30 Millones

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- Daddy, ¿puedo hacerte una pregunta? - dije con voz ronca
- Las que quieras - me dijo posando su mirada en la mía
- Es sobre Emma, ¿por... por qué... ?, Dios mio esto es muy difícil para mí yo yo.. - Jimin dió un suspiró profundo y se levantó de la cama
- No fui yo quien la mató - dijo en tono seco
- Daddy, en el lugar donde fui entrenada se hablaban muchas cosas de usted - lo miré con preocupación, no sabía cómo iba a reaccionar.
- ¿Cosas? - río sarcásticamente y me miró - ¿Que tipo de cosas y quien las decía?— su mirada se volvió fría y me observaba fijamente
— En realidad, todos hablaban de usted, incluso Jin, el siempre decía "Si el señor Park, las compra a una de ustedes les daremos un número de emergencia, en cuanto comiencen a sospechar marquen y nosotras vamos por ustedes" —
Jimin tenía la morada pérdida en el suelo, se veía tan malo.
Veía a Jimin caminar de un lado a otro como si tomará fuerzas para contarme lo que paso, o tal vez no quería contarme nada.

Y entonces me dió una última mirada y se fue de ahí, sin decir ni una palabra más, se veía algo molesto y lo entiendo, digo no es nada bonito que hablen tras tus espaldas.
No podía consultar el sueño, no podía imaginar a Jimin pensado en todo lo malo que hablan de él, sentí que tenía que pedirle disculpas después de todo yo fui la culpable de ese mal humor.

Decidí levantarme de la cama y salir a buscarlo, fui directo a su habitación es noche y creo que debe estar descansando, cuando llegue a su habitación simplemente me quedé parada observando.

— Perdone que lo despierte Daddy — susurré para mi misma y me dispuse a tocar la puerta
— Todavía no duermo — mierda, pegué un grito y me voltee a verlo.
— Dios mio, pero que susto me acabas de dar — dije poniendo una de mis manos en el pecho
— ¿Que haces a estas horas acá?, Deberías estar descansando — me dijo cruzando sus brazos y posando su mirada fija en mi.
— Lo siento, yo solo venía a disculparme — le di una leve sonrisa
— Ternurita — se acercó y despeino mi cabello — Entremos y hablamos de lo sucedido —

Jimin abrió la puerta de su cuarto y me hizo pasar, me senté en la orilla de la cama y luego Jimin a mi lado.

— TN, no tienes por qué disculparte por que las otras personas hicieron y tu no — otra vez cruzó sus brazos
— Yo creo que no debí por que decírtelo, Jin lo prohibió decir — tenía la cabeza agachada
— Claro, el imbécil tiene miedo a que le hagan algo, pero tranquila no seré duro con el — una sonrisa de lado se le formó en su rostro y al verlo sonreí como tonta a lo cual el se dió cuenta.
— ¿Acaso tengo algo en la cara, o por que me vez así? — dijo poniendo atención a mi mirada
— Es eres jodimente hermoso — de inmediato puse mi mano tapando mi boca mierda no, no, no ¿por que?
Jimin sólo soltó una pequeña carcajada y se acercó aún más a mi.

— Tu también eres jodidamente hermosa — colocó un mechón de cabello detrás de mí oreja izquierda y se acercó aún más a mi, acortado la distancia entre nosotros
— Puede que sea un poco peligroso pero soy muy dulce
Estoy aquí para salvarte, y también estoy aquí para arruinarte, ahora sólo sigue el sonido de la flauta — me tomo de la barbilla y posó sus carnosos labios en los míos.
Una serie de besos comenzó y poco a poco los besos iban subiendo de tono

— Me estoy apoderando de ti — dijo apartándose de mi boca y susurrando en mi oído.

Rodee el cuello de Jimin con mis brazos, y le di otro beso, y así besándome nos fuimos recordando en la cama, metió su mano debajo de mi blusa, y poco a poco fue subiendola hasta tocar uno de mis pechos di un pequeño gemido cuando empezó a jugar con la punta de mi pecho.
Me quite mi blusa y el su playera, luego lo más rápido que pudimos nos quitamos las otras prendas restantes hasta que quedamos completamente desnudos.

— TN, ¿Estas segura? — y ambos nos quedamos viendo incados en la cama cada quien de un lado de la orilla de la cama.
— Por que de no ser así yo te prometo...—