15: Capítulo.

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Su especulación podría ser la correcta porque después de todo no había nadie mas y era muy obvio después de aquel suceso que lo acabo por completo

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Su especulación podría ser la correcta porque después de todo no había nadie mas y era muy obvio después de aquel suceso que lo acabo por completo. Se podría decir que es absurdo de su parte, claro, al final son una familia, padre e hijo, pero ¿Qué lo define como una familia si sus atributos son muy distintos? Sabia que estaba solo desde un principio y su único apoyo era su enemigo, pero nunca le hizo daño a él ¿Por qué le haría algo si no hizo nada?

—¿Tal vez porque lastimo a otros sin razón alguna?

Estaba tan cansado del propio consejo de él, no había duda, tan cansado de su mayor y de él mismo, ya que, no había algo mas por hacer. Arrepentido, agobiado, destruido, tanto por decir en su cabeza, pero sus acciones eran ninguna. Quiera llorar todas las noches como siempre, ahogarse en las almohadas empapadas de lágrimas y mocos teniendo pesadillas que no eran relatadas, todo por unas acciones incoherentes de la única persona que debía y tenía la obligación de darle una vida llena de amor, pero... no todos tenían ese privilegio de ser amados como debía, al final, solo era un niño que no sabia nada de lo que ocurría ni mucho menos cuando vio con sus propios ojos inocentes a alguien ser destruido en vida o muerte.

Sus ojos inocentes... temblando, agitado, con un fuerte golpe a lo que era ese mundo, un mundo muy despiadado para alguien tan pero tan joven, que solo una fuerte oleada que valentía que le dieron los ángeles, le hizo actuar como un verdadero dios, un dios para alguien que lo necesitaba de verdad, no un dios que solo pedía que se arrodillen ante él cómo el soberano de todo y todos los tiempos.

Hundido en una gran abominación, lleno de ojos manchados de sangre, pero solo era un niño, un niño, ¿Qué podía hacer un niño? A simple vista de él no fue nada ni nadie, no logro cumplir con lo que debía. Vivió tan solo, encerrado ante los ojos de los demás, en una habitación que lo hacia tener el cielo ante sus pies sin saber que afuera de esa puerta era el mismo infierno. Quiera tanto irse, tanto anhelaba acabar con él mismo porque... no podría convivir con esa gran vergüenza de persona que le dio una vida llena de color de rosa. Un color de rosa que no significaba nada, sus cuidadores pagados que terminaban con su vida llena de felicidad con un amor comprado y abatido por el resto de inocencia pura, una inocencia que te hacia retorcerte como el ser humano más vil y sucio que eres.

Si ese tan solo destello de soberanía nunca hubiese existido todo seria normal para la vida como el resto. Dejando el alma destruida con un cuerpo vacío e inservible ahora, con piernas encogidas o quemadas, con espasmos de las ultimas reacciones nerviosas, con piel o sin piel arrancada como animales listos para vender, con ojos salidos, rostros deformes, tantos llantos y gritos que no eran escuchados por sus oídos suaves y lindos, cubiertos con canticos para distraer y ocultar la desgracia que es llamada vida.

Pero, todo eso tiene su propio fin, donde cada uno se quita su pureza a su manera, pero también donde la vida se encarga de arrebatártela de las manos en unos simples segundos, donde para unos es lujuria y de más gustos, pero para otros es un caos total, donde nadie debía toparse con ese desastre de batalla, ¿Dónde quedo tu inocencia, pequeño y vil humano? Puede ser muy, pero muy doloroso para unos y muy agobiante recordar ese pasado.

𝗛𝗜𝗥𝗔𝗘𝗧𝗛, 𝗛𝗬𝗨𝗡𝗜𝗡.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora