas mas.

Lila Rossi y Kagami Tsurugi, Chloe camino algo insegura pues la presencia de aquellas chicas no era para nada bueno, especialmente la de la italiana.

Señorita Bourgeois me alegra contar con su presencia.—Dio la bienvenida Gabriel.

Adrien me contó que quería verme.—Respondió sin bajar la guardia.

En efecto, el motivo por el que la eh reunido aquí es bastante....simple, considero que ustedes son ideales para casarse con mi hijo.—Soltó de lo mas normal.

La chica sintió que se ahogaba con su propio corazón, ¿Como podía decidir eso?. Era como si estuviera subastando a su propio hijo.

Eso era algo que ella no podía aceptar, se negaba a ser cómplice de una atrocidad como lo era arruinarle la vida a el pobre chico.

Lo lamento mucho, pero no puedo aceptar esa "oferta".—Rechazo la japonesa mientras se inclinaba en forma de disculpa, al parecer Chloe no era la única que pensaba que eso era, enormemente, incorrecto.

Es una lastima, realmente seria una buena idea el unir las dos familias, pero aun así respeto tu opinión, ¿que hay de ti Chloe?.— La postura del hombre seguía sin inmutarse, era como si ofrecer a su hijo fuera de lo mas normal.

La pregunta finalmente fue dirigida a la francesa, temía eso pues a pesar de estar completamente en desacuerdo, no tenia el valor suficientemente para hacerle frente al imponente diseñador.

Ademas tenia mas motivos...ella no podía hacerle algo tan cruel a Marinette.

Hace tiempo atrás, las dos chicas finalmente habían arreglado sus diferencias. Gracias a eso y unas clases de defensa personal ordenadas por su Psicólogo, la actitud de la rubia había cambiado dramáticamente.

El vestido de la novia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora