ein Kuss für ein Lächeln

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                                                                  ADVERTENCIA

este capitulo contiene lenguaje altisonante, escenas de violencia y otras cosas dignas de ponerse a llorar, en fin, quedan advertidos ¡a leer!



KARA'S POV

ya sabía lo que me esperaba al llegar al orfanato, debía seguir las reglas del toque de queda, ¡llegaba una hora tarde!, bajé de la limusina despidiéndome del chofer, tomé una respiración profunda para subir los peldaños de madera podrida, saqué las llaves de mi mochila para abrir la puerta, al entrar cerré, todo estaba en un silencio sepulcral.

- que milagro tenerte de vuelta – escuche la voz rasposa de la señora Strauss

- lo siento mucho, no me di cuenta de la hora – respondí con voz temblorosa

- eso noto, dime, con quien te revolcaste esta vez – en su mano traía el rodillo para amasar

- con nadie... solo estaba en casa de una compañera –

- a otro perro con ese hueso, Jason me dijo que te había visto en la calle con un hombre mayor esta tarde –

- ¡pues es mentira! después de clase me quedé en la escuela, y más tarde fui con Diana a su casa para terminar el proyecto – la mujer me miró con furia levantando su mano, dándome un golpe en el rostro con el rodillo, perdí el equilibrio cayendo al suelo, de inmediato el latigazo de dolor surcó mi rostro, había golpeado mi mejilla con esa cosa

- ¡aprenderás a no mentirme zorra! – lanzó una patada a mi muslo, vi que volvía a levantar el rodillo dispuesto a golpearme, levanté mis brazos para proteger mi cabeza y el golpe llegó, el dolor era terrible, siguió gritándome improperios mientras me golpeaba con fuerza, esta mujer estaba enloquecida, bajé mis brazos y otro golpe llego, esta vez a mi cabeza, abrió una brecha de la cual empezó a brotar sangre - ¡dormirás en el hueco! ¡y no comerás en esta casa lo que queda de la semana! ¿me has entendido? –

- si... - respondí sin fuerzas, levanté la mirada, y en el rellano de la puerta de la cocina. Un par de ojos me observaban ¡era el infeliz de Jason!, quien reía por mi castigo

- cura esas heridas – la mujer se fue dejándome tendida en el suelo, me levanté para ir rumbo a la cocina

- cuando me harás un trabajito a mí – dijo Jason cuando pasé por su lado

- lo siento, pero no me gusta la carne en barra – fui lo más asquerosa que pude

- sí, sé que prefieres el pescado, ¡pero cuando quieras puedes probar de mi carne! – dijo tocando sus genitales

- no gracias, quedaría con hambre – lo miré de mala manera y terminé por adentrarme a la cocina para agarrar un par de trapos y limpiarme

- ¡no te atrevas a despreciarme zorra! – me empujo de tal manera que quede aprisionada entre el mesón y su cuerpo, empezó a moverse tras de mi simulando embestidas, sentía su erección entre mis nalgas, agarro mis manos para ponerlas sobre la mesa y hundió su cabeza en la curva de mi cuello – no te imaginas cuantas ganas tengo de desgarrarte – dijo jadeando sobre mi piel

- ¡suéltame! – le grite intentando zafarme, pero el dolor en mis brazos lo impedía

- no, no lo voy a hacer, voy a follarte aquí mismo – se movía de manera más agresiva y rápida

- ¡déjame ir!, ¡por favor! –

- pronto rogaras para que no salga de ti, no voy a parar hasta saciarme – el que fuera tres años mayor, más alto y con más masa muscular lo hacia una mole para mí, tenía mucho miedo, temblaba como una hoja al viento, gritaba, pero nadie quería bajar a ayudarme

Wunder der seeleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora