5

511 61 21
                                    

Y efectivamente, nevó.

Cuando Steve salió y vio al lobo medio congelado en el porche, tiritando del frío. Los regaños de Natasha y los reproches de Sam le dieron bastante igual.

A pesar de ser un animal muy grande, no le costó nada el cogerlo en brazos y entrarlo en la morada. Fue hasta su propia habitación con él y lo dejo en la cama.

Lugar en donde el lobo estaba muy cómodo. Normal, anteriormente fue su cama. Mas la comodidad no fue suficiente.

El rubio corrió a taparlo con su cobija, cerrando puertas y ventanas, poniendo la calefacción e incluso metiéndose en la cama junto al animal y abrazándolo para intentar darle algo de calor. Algo que al animal no le importó en absoluto. Incluso de acurrucó en brazos del humano para intentar tener todo el calor posible que emanaba Steve.

Eso no cambio que realmente el animal estuviera muy débil. Tanto la falta de sueño y de nutrientes le hacía mal. Y es por eso que cuando Steve le puso enfrente un plato con unos filetes (está vez hechos y no crudos) se los zampo de un solo bocado.

Cuando el rubio se dio cuenta que el lobo se había dormido, decidió salir de su cuarto para encontrarse con un Sam bastante cabreado.

- ¿Enserio le has dejado entrar?- le reprochó el moreno.

- ¿Qué querías que haga? ¿Qué se muriera de hipotermia o una pulmonía? No pienso dejar que se muera.

- ¿Y qué más da?

- ¿Enserio acabas de preguntar eso Sam?

- ¿Por qué tanto cariño al lobo? Es solo un animal.

- Un animal que de verdad he tenido una conexión muy sentimental con él desde el primer momento en el que crucé miradas con él.

- Dios mío Steve, te vuelvo a repetir, es solo un animal.

- ¿¡Por qué no entiendes que he visto en él algo especial!?

- ¡También viste algo especial en Bucky y míralo, ahora está muerto!

Steve no respondió a eso directamente. Solo se quedó viendo a Sam con una cara inexpresiva. Pero en realidad por dentro tenía una gran lucha de emociones.

Mientras el moreno se arrepentía de lo que dijo inmediatamente.

- Steve...

- No Sam. Tienes razón, está muerto. Pero esa es mi maldición. Cada persona con la que me encariño muere, se va y no vuelve. Puede que eso me de las fuerzas suficientes para irme de aquí y vivir mi vida solo, así puede que tú no te mueras.

- No es eso.

- ¿Entonces que es? Porque a mí de verdad que me pareció eso.

- Solo que no quiero que realmente ese animal SALVAJE nos haga daño. Pero sobretodo, que te haga daño a ti. Si te encariñas y después se va el único perjudicado serás tú.

- Sam... no lo entiendes. He visto en los ojos de ese animal los ojos de la única persona que he amado. No puedo dejarlo ahora y menos cuando está en un estado tan delicado.

El ambiente fue tenso e incómodo, sobretodo para Sam. Este ya sabía que Steve es terco pero no sabía que lo sería por un animal.

Está claro que sería muy difícil de convencer.

Lobo Blanco  ~Stucky~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora