Sueño o realidad...Capítulo 13

869 77 35
                                    

Chanyeol abrió los ojos en una sala de baile. Miró hacia abajo y se encontró vestido de Santa Claus. ¿Qué hacía él vestido así? Se tocó la barba y acarició el disfraz, confuso.

Y de repente un montón de niños lo rodeaban en una habitación superlujosa y llena de gente. Algunos le decían cosas que él no podía oír, sonreían, saltaban, se le sentaban en las rodillas. Notó su boca moviéndose y su voz saliendo y su cuerpo actuando sin su permiso.

Vio a BaekHyun sentado frente a él con una sonrisa de oreja a oreja que le pareció preciosa. ¿Por qué en la vida real no lo veía sonriendo así? ¿Qué debía hacer para ello?

Parpadeó.

La sala otra vez, vacía, y él vestido de traje con un gorro rojo en la cabeza.

BaekHyun otra vez, sonriendo, precioso.

—Ángel mío —dijo su voz. Ese no era él. Él no podía estar llamando así a BaekHyun. ¿O sí? No. Por muy angelical que BaekHyun pareciese, por muy hermoso que fuera. Él nunca había exteriorizado sus pensamientos.

Parpadeó.

BaekHyun se había puesto su gorro. Estaban agarrados, mano a cintura, mano a hombro, el vals sonando de fondo.

Uno.

Dos.

Tres.

Y un árbol de Navidad frente a sus ojos. Se los frotó con fuerza. ¿Qué estaba pasando? ¿Dónde estaba? ¿Quién era esa mujer en silla de ruedas? ¿Y ese hombre? ¿Y por qué BaekHyun le acababa de dar un regalo?

Él no quería regalos.

El menor estaba tan precioso con su colgante. ¿Qué colgante?

Una guerra de bolas de nieve.

Un columpio congelado.

Un abrazo bajo las sábanas.

Una bola de cristal. La sacudió.

—Señor ChanYeol...

Acarició su pelo, su mejilla ruborizada, sus labios finos. Cerró los ojos, se inclinó.

Lo besó.

—¡Señor ChanYeol!

¿Por qué estaba besando otra vez a BaekHyun? ¡No debía besar a Baekhyun! ¡No podía! ¡No estaba bien!

—¡ChanYeol!

Se despertó.

Su pecho subía y bajaba sin control. Estaba sudando a chorros. Le dolía la cabeza de forma casi exagerada. Tenía la garganta seca, los dedos apretados en las sábanas y el corazón a punto de salírsele del pecho.

Miró a su izquierda con desesperación, aunque no sabía lo que buscaba. Al no encontrar nada, giró su cabeza. Se encontró con un par de ojos marrones que lo observaban fijamente, que le atravesaron el alma, que le hicieron creer que aquel raro sueño había sido real.

Pero eso era imposible.

Una mano cayó sobre su frente y cerró los ojos con fuerza sin razón alguna. Intentó controlar su respiración inútilmente. Intentó dejar de pensar en el sueño y solo fue capaz de hacerse daño al apretar el labio bajo los dientes.

—No tiene fiebre —le oyó susurrar—. ¿Se encuentra bien?

—Tú —a pesar de la oscuridad, podía verlo. Podía ver su piel delicada, sus ojos brillantes, su expresión preocupada, su pelo deshecho, su brillo de ángel. Abrió la boca para intentar hablar y toda palabra se le quedó en una tos ronca.

Inocente Tentación 2 [ChanBaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora