Inesperado

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Las conversaciones continuaban entre risas. Tony permitía cada vez más el contacto con Union Jack. Rodearle por los hombros fue descendiendo. Primero a sus brazos, luego una mano sobre media espalda, hasta pasar a tomarle por la cintura. A nadie parecía importarle, sólo a Steve, quien ya tenía en su sistema seis sodas.

Ocasionalmente se reprendía. ¿Por qué le importaba? Podría seguir el consejo de Sam. Dar el tema por muerto. Tony estaba bien, se notaba. Nunca habían sido tan unidos y de serlo, terminarían discutiendo de nuevo por cualquier otra cosa. A su vez, no estaba solo, aunque eso sintiera. Tenía a sus amigos y Wilson tenía razón en que tenía muchas pretendientes. Es más, podría elegir.

Encantadora no era opción, aunque estuviese en la lista. A ella sólo le gustaba él por parecerse a Thor. Pero igual estaba interesada. Ella no dudaría en aceptarle salir alguna vez. Incluso lo presumiría con todas las chicas del campus.

La chica ardilla era otra en la lista. Algo arrogante. Cuando ella le confesó que le gustaba, no lo hizo de forma convencional. De hecho, recuerda sus palabras exactas: "Me gustas, Capitán. Si yo quisiera, serías mi novio. Pero me distraerías de mi racha como la mejor heroína." Aquello no lo esperaba y ni siquiera le respondió, sólo rió muy ansioso, con deseos de alejarse. A decir verdad... después de eso nunca hablaron más.

También estaba Sharon. Sabía que uno de los sueños de Sam era que estuvieran juntos. Tal vez hasta fantaseó en ser uno de los padrinos en su boda. No había nada más alejado de la realidad. Sharon es una buena espía, incluso a la par que Nat, con mejor humor. Todos pensaron por mucho tiempo que eran pareja, desde que llegó a la Academia. Admitía que eran muy parecidos, pero analizándolo, él mismo llegó a la conclusión de que era ella parecida a su papel como Capitán América, no como Steve. Y en muchas ocasiones... él odiaba ser el Capitán América. Sí, era lo único que conocía, lo que siempre deseó ser. Pero descubrió que lo que más amaba era ayudar, no ser una figura pública ni mucho menos fingir ser alguien que no era. Sharon lo adoraba por ser el Capitán. Estaba 100% seguro de que, de no tener el suero, ella jamás se habría fijado en él.

Y de repente la voz de Sam se escuchó en su cabeza diciendo: "Pero las cosas no sucedieron así. Tienes el suero ahora. Puedes tener una vida con ella." A lo que la voz de Bucky replicaría: "Sino sientes una conexión, no lo forces."

Ambos tenían razón.

Podría hacer una vida con cualquier chica. Incluso sino funcionara, habría otra y otra. Pero se sentiría sucio. No sólo las estaría utilizando sabiendo que no las ama, ellas estarían utilizándolo a él sólo por imagen.

Tal vez su destino era estar solo.

Pensaba en aquello mientras las sodas se terminaban. Pronto, lo último que quedarían serían cervezas y bebidas tropicales con algo de alcohol. Él no bebía. Aún cuando a su metabolismo el alcohol no le surtiera efecto por su rapidez, haciendo imposible que se emborrachara. Lo había intentado algunas veces y ahora prefería no hacerlo. De repente tenía el temor de que algún día el suero dejara de funcionar y terminara cometiendo una locura. No era alta la probabilidad, pero aún así.

Observó de nuevo a su alrededor, regresando a la realidad luego de salir de sus pensamientos. Porque últimamente se había vuelto consciente de que nada permanece igual, él mismo era prueba de ello.

Un día odiaba a Anthony Stark. Otro día le era indiferente. Pero ahora le importaba y ni siquiera sabía la razón.

Sobre la barra estaba Jan, sentada mientras preparaba algunas bebidas. No había notado que el grupo de Tony se encontraba tan cerca. Volvió a sentirse ansioso.

— Deberíamos jugar a algo. — Sugirió Thor con una sonrisa pícara. Pepper ya había bebido un poco, por lo que asintió a la propuesta y aquello les sorprendió a los demás, pero aceptaron.

Without YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora