Un paseo...Capitulo 3

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Subió las escaleras corriendo y se lanzó a abrazar a JunmYeon en cuanto llegó a él.

-¿Q-qué pasa?

Todos lo miraron, pero ChanYeol solo podía reír y besó el libreto antes de gritar.

-¡Lo encontré!

-Tampoco tienes que ponerte así, podríamos haberlo fotocopiado o... 

-No. -se arrodilló. Todo estaba en silencio y los pares de ojos solo se centraban en él- Se acabó la espera. 

JunmYeon jadeó.

-Bromeas.

Movió la cabeza. Él tampoco se lo creía.

-¡Sé dónde estudia! 

Los ensayos terminaron muy tarde, tanto que cuando llegaron al hotel, JunmYeon se quedó dormido segundos después de tocar la cama. 

ChanYeol se deslizó en silencio y entre la penumbra hasta la ventana, con la bola de cristal en una mano y se sentó en el alféizar. Apoyó la sien el cristal, suspirando. Ella había estado siempre ahí, no lo había abandonado ni una sola noche. Solía mirarla antes de irse a dormir, rezarle en silencio, jugar con la bola de cristal e imaginar que él también miraba la luna aunque fuera a distintas horas, que todavía pensaba en él y que iba a ir a visitarlo y sería recordado.

Cerró los ojos poco a poco, sonriendo. Cerró los dedos con fuerza en aquel último regalo de navidad y se quedó dormido mientras planeaba cómo sorprenderlo. Podía hablar con LuHan e ir a su casa, averiguar su número de teléfono, esperarlo en la salida de la universidad o en la entrada, pero nada lo convencía lo suficiente. 

Cuando despertó la mañana siguiente estaba nervioso y seguía cavilando. Pasó horas así. Hasta que se decidió. Se dejó caer en una silla junto a JunmYeon mientras TaehYung y Yixing hacían una escena padre e hijo. 

-¿Cómo estás? 

Se mordió el labio y lo miró con una sonrisa nerviosa.

-JunmYeon -cogió aire-, ¿me dejas la moto?

-¿Para qué? -sin necesidad de contestar, su mejor amigo pareció darse cuenta- De acuerdo.

Las llaves cayeron en sus manos como el más preciado tesoro que hubiera podido recibir, casi tanto como su carné deconducir o su primer teléfono móvil. Cerró los dedos con fuerza y abrazó a JunmYeon con los brazos temblando, con las piernas hechas gelatina al levantarse y el corazón convertido en una música de tambor. Se levantó y cogió aire profundamente antes de salir corriendo.

-¡Chan!

Ignoró la voz de JongDae. Porque iba a verlo. Porque iba a recuperarlo. Porque se había terminado la espera. 

Se monto en la moto de golpe, se puso el casco y arrancó después de poner el nombre de la universidad en el GPS de su celular. Siguió instituciones todo el camino, no necesitando pensar y usó justo eso para imaginar mil y un escenarios y reacciones de lo que ocurriría cuando se vieran.

Nunca había estado tan nervioso y feliz a la vez, ni siquiera la primera vez que actuó. Park ChanYeol siendo actor, ¿quién iba a decir que el niño que soñaba con ser sacerdote sería ahora actor de teatro? ¿Quién le hubiera dicho que no se arrepentiría de nada?

Piso el freno y la moto paró, justo frente a la puerta. Corrió hasta estar dentro del edificio y se dirigió a la mujer de pelo blanco que atendía la recepción.

-Disculpe. -intentó usar el mejor inglés posible y sin embargo ella lo miró sin interés sobre sus gafas.

-¿Puedo ayudarle en algo?

Inocente Tentación 2 [ChanBaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora