El vestido de la novia.

IV

Ya se había cumplido medio año desde que Nathaniel y Marinette se fueron de París para cumplir sus sueños.

Desde ese día Chloe se ha mantenido en contacto con el pelirrojo de una manera bastante.......creativa.

—Al fin llegas chica.—Dijo Alya mientras miraba como la rubia caminaba pesadamente hasta la mesa.

—Estos últimos días han sido los peores, apenas tengo tiempo para dormir. Ademas no se de que te quejas las demás aun no llegan.—Replico con un tono bastante cansado.

—Jajaja, bueno nadie dijo que ser la  modelo mas famosa de París seria algo fácil.—

—Lo se, apuesto a que unos años atrás hubiera jurado que ser modelo solo significa ser bonita. ¡Que equivocada estaba!.—A pesar de quejarse constantemente de su trabajo, Chloe realmente estaba muy orgullosa de todo lo que había logrado.

—¿Al fin me darás esa entrevista para mi programa?.—Pregunto en un tono insistente como si se tratara de una niña pidiendo un caramelo

—Ya te dije que yo no puedo decidir esas cosas.—Respondió un poco cansada de la insistencia de la castaña después de todo no era la primera vez que esta le pedía una entrevista.

—Lo se, lo se. ¡Pero llevo casi un mes insistiendole a Sabrina que me agende!.—

—Jajajaja, si me ha contado de la cantidad de mails que recibe tanto de tu parte como de Aurora.—Dijo entre risas al recordar como su asistente y amiga le contaba con bastante cansancio aquellas anécdotas.

Chloe Bourgeois era una famosa modelo, su nomina estaba en el top de los mejores pagados. En los inicios de su carrera muchas personas criticaron su rápido asenso insinuando que su madre estaba completamente influenciando la carrera de su hija. 

Para Chloe eso le era una molestia, no era erróneo el hecho de que ella realmente admiraba a su madre e incluso fue esa misma admiración lo que impulso su interés en el modelaje, pero ella quería ser reconocida por sus propios logros, que la gente mirara que su imperio lo había construido ella misma desde cero y a su vez invitar a que hicieran lo mismo.

Pero fuera del glamour que desborda esa profesión, había una inmensa e interminable lista de cosas por hacer. 

Agendar entrevistas, sesiones fotográficas, reservar vuelos, realizar acuerdos con empresas importantes, eran cosas que la pobre chica no podría hacer sola. 

Por suerte Sabrina estaba a su lado, ella ademas de ser su amiga también era su asistente, la que se encargaba de mantener el orden en la ajetreada vida de Chloe.

Alya también tenia de que presumir, sus artículos en el Ladyblog y la apasionada dedicación que le puso a este, le abrieron las puertas al mundo de las comunicaciones, ahora era una prestigiosa reportera en uno de los mejores canales de toda Francia.

Parecía que la vida tan profesional de las chicas había eliminado por completo el espacio para una relación romántica, sin embargo las talentosas jóvenes eran ademas bastante inteligentes pues sabían como manejar ambas situaciones tanto personales como profesionales.

Alya tenia una larga relación con Nino quien ahora era un famoso DJ, a pesar de que el trabajo del chico era bastante demandante y constantemente se encontraba de viaje, los dos podían mantener una relación fuerte.