Vacío

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— ¿De nuevo holgazanea? ¿O planea otra fiesta? — Preguntó el rubio mientras se acercaban a la torre. Podía notar una expresión seria en Jan, lo que sería normal en el rostro de Nat, pero bastante inusual en Avispa.

— Sus cosas no están. — Respondió Van Dyne a la par que abría la puerta de la torre con facilidad. No había sistema de seguridad o la voz de Jarvis.

Al dar unos pasos dentro se notaba abruptamente el vacío, ningún mueble o robot. Sus pies generaban algo de eco que retumbaba en las paredes. Evidenciaba lo que Janet ya sabía.

— ¿Se atrevió a remodelar? — Dió un suspiro de molestia. — Sabe que eso tiene que reportarlo a la señorita Potts. Suficiente fue aceptar que plantara todo un edificio como su habitación en el campus. No es justo para todos los demás.

Jan le dedicó una mirada que denotaba un claro: "Cállate", asustando al Capitán. Después se cubrió el rostro, intentando tranquilizarse.

— Se fue... — Murmuró. Su voz a penas emanaba, anunciando que estaba a punto de llorar.

Steve posó una mano en su hombro. — ¿A dónde?

Jan reaccionó, alzando el rostro. — No lo sé. Sólo sé que no está y me preocupa. Debió ser algo muy malo. ¿Qué tal si lo secuestraron? ¿Si lo tienen de rehén o como esclavo? ¿Si quieren tomar su cerebro para robar sus secretos en tecnología? — Estrujó la camisa del rubio, exasperada, casi gritándole.

— O sólo tomó vacaciones... — Sugirió Rogers dando un paso hacia atrás.— Ya sabes cómo es él de irresponsable.

Avispa frunció el ceño de nuevo, eliminando rastro de su expresión de tristeza. — Claro que lo conozco y Tony es la persona más responsable que existe

Steve rió de inmediato, prácticamente una carcajada, lo cual causó que Jan le empujara y sus puños resplandecieran a punto de atacarle.

— ¡Aguarda! — Se reprendió Steve por no llevar consigo su escudo.

— ¡TÚ! — Gruño. — ¡¿QUÉ LE HICISTE?!

El Capitán continuó retrocediendo hasta que su espalda colisionó con la puerta principal. — Hace días que no hablamos. Se veía bien. Las mismas bromas de siempre. Conversamos sobre sus nuevos robots y... — Se detuvo.

— ¡¿Y?! — Jan le incitó a que continuara.

Rogers se sentía más que acorralado. Ahora tenía sentido. — Tal vez le dije que... estaríamos mejor sin él y sus robots...

— ¡¿QUÉ?! — El grito de Jan fue ensordecedor, sus ojos parecían encendidos de furia y Steve juraba haber escuchado un trueno.

No se había equivocado.

Una ventana a su lado fue rota por Mjönlir, seguida del poseedor de este, Thor.— Creí escuchar a mi reina. — Se posó junto a Jan y ella se arrojó a sus brazos, comenzando a llorar, pero de frustración.

Ambos rubios se miraron confundidos.

— No pienso que Tony se haya ido por mi culpa. — Se defendió el Capitán.

Tan sólo con esa frase, Thor comprendió el porqué estaba tan alterada su novia. Acarició su espalda, intentando calmarla para que no friera a su amigo. Hacía días que intentaba localizar al millonario, sin éxito.

— ¡Claro que es tu culpa! — Gritó Janet en un sonido ahogado, pues mantenía el rostro entre los pectorales del príncipe de Asgard.

— Podemos ir por él. Que el Capitán se disculpe con Stark. — Propuso Thor. Aquello animó de inmediato a Jan, quien buscó besarlo como premio a su idea.

Steve miró a otro lado para darles privacidad.

— Vayan por él y yo le ofreceré una disculpa. — Susurró Rogers. No olvidaba el caos que había dejado a cargo de sus amigos. Tenía que volver pronto.

— ¡Por supuesto que no! — Se lanzó Jan contra él, minimizando su tamaño y lanzando pequeños rayos  a su rostro, que no eran letales, pero sí dolorosos. Así podría desquitarse sin el peligro de fulminarlo... aún.

— ¡Auch! ¡Basta! — Intentaba protegerse Steve con las manos. — ¡Iré! Pero primero debo tomar mi escudo.

Jan continuaba mirándole con furia. — En el Quinjet en 10 minutos. Sino apareces, te ataré a la nave por fuera y te arrepentirás de no haber obedecido.

— No bromea. — Susurró, Thor.

Steve le miró con algo de pánico y asintió para salir pronto de la torre. Necesitaba con urgencia su escudo.

Without YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora