La noche era oscura y muy fresca, Aruko se había levantado debido a una inesperada sed y hambre, no le sorprendió porque estaba embarazada algo que conocía muy bien. En la noche había sirvientes que trasnochaban por si deseaba algo su reina.
Y los alimentos finamente hechos y calientes eran puestos en la mesa, de la habitación de al lado donde se quedaban a dormir sus pequeños.
Su vientre creció, pero no era algo nuevo, ya sabía cómo manejarlo, ahora con cuidado tomaba sus alimentos y se los dirigía a la boca con elegancia. a pesar que odiaba las clases de etiqueta y otras parecidas, no podía negar algo que ella era, una reina.
Como si algo supiera de su asaltante pasado, invadía en su mente, una sirvienta le acerco un teléfono y pudo escuchar la voz de su amado.
-Buenas noches. -con solo sonido de su voz, apaciguaba todo de su ser y sonrió.
-Buenas noches, amor. -corazones salieron de la cabeza de Aruko, las sirvientas que estaban cerca sonrieron levemente. No era un secreto que tenían un gran amor mutuo, aunque no debían revelarlo a nadie que no fuera de la familia.
- ¡¿Qué tal te ha ido?! -pregunto interesada Aruko mientras tomaba un bocado de comida animada.
-Bueno, ha estado un poco movido y...-chasqueo la lengua cuando recordó el idiota que se encontró en la mansión y sospechaba sobre Aruko.
-Alguien descubrió algo ¿verdad? -pregunto preocupada ahora.
-Si, pero lo calle rápido, además no fue por eso que me molesto sino porque...
-No tienes que decirme si te enoja con solo recordarlo. Ahora ya está callado y no puede hacer nada.
-Eso es lo bueno. -de repente se escuchó que algo caía del edificio y una explosión acompañada con un familiar grito.
-Por otra parte, va bien todo. -Aruko se levantó de su asiento y se acercó a la ventana para ver el mar que estaba completamente oscuro con un farol que iluminaba revisando el área.
-De maravilla, solo toca que ellos terminen y ya habrá pasado todo, terminare con mi padre. Luego iré a la Isla Catafalco y después a la Península Ibérica.
-Bueno cariño, que tengas éxitos.
-Si, al parecer ya terminaron ellos. -un botón que tenía cerca con una luz roja se volvió verde, Elena le mando la señal que ya estaba limpio todo, perfecto para que el entrara.
-Si, contigo siempre lo tengo. -sonrió no queriendo colgar, parecían adolescentes y no un matrimonio con hijos.
-Te amo.
-Y yo también te amo. -respondió Aruko sonriendo. La comunicación se corto, una sirviente acerco un balde de agua con hielo y ahí metió el celular Aruko.
No podía hablar tan seguido por la seguridad de ambos y debía de deshacer rápido de la evidencia que hubo.
Tsuna lo hizo cenizas con su mano y lo dejo en el cenicero del carro. Bajo abrochándose su saco, en el momento que pasaba la calle, llegaban cuatro camionetas negras y se estacionaron por la calle en la entrada del hotel.
-Ya saben qué hacer. -les dijo a los conductores, la puerta principal era abierta por una persona, hizo una reverencia a Tsuna susurrando "su majestad"
En el piso ya había unos cadáveres y sangre en la recepción con unas personas de limpieza empezaban a limpiar cerca.
-Bienvenido su majestad. -una recepcionista vestida muy elegante, se había hecho a un lado donde la pared se abrió dejando ver un elevador personal. -Su cena estará lista en unos minutos.
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Nuevo Terra (Katekyo Hitman Reborn)
FanficCuando algo termina en una fase de la vida, debe iniciarse otra. Hemos aquí, luego de encontrar el amor de su vida, Sawada Tsunayoshi debe buscar la manera de proteger a su nueva familia y recuperar la su antigua familia que sin dudarlos lo seguirán...