Wunder der seele

Das Ende des Schmerzers?

KARA'S POV

Llegó la hora de la salida, Lena ya me estaba esperando fuera del instituto delante de su limusina, me sonrió y me invito dentro, me invadió la nostalgia, aun extrañaba a Diana, me preguntaba a donde había ido y si estaba bien, sacudí mi cabeza para que esos pensamientos se fueran... ¡debía olvidarme de ella!, durante el camino sentía la mirada de Lena mientras yo me ocupaba de mirar por la ventana del auto.

Ambas llegamos a la casa, la puerta fue abierta por una mujer mayor, quien me brindó una sonrisa amable

- iremos al patio, por favor lleva refrescos y unos cuantos postres – Lena ordenó a la amable mujer quien asintió y se fue – ven, por aquí – agarró mi mano cruzando nuestros dedos y me guio por la amplia casa, salimos a un campo abierto, el jardín estaba decorado con enormes árboles, rosales blancos y otras flores que no reconocía, era realmente hermoso - ¿te gusta? – me pregunta

- ¡claro que sí! – le digo emocionada - ¡esto es un pedazo de cielo! – murmuró algo que no pude oír

- ven, sentémonos allí – señalo una mesa blanca con sillas del mismo color y bordadas de dorado –

- gracias – le dije

- Kara, yo... he estado pensando mucho este último tiempo, quiero agradecer por tu amistad, por permitirme entrar a tu vida, me has hecho muy feliz... – su mirada se hizo brillante, como si quisiera llorar ¡no puede llorar! – la verdad es que... - estoy entrando en pánico, ¡por favor que alguien me salveeee

- señorita aquí está lo que me pidió – la mujer llegó a la mesa con una bandeja donde estaban los jugos y unos postres que daban la apariencia de ser deliciosos

- ¡muchas gracias! – mi agradecimiento era por los postres, y también por interrumpir

- bien, ahora déjanos solas – la voz de Lena sonaba hostil

- si señorita – la mujer huye del sitio

- Kara... -

- se ven deliciosos ¿puedo? – señalé un pastelillo glaseado

- claro... - empecé a comer bajo su atenta mirada

- Kara, yo... -

- ¿no vas a comer? – le dije nerviosa

- yo... si – le di una rosquilla la cual agarró y mordió, dio un gemido placentero, eso provocó que me atragantara – ¿te encuentras bien? – me pregunta

- si... - después de segundos tortuosos donde pensé que moriría pude detenerme

- Kara... -

- ¿Qué ibas a enseñarme? –

- ¡deja de interrumpirme! – se exalto – hay algo importante que quiero decirte, por favor escúchame –

- yo... está bien - ¿Qué es? –

- Kara, lo siento, no quise gritarte, es que... la verdad ya no puedo seguir así – empezó a jugar con la rosquilla despedazándola con sus dedos

- pero que ocurre –

- Kara, tú me gustas, me gustas desde el primer día, y el tiempo que hemos pasado juntas, ha sido maravilloso, he ido conociendo poco a poco lo gran persona que eres, y te agradezco la amistad que me has brindado, pero... -

- pero... –

- quiero algo más, no quiero seguir siendo solo tu amiga – me dice con decisión mirándome fijamente