Capítulo 04

194 19 1
                                    

Fue un ruido lo suficientemente fuerte para alertar a todos, al no tener ninguna ventana desconocieron de donde venia. Luego una serie de disparos.

-Nos atacan ahora. –Squalo iba a salir, pero la puerta fue bloqueada por Elena.

-No deben de salir. –Tsunayoshi miraba su reloj que estaba en la hora en punto.

-Vooi, ¿Qué demonios pasa? -hablo nuevamente Squalo.

-Son ellos. -respondió Tsunayoshi.

-En ese caso debemos defendernos. -seguía Basil

-Confió en tu capacidad Basil. –Tsunayoshi no se inmutaba ante el ruido y el temblor producido de las bombas. –Pero dudo mucho que hayas enfrentado a sujetos como ellos.

- ¿Quién te crees? –se acercó Levi dispuesta a golpearlo, Alicia la intercepto.

-Confíen en mí. Si salen, ellos no tendrán piedad, los demás agentes de Varia fueron solo su merienda.

- ¿Qué quieres decir con eso?

-Hoy serian atacados, por un grupo de los Novum, primero sería Varia y luego Cedef.

- ¿Y porque no nos habías dicho antes? -Lussuria dijo angustiada

-Se los dije ahora, "dejar lo que ellos hagan"

Dispuestos a golpear por la frialdad de Tsunayoshi

Cuando iniciaría una batalla entre ellos, Alicia lista para pelear quien amenazaba a su jefe. Todos hicieron silencio en el momento del sonido del teléfono. Siguió sonando.

-Es de la oficina del jefe. –comento Levi al reconocer la línea de donde venia.

-Contesta. –ordeno Xanxus, Levi asistió, oprimió y lo que siguió después era el ruido de nos huesos y músculos siendo destrozados, lo hizo más horrible era el sonido de ser masticado, sonido de una persona agonizando.

-Oh perdón, estaba apreciando el cuerpo de sus hombres, parecen como simples sacos de carne. –la voz del hombre era burlona y bastante grave para saber que era adulto.

Xanxus no se inmuto, realmente no siento nada, si estaban muertos eran débiles y no eran capacitados para ser miembros de Varia.

- ¿Quién habla? –pregunto molesto, Xanxus no le importaba que acabaran con sus hombres, pero entraran a su mansión era la peor ofensa que pudo encender la ira de Xanxus.

-Mi nombre no importa, joven mimado. –ok este sujeto serio asesinado al ínstate que Xanxus lo viera y era solo necesario el tono de voz para saber quién era al momento de verlo en persona.

- ¿Qué quieres? –hablo esta vez Iemitsu.

Una risa bastante burlona o de un chiste bastante malo dio el sujeto de la línea. - ¿Qué haces aquí? –soltó otra risa. –Deberías estar con tus hombres y compartir últimas palabras.

Iemitsu era completamente diferente a Xanxus e importaba a sus hombres, dejando el hecho que no estaban tan capacitados como los Varia en batallas.

-Sawada-san ¿Qué hacemos? –pregunto Basil igual de preocupado que Iemitsu por sus compañeros.

-Oh apareció Sawada Tsunayoshi. –una leve risa. –Al fin sales de tu escondite. –esto lo dijo un poco más serio. –Tengo suerte de tener a todos ustedes en un solo lugar.

Se escucharon armas siendo preparadas.

-Recen a su dios y no mojen sus pantalones. –le dio una colada a su cigarrillo. –Me disfrutare de tu esposa, pequeño.

Colgó y todos los de la habitación no se movieron, el aire se hizo espeso y el miedo los invadió a todos. Nuevamente el aura de Tsunayoshi hizo de las suyas. Incluso Mammon antiguo arcobaleno temía.

-Caín, Lilith. –llamo Tsunayoshi. De la sombra de su silla donde estaba sentado Tsunayoshi salieron los mellizos.

Sus trajes victorianos blancos, su cabello rubio finamente peinado, por la unión de los dos seres malignos, tenía un ojo rojo y el otro azul, el color natural.

-Dinos, padre. –hablaron al mismo tiempo haciendo una reverencia.

-Limpien. Solo dejen a ese sujeto. –ellos asistieron, desparecieron de la misma manera que aparecieron.

-Esos niños. –susurro Nono. No había comentado nada, le era imposible tan siguiera entrar en combate y si lo hacía podía ser algo mortal.

-Alicia lleva a Nono y a mi padre a otro lugar seguro. Los Piarcis no tardaran en llegar donde tu base, Otosa. –Tsunayoshi se paró. –Alicia los guiara, ellos no piensan atacar la base principal de Vongola, pero no puede ser segura, será mejor que vayan donde están los Go.

-Hablare con el piloto que prepare la nave. –Alicia hizo una reverencia y se dirigió a Nono e Iemitsu. –Me encargare de escoltarlos.

- ¿Qué cosas dices, hijo? –Iemitsu intentaba buscar una palabra para poder saber más de lo que le pasaba a su hijo. –Me quedare a combatir con ellos.

-No, Varia es lo suficiente para hacer lo último y no quiero que estén en Sicilia en este momento, ellos tienen un plan más grande que solo atacar a Varia y Cedef, piensan hacerlo mañana cuando se supone que ustedes estén muertos.

- ¿Qué quieres decir Tsunayoshi-kun? -pregunto preocupado Nono, eso no se los había comentado

-Alicia les explicara lo que quieran hacer, pero váyanse ahora.

Elena abrió la puerta, Alicia iba a la puerta verificar si era seguro y el camino estuviera libre.

-Yo me quedare. -insistía Iemitsu.

-No. Ve, debes de avisarle a los demás, Lal Mirch y Collonelo están en Cedef. –Tsunayoshi vio su reloj. –Diles donde están, que se reúnan. Solo haz eso por el momento, por favor.

-Tsk. –fue la primero en salir con los dos hombre y Alicia, Elena cerró la puerta.

- ¿A qué te refieres sobre nosotros? –pregunto Belphegor, Xanxus tomo asiento y espero lo que diría nuevamente Tsunayoshi.

-Alguien les dijo sobre esta reunión. –llamo la atención de todos. –Dudo que hayan comentado sobre esto, Nono o alguno de sus hombres.

- ¿Alguien de Varia?

-No, no son tan descuidados. Por supuesto Cedef tampoco. -exclamo Tsunayoshi en una segunda opción.

-Y los que servimos al amo Sawada preferimos cortarnos la lengua. –exclamo Elena al ver el rostro de los oficiales molestos.

- ¿Entonces?

-Una familia que estuvo con Vongola, la tregua se acabó las cinco de la tarde. Ahora tiene la total disposición de atacar a Vongola.

-Ellos no pueden atacarnos.

-Pero no significa que mágicamente los tres líderes de Vongola se hayan reunido en la base de los Varia, lo sepan ellos sin haberlo comunicado algún momento. Los Novum

-Bien. –Xanxus tomaba su vaso de whisky rápido. –Vas te vale no estar equivocado.

-No.

Elena abrió la puerta, había asado el suficiente tiempo para los mellizos en deshacerse de los invasores. Un fuerte olor de sangre y de órganos humanos empezando a pudrirse podía sentirse en todo el pasillo desde la entrada y los disparos no cesaban al igual que los gritos de algunos huyendo.

Nuevo Terra (Katekyo Hitman Reborn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora