Cuauhtémoc López, Te Amo.

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*Narrada por Aristóteles Córcega*

Estos últimos meses había estado muy ocupado con mi trabajado. Desde que mi Temo se había enfermado había comenzado a trabajar en una cafetería por las mañanas y los fines en un club donde cantaba.

Honestamente era agotador y sentía que me estaba comenzando cansar pero no quería dejar de hacerlo porque estaba ahorrando para comprarle un anillo a Temo, así es, y sé que estoy muy joven pero me gustaría sellar esta promesa de una vida juntos. Se lo había prometido y lo iba a cumplir, no quería esperar más tiempo ni esperar que algo más pasara entre nosotros. Además se que Temo no merecía nadamas que lo mejor y por eso estaba ahorrando mucho para comprarle un hermoso anillo que portara con orgullo y felicidad.

Mi suegro me había sugerido ayudarme a comprar el anillo pero yo me negué rotundamente, porque sino sentiría como si no valiera, como si ni me esforzara y esto debía ser algo que mi sudor y mi dinero lo sufragara.

Estoy seguro que Temo no se lo espera. Llevo meses planeando esto y será hermoso. Durante nuestro tiempo en Ciudad de México Temo se hizo afín a la Biblioteca Vasconcelos, un hermoso paraíso literario hecho de puro cristal en donde se albergaba enormes cantidades de conocimiento y arquitectura, y justo en el área de las literatura clásica pensaba proponerme. Llenarlo de flores y un momento muy íntimo entre él y yo.

Nuestro gran día sería en dos días y los nervios me mataban. Más que nada porque no sabía si nos sacarían de la Biblioteca o algo parecido, porque bueno digamos que no soy lo más silencioso del mundo.

DOS DÍAS DESPUÉS...

El día había llegado y yo había citado a Temo en Buenavista. El adoraba ir a esa plaza porque lo tenía todo, además le gustaban los trenes. El pretexto era que Diego lo llevará con mentiras para que todo fuera sorpresa.

Me quedé cerca de la entrada para ver el momento en que llegarán y subir rápido.
-Ya te dije que San Bernardo es cosa del pasado, ahorita conocí a un chico en Grindr que no te imaginas...
-Ay Diego, ten cuidado. Sabes que a mi me dan miedo esas cosas, no sabes ni quien es.

Los escuche mientras entraban y subían por el elevador. Tuve que caminar rápido por las escaleras para llegar antes. Me escondí detrás de unos estantes. Diego había llevado a Temo a la marca, cuando de pronto Diego le dijo que iba al baño para dejarlo solo. Mientras que Temo estaba perdido en sus pensamientos yo llegué por detrás. Sentí como brinco del susto.
-Tahi-le susurré.

Temo gritó y todos nos voltearon a ver. Se apeno tanto que parecía algo molesto.
-Tahi, ¿qué haces aquí?

Y entonces había llegado el momento. Me coloque frente a él.

-Cuauhtémoc López, sabes que soy un hombre algo indeciso pero cuando algo quiero, voy por eso sin parar. Recuerdo la primera vez que me trajiste a esta biblioteca. Parecías un niño pequeño todo feliz sin saber a donde ir. Tú Cuauhtémoc haz hecho mi mundo mejor. Contigo he aprendido y he caído, pero nunca me has dejado. Siempre has estado para mí y significa todo. Tú haces que yo quiera levantarme todos los días y querer ser un mejor hombre. Esta vida no la imagino sin ti. Y aunque sé que estamos jóvenes aún, nuestras almas se encontraron nuevamente a temprana edad y no pienso dejarte ir.

Tú eres la música y mi musa. Por ti es que el día de hoy-me inque-quiero pedirte que-saqué el anillo-te comprometas conmigo. Este anillo significa que un día no muy lejano tú y yo estaremos unidos por siempre. ¿Qué dices? ¿Te quieres casar conmigo?

Todas las personas nos estaban viendo, muchas nos tomaban fotos, otros hacían sonidos de admiración y yo estaba muy nervioso. Mis piernas me temblaban y Temo no decía nada.

-Tahi, debemos hablar primero, pero en privado-dijo mientras me levantaba y cerraba la caja con el anillo.

Oh no. ¿Temo había rechazado mi propuesta? 😢

Lo Que Siempre Quisimos Ser. #Wattys2019 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora