No eres bienvenido.
"Un sentido profundo y misterioso de la belleza del universo... y la triste belleza del sufrimiento humano".
Un amor que, por suerte o por desgracia, puede volverse más real que la muerte de un joven que no fue elegido como ext...
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23:00.
Jeongin sabía perfectamente que no estaba bien ni mucho menos seguro sea dónde se encuentre en este momento. Recién la noche profunda había iniciado y él no logró tan siquiera cerrar sus ojos, tenía mucho miedo, aunque se encuentre siendo atendido como un rey, pero eso no le quitaba de su mente que podría ser lastimado e incluso asesinado en cualquier momento. Sabía perfectamente que estaba en peligro, había sido capturado estúpidamente fácil y posiblemente ellos creen que su plan con él será completamente sencillo.
Estaba completamente aturdido por la situación, aun cuando más tenía a su supuesto asesino justo a un lado de él. No sabía qué hacer tenía tantos nervios que podría llorar en cualquier momento, llegó hasta el punto de pensar el su trabajo, era lo mínimo, pero estaba tratado de buscar una solución de escape fácilmente e incluso llegando a pensar si al escapar podría buscar otra casa ya que los que lo trajeron posiblemente sabían perfectamente dónde vivía él.
Se sentó con mucho cuidado entre sus piernas, tratando de no hacer el más mínimo ruido. Quería pensar más claro pero el sueño normal de esas horas le estaba ganando, debía mantenerse alerta. Miró a su costado encontrándose con Hyunjin, su supuesto asesino que él mismo creyó, pero no sabía si realmente lo era, ante las circunstancias que le podrían pasar, todos eran asesinos y venían en contra de su vida. Continuó su vista por toda la habitación en busca de algo o lugar para escabullirse, manteniendo su atención completamente centrada.
Mientras tanto Hyunjin, desde el momento que se acostó con su pequeño amado se había mantenido despierto y en guardia. Pará su suerte, Hyunjin había adoptado la costumbre de ser una completa roca al hacer ese tipo de cosas, su silencio, su postura, su respiración profunda, habían actuado a la perfección. Quería proteger a Jeongin ante todas las cosas, aunque implique hacer lo más mínimo.
Quería pretender estar dormido, aunque no había cerrado un ojo desde el momento que apago las luces, no iba a alarmar más a Jeongin, pero tampoco que su padre pensase entrar a su habitación y quisiera hacer algo a su amado. Sabía que Jeongin había llegado a ese mundo tan cruel que vivir para él no es importante ni mucho menos necesario pero el chico no sabía nada de lo que sucedía a su alrededor.
Hyunjin había notado el nerviosismo de Jeongin desde el momento que apago las luces, su respiración acelerada, el temblor en su cuerpo, los leves sonidos que salían de sus lindos labios al sentir un ruido causándole temor, seguramente creía que al hacer algo por sí mismo le sería peor. Quería proteger a su mayor, pero no quería tampoco agobiarle.
Jeongin se encontraba en defensiva, su respiración estaba completamente entre cortada, maldiciéndose a sí mismo porque no mantener la calma, aunque alguien en esa situación nadie podría. Trato de levantarse con cuidado, pero al hacer el intento de moverse aún más lejos rápidamente fue determinado por unas grandes manos alrededor de su brazo.
