der Geschmack in Stufen

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KARA'S POV

Pasé el resto de la tarde en casa de Lena, jugamos un rato, y en otro momento me comió a besos, parecía tan feliz, y yo... solamente pensaba en lo indispuesta que estaba para entrar en otra relación, si... Lena me encantaba, pero quería esperar un poco más para recuperar mi poca confianza, aún así no pude decirle nada, tenía miedo de hacerla llorar, o que se enfadara conmigo, llegué al orfanato a eso de las 8 de la noche, ya había pasado la hora de la cena, así que me duché y me fui a la cama, reflexioné en todo lo que me ha ocurrido desde que tengo uso de razón, y aun siendo atormentada, el sueño vino a cubrirme con su velo

A la mañana siguiente me desperté para hacer mi rutina, al salir de casa Lena y Sammy me esperaban, me acerqué a ellas y mi ahora novia me besó como saludo, me separé rápidamente y mi mejor amiga me miraba con gesto interrogante, se venía un torrente de preguntas, caminamos juntas rumbo al instituto, en el pasillo James intentó acercarse a Lena, pero esta lo evadió, ambas me dejaron en el salón de clase y ellas se fueron al suyo ¡qué suerte!, la mañana pasó sin ningún contratiempo y llegó la hora del receso, la actitud impredecible de Lena me daba miedo, que me besara delante de todo el mundo, quien sabe que venganza podría ejecutar James por haberlo abandonado, estaba terriblemente nerviosa, entre con paso vacilante a la cafetería, hice la fila para pedir mis alimentos y me fui a la mesa donde estaban mis amigos, Lena y Sammy llegaron minutos después, Lena se sentó a mi lado izquierdo, y Sammy a la derecha

- hola cariño – beso mi mejilla

- hola... - le respondo nerviosa y sonrojada

- bien, creo que es hora de que nos digan que se traen ustedes dos – hablo Sammy

- yo... - pensaba en que podía decirle

- pues resulta que Kara y yo estamos saliendo ¿no es así amor? – dijo Lena

- yo... si, es verdad – no me atrevía a mirar a mi mejor amiga

- vaya, que inesperado – dijo Emma

- felicidades señoritas – esta vez fue Regina

- bueno, Luthor, estás a prueba, si llego a saber que le haces daño a mi hermana, te saco las gónadas con mis propias manos ¿me has entendido? – Sammy y su lado protector

- entendido, quiero conservar mis gónadas – Lena le sonrió

- bueno, a comer – Sammy atacó su plato, y todos le seguimos el ritmo

Al terminar nuestros refrigerios hablamos un rato para matar el tiempo que quedaba, Lena se llevaba muy bien con todos, me gustaba que encajara en nuestro grupo, llego la hora de volver a nuestras clases, hoy en la tarde no estaría con mi ahora novia, pues ella tenía entrenamiento y yo debía trabajar, el resto del día paso de una manera normal, aburrida y muy monótona, salí del instituto para dirigirme al supermercado, me llevé unas cuantas reprimendas por mis distracciones, al final del día volví a casa, hice mis tareas y me fui a la cama.

1 MES DESPUES

Debo decir que mi relación con Lena ha avanzado demasiado, sus atenciones e insistencia han hecho mella en mí, ha hecho que las heridas de mi alma sanaran en gran medida, todos en la escuela sabían de nuestra relación, y nadie decía nada... supongo que ser la hija del alcalde del pueblo tenía sus ventajas, Sammy le brindó toda su confianza y yo por fin me sentía plena después de tanto tiempo de sufrir, ya podía admitir que quería a Lena, hoy era su fiesta de cumpleaños, invitó a casi todo el instituto a la mansión Luthor para la celebración, y yo, era su invitada especial... estaba muy nerviosa, ¿Qué podías regalarle a alguien que lo tiene todo?, llevaba un par de días comiéndome el coco pensando en que podría darle, y absolutamente nada se me ocurría, Sammy no me era de mucha ayuda, sus comentarios eran cada vez menos decorosos, decidí comprarle un muy modesto collar, pues dinero no tenía, pedí permiso en el orfanato, y muy extrañamente la señora Strauss me lo concedió, feliz subí las escaleras rumbo a la alcoba, me duche y me puse las prendas menos gastadas que tenía y salí de la casa, caminé varios minutos hasta la parada del autobús que me dejó a unas diez cuadras de la mansión, caminé el resto del trayecto, a pocas cuadras se podía escuchar el estruendo de la música, metí mi mano al bolsillo de mi chaleco para acariciar la pequeña cajita, sonreí... en verdad esperaba que le gustara.

Wunder der seeleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora