Capítulo 3.

93 4 0
                                    

- LO HE LOGRADO TENGO LA NOTA LA TENGO.

Me tiro al suelo, y empiezo a hacer la croqueta, me da igual poder mancharme, lo que me quedase de colocón se me había bajado de repente, no puedo ser más feliz, lo había logrado, pero de repente me acordé de mi amiga, y desde el suelo levanto mi vista para verla, quieta sin emitir sonido alguno, como si fuera una parte más del mobiliario.

- Sofía ¿Qué has sacado?

No me responde solo deja su móvil encima de la mesa con cuidado, y se baja de la silla y se acerca a mí, su rostro no muestra ninguna emoción, haciendo que me entre miedo porque no lo haya conseguido, no es solo mi sueño, sino nuestro, ella tenía, una familia mucho peor que la mía, y no quiero que se quede aquí y se vuelva, como alguno de ellos, solo pensarlo me provoca escalofríos.

- No pasa nada sino la tienes podemos mirar más sitios además la universidad esa solo es de niños de papa y mama, podemos buscar otro sitio que encaje más con nosotras, no te preocupes por na...

No termino la frase cuando se abalanza sobre mí, haciendo que ambas caigamos nos estampemos contra el suelo mientras ella empieza a gritar que también la tiene que nos vamos, yo la abrazo fuerte contra mí, mientras le digo lo orgullosa que estoy de ella.

Cuando se nos pasa la euforia, nos quedamos mirándonos, mientras ella sigue encima de mí y yo con brazos cruzados en su cintura, decido que ese es el momento de contarle lo que llevo callando toda mi vida incluso con ella, era ahora o nunca.

- Tengo algo que decirte, que puede condicionar que vallamos juntas o separadas a Madrid; N

- Que dices, por nada de este mundo no me iría contigo, estamos juntas en las buenas y en las malas recuerda; S

- Es difícil para mí, nadie lo sabe y siento habértelo ocultado tanto tiempo, pero.... Me gustan las chicas, siempre lo he sabido, pero tenía miedo a decirlo, este sitio te juzga antes de que digas una sola palabra, y ya he visto como lo han pasado otras personas, encima como es mi padre, nunca he querido decir nada, puedes odiarme si quieres irte y no volver a verm...

Mis palabras se vieron acalladas con una de sus manos en mi boca.

- Cállate quieres, me da igual que te gusten las chicas, no eres solo mi amiga eres como una hermana para mí, nos hemos criado juntas, hemos reído, llorado, nos hemos escapado de casa juntas, y muchas cosas más y eso no va a hacer que cambie mi manera de verte, porque tus gustos dan igual, todos tenemos derecho a querer a quien queramos, y tú no eres menos, y a quien le importe que no mire, porque tú te mereces ser feliz y lo vas a ser, vamos a salir de aquí juntas y no va a ver día que no sonrías, te lo aseguro, te quiero.

Jamás había visto a Sofía así, ella era igual que yo de sonriente, claro que hablábamos de temas con seriedad, pero la de hoy me ha impresionado, y la verdad que sus palabras me han llegado, haciendo que algunas lágrimas rebeldes se escapen de mis ojos, haciendo que ellas me las quite y nos fundamos en un gran abrazo, que quedarían en mi cabeza por siempre.

- Eres un partidazo, vas a traer a todas locas así te lo digo, con tus ojos negros tu cabello negro, por no hablar de las piernas que tienes tía, que todas las chicas de nuestra edad te envidian, todas menos yo, que estamos en el mismo nivel eh; S

- Cállate ya idiota, que voy a pensar que quieres algo conmigo; N

- En tus sueños cariño, este cuerpo de diosa del olimpo jamás lo vas a poder tener, te vas a tener que conformarte con ser mi mejor amiga, lo siento; dice mientras me mira con una mirada pícara tan característica suya.

- Soy yo la que no quiere nadie como tú, me volverías loca con tus cosas, quita; N

Seguimos un rato así, hasta que Sofía decide levantarse de encima de mí, haciendo que así yo me pueda levantar del suelo, una vez de pie, miro la hora. Y veo que son las tres y algo, ya mismo llegarán mi madre junto con mis hermanos, mi padre hoy no iba a venir a comer tiene "una importante comida con un cliente", que es solo una excusa barata para quedarse con su secretaria follando, dándome una gran rabia, mi madre no merecía lo que ese bastardo le daba, pero yo no podía hacer nada por remediarlo.

Dejé de pensar en ello, eso solo iba a hacer que me pusiera de mala leche, de repente se me ocurre una gran idea.

- Tu no vas a hacer nada hoy a que no; N

- No la verdad, que está planeando ya tu cabecita loca; S

- Primero antes de todo gastarle una broma a mi madre y hermanos y después que nos vayamos todos juntos a comer por ahí, es viernes y mi madre no trabaja por la tarde así que luego podemos irnos de compras y tirarnos todo el día fuera, incluso cenar fuera y que te quedes aquí; N

- Ya veo que nos has organizado el día a todos, pero me encanta el plan, y claro que me quedo en tu casa a dormir, paso más tiempo aquí que en la mía propia; S

Con esos pensamientos recogimos un poco el comedor, y subimos a mi cuarto, donde tiramos todas las colillas a la basura, y guardamos los mecheros, el cuarto no olía a maría, así que cerramos las ventanas, y nos dispusimos a ver de qué manera íbamos a engañar a mi madre y a mis hermanos.

Las cosas empezaban a salir que como quería y eso me hacía muy feliz, al fin veía la luz al final del túnel y me había quitado un gran peso con una de las personas más importantes de mi vida.

Tu y yo una historia inacabadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora