No eres bienvenido.
"Un sentido profundo y misterioso de la belleza del universo... y la triste belleza del sufrimiento humano".
Un amor que, por suerte o por desgracia, puede volverse más real que la muerte de un joven que no fue elegido como ext...
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¿Quién es?, ¿Dónde estoy? Quiero irme. No quiero estar aquí.
Recién estaba amaneciendo, el cielo en tonos morados, azules, amarillos, rosas y naranjas decoraban la hermosa mañana junto a los rayos del sol que pasaban por las cortinas haciendo despertar a menor de los Hwang. Hyunjin tenía trabajo, por lo que al despertar comenzó a prepararse rápidamente para irse lo más temprano posible. Salió de su casa ya listo y tomo uno de sus autos para disponerse en marcha hasta la empresa. El día estaba muy bonito, simplemente le gustaba por lo que no esperaba que este fuese arruinado.
Iba concentrado en el camino tomando una de las rutas que pasaba cerca de una universidad y un instituto público que daba cerca de la dirección a su destino. De paso fue recordando los momentos en lo que él mismo pasó por el área en busca de algún amigo. Ya que en varias ocasiones su padre se negó en que asistiera a institutos públicos o en si estudiar fuera de casa y por eso mismo sus primeros años de estudio fueron en casa y cuando logró a asistir a una institución le fue difícil hacer amigos.
Paso cerca del lugar bajando un poco la velocidad por los reglamentos del área, luego continuando paso justo donde trabajaba Jeongin, la misma cafetería y la típica cafetería que se situaba cerca de la universidad. Fue notando entre las pocas personas que estaban llegando o ya de por sí desayunando en el lugar donde se encontraba su secreto más preciado, lejos de los ojos de su padre.
—Hola, de nuevo. —Mencionó al pasar y justo verle atender a los clientes. Era lógico que tomará esa ruta para llegar a su trabajo.
Estaba perdido, pero estaba muy contento por el hecho de conocer a alguien que aún no conoce las intenciones que las personas podrían hacerle e incluso, alguien que Hyunjin conoce perfectamente. Lo amaba tanto sin ni siquiera saber aun su repuesta, menos su propia existencia.
—Te seguiré protegiendo café con leche. —Sonrió ante eso. Su mañana volvió a empezar con significado y felicidad, felicidad ocasionada por un lindo chico que no lo conocía. Aunque le era difícil, pero sabía qué debía hacer, hacer todo por él.
Pero por el momento debía ocultarlo.
Luego de un par de horas, siendo ya hora del almuerzo. Hwang se encontraba con sus amigos, después de una mañana larga de trabajo estos decidieron reunirse por el típico de no verse en días les hacía falta. Tuvieron una linda tarde juntos, hablando y disfrutando entre ellos, tomando así la tarde libre.
Luego de varias horas, estando ya algunos un poco pasados por el alcohol, comenzaron a hablar de más, lo normal en personas ebrias. Hyunjin, aún se mantenía consciente de todo lo que estaba pasando en esa tarde, había decidido en no tomar más de unos tragos. Los mayores a él simplemente le propusieron en que lo intentará, ¿qué malo podría pasar? Todo, no podía estar con cabeza baja.
Al oscurecer llegó a su casa en donde ya se encontraba su padre que al verlo llegar se acercó a él como era de costumbre. El menor trato o más bien decidió por ignorarlo, pero no lo logró, pues este lo seguía y seguía cada uno de sus pasos sin decir nada, hasta que en un momento de frustración Hyunjin habló.
