Entre manos

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Las palabras de Loki aún rondaban por su cabeza. ¿Por qué creía que le gustaba Tony? Era cierto que aún se sentía culpable, pero... ¿gustarle?

Su cabeza le dolía, se mareaba. No podía negar que nunca antes había pensado tanto en él, además... La Academia estaría bien, Tony hacía algo en lo que era bueno y sería feliz... Sólo debería dejar que las cosas fluyan.

Pero volvía a pensar en él.

Tony se había sincerado mucho la última vez que hablaron. Le admiraba y aquello fue una verdadera sorpresa. De haberlo sabido antes, ¿le hubiera tratado diferente? Discutían demasiado, nunca pasó por su mente que Tony sólo quería agradarle. También... aunque odiaba admitirlo, él era realmente un genio y era muy generoso con los demás.

Sin darse cuenta, se había creado un perfil en línea para seguir a Tony. Muchas veces revisaba sus fotografías, sus comentarios, averiguaba sus gustos. No era tan malo.

— ¿Qué es esto? — Loki alzó el móvil de Steve, arrebatándolo de sus manos mientras el Capitán descansaba en una banca junto al gimnasio. — ¿Stark? ¿Aún lo espías? — El Dios analizaba lo que se hallaba en pantalla. Al parecer Anthony había ido a una fiesta el fin de semana.

— ¡Suelta! — Steve le gruñó y se incorporó para quitarle su teléfono, pero al intentarlo, Loki se había transportado unos pasos a un lado con su magia, haciendo que Steve tropezara y casi cayera.

— Midgardianos. — Murmuró Loki y continuó mirando la pantalla. — Stark, Stark, Stark. ¿Es el único al que sigues? — Se dirigió al perfil de Steve. — Ninguna fotografía o tu nombre real. — Rió. — Qué acosador y patético. — Cambió rápidamente los datos de Steve y le tomó una fotografía en ese momento para subirla. Rogers continuaba con sus intentos de atraparlo, pero cada vez que lo hacía, Loki aparecía en otro lugar. El Dios del engaño repartió Likes en las fotografías de Tony mientras reía. Cuando se cansó del juego, le arrojó el móvil al Capitán.

Steve sentía pánico. Esperaba que Tony no viera nada. Borró de nuevo sus datos e intentó cancelar la cuenta, aunque no era muy bueno con la aplicación. — Me encargaré de que pagues por esto. — Volvió a gruñir.

— Deberías agradecerme. Fui el primero en notar tu amor por el hombre de hierro. — Loki mantenía aún su sonrisa.

Steve fue quien ahora rió. — Sí, claro. — Aún le miraba con el ceño fruncido. — Lo único que siento es culpa por cómo lo tratamos todos. — Hizo énfasis en la última palabra. — Y rabia, porque al parecer soy al único que le importa.

Loki arqueó una ceja. — No actúes como el único que quiere algo de redención. Eso no te hace mejor que los demás. Stark no estaba solo, tenía un séquito como el tuyo. Jamás dudaron de él y no los ves lloriqueando. ¿Sabes por qué? Ellos aún tienen contacto. Ellos están felices de que Stark se fuera de este basurero. Tan sólo mira a mi hermano con su tonta noviecilla, ya sabrás que salieron a celebrar. Tú eres al único que le preocupa ahora. Patético. — Repitió Loki con una sonrisa.

— Me disculparé y eso es todo. Seguiré mi vida. — Guardó Steve su teléfono.

Loki soltó una gran carcajada. — ¿Cuál vida? La escuela no es una vida. No tienes ningún plan. Eres tan ridículo. — Le sonrió y aunque Steve quería golpearlo, en el fondo sabía que había algo de cierto. — Pero estás de suerte. Si lo único que deseas es disculparte, Stark vendrá a la fiesta secreta de Jan para celebrar que la escuela se salvó. — Rodó los ojos, no le entusiasmaba dicha fiesta, pero le encantaba el drama que causaba en el Capitán.

— ¿Cómo sabes eso? — Cuestionó Steve con desconfianza.

— Espío a todo el mundo. — Obvió Loki, como si se tratara de decir que el cielo de Midgard generalmente es azul. — Será una fiesta también para inaugurar la nueva piscina. Consigue un traje de baño para este fin de semana. — Loki se marchó, no sin antes hacer tropezar a América Chávez que pasaba por ahí.

Without YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora