Lobo Blanco ~Stucky~

Epílogo

Un día se harto.

¿Ese lobo no se cansa? Un lobo rubio con reflejos pelirrojos. Muy guapo, las cosas como son. Pero eso no cambia que realmente quería sentarse en la piedra en donde el otro lobo estaba sentado. No era por nada, simplemente  Steve se sentaba en esa misma piedra. ¡Y él quería sentarse ahí! Recordar a su amor y ya.

Pero día tras día Bucky iba al río y el lobo misterioso seguía ahí.

Y un día se cansó y se acercó a él. La primera impresión fue extraña.

Esos ojos solo los vio en una persona, y esa era Steve. La reacción del lobo rubio fue muy extraña, demasiado feliz.

Bucky se sentía intrigado porque sentía que conocía a ese lobo de toda la vida, pero él no recuerda haber entablado conversación con él ni nada. 

Se comunicaron como pudieron, con gruñidos, ladridos, gestos, aullidos y mucho más. Pero por más que lo intentará Bucky no sabía qué hacer. No fue hasta que el otro lobo se acercó a él y juntó su frente con la suya, que se dio cuenta que realmente necesitaba a ese lobo en su vida.

Se dejo mimar un poco por él, tal y como lo hacía Steve en su momento. Se sentó y se relajó, dejando que el rubio lamiera su hocico o cuello.

Bucky tenía que saber si ese canino era Steve sí o sí. Realmente necesitaba saberlo. Lo único que se le ocurrió fue que si él mismo tuvo las placas de identificación cuando comenzó a ser un lobo, Steve también las tendrá. Acercó su pata delantera al pelaje espeso de su cuello y rebusco por ahí, el rubio se dejó hacer.

Y boom.

Ahí la encontró, no sabía lo que ponía ya que los lobos no saben leer. Pero eso era prueba suficiente de que ese lobo...

Era Steve.

Bucky comenzó a agitar su cola y jadear de la emoción de por fin tener a Steve a su lado. Y a esto Steve también se dio cuenta y también movía su cola.

Comenzaban a jugar y a mimarse mutuamente.

Por fin estaban juntos. Una promesa que se hicieron y la cumplieron.

Juntos hasta el final de la línea. Y si la línea era ser lobos, pues lo serían.

~FIN~