Era tan odiosa su presencia, el solo escucharlo me irritaba me hace querer golpearlo, pero bueno, uno no puede golpear a su maestro de química por más idiota que sea, y sí, el maestro Shion era lo primero que pensaba cuando escuchaba la palabra “idiota”, aunque haya entrado a trabajar el año pasado la mayoría tiende a tratarlo bien ya que es un “hombre joven”, es solo un viejo que se considera joven, tiene 24 años, es un adulto comparado con nosotros que tenemos 17.
“sí tienen algún problema no duden en confiar en mi”
Menciono la primera clase que tuvimos con él, claro las desesperadas de la clase se sintieron conmovidas con aquella estúpida frase como si a algún profesor le interesasen sus alumnos, solo vienen aquí a trabajar para después poder cobrar por enseñarle a unos niños, él era ese tipo de persona, estaba seguro de eso, a ese estúpido duende de cabello azul solo le importa el dinero, hasta podría decir que se acuesta con sus alumnas, tan solo mirar su cara de mujeriego me lo afirma, lo odio demasiado además de odiarlo a él, también aborrecía a la química, la asignatura que más odio junto al profesor que peor me cae, ¿por qué es tan necesario saber química? La única respuesta que pasa por mi cabeza es solo una, fabricar drogas y venderlas en la esquina de la escuela, lo peor es que no era mala idea, tal vez ganaría dinero, lo suficiente para vivir un poco mejor que la vida de mierda que estoy llevando, aunque cualquier vida es buena a comparación de la mía. Si tan solo, esos idiotas que se hacían llamar mis padres no me hubieran abandonado todo estaría jodidamente mejor, esa maldita zorra que dice ser mi madre, prefirió a ese alcohólico antes que a su único hijo varón, así que jamás volveré a recordarla… solo es una molestia que no merece que la recuerde… simple basura…
-Kagamine, ¿podría decirnos la respuesta del ejercicio tres? –el maestro Shion interrogó, ese malnacido, sabía que estaba distraído pensando en mis cosas por eso me pregunto, seguro hasta sabe que no se la estúpida respuesta, así que contestare la primera idiotez que salga de mi boca.
-Pi. – gran respuesta Len, Pi siempre es importante en la química y matemática.
- ¿podría repetir su respuesta Kagamine Len?
-Pi. 2,2435
-señor Kagamine primero su respuesta es incorrecta y segundo los dígitos de Pi son 3,1415… - sonrió, una sonrisa provocándome a que me levantase a retirarme la de clase o la mejor opción que era golpearlo, pero debo de mantener mi promesa, se lo prometí… le prometí que terminaría la escuela sin ensuciar mi registro, si llegase a golpear a este duende de cabello azul mancharía mi registro y seria casi imposible para mí, conseguir trabajo en algún lugar, así que opte por quedarme sentado guardando silencio.
-maestro Shion ¿Cuál es la respuesta? – interrogo la lambiscona de Miku, quien era de la líder del club de “las perras que siguen al azulito”
-La respuesta es Paradichlorobenzene. – contesto el estúpido maestro. ¿Cómo diablos esperaba que yo supiese esa respuesta? El para… paradiben… ¿Cómo mierda se pronuncia? Simplemente me molestaba esta clase, este maestro, esta fue la gota que derramó el vaso, tomé mis cosas y salí de la clase. - ¡Kagamine, vuelva a su asiento! – ordeno.
- ¡púdrete idiota, tu no me das ordenes! – respondí irritado.
-no saldrás por esa puerta. – Shion se puso frente a la puerta impidiéndome el paso, lo que no se esperaba es que yo fuera inteligente.
-no te preocupes azulito no saldré por la puerta. – sonreí de manera desafiante. – saldré por la ventana. – la ventana de nuestra clase daba al patio exterior además de que estaba en el primer piso, solo salte por la ventana y salí corriendo, por fin me libre de esta clase, aunque dentro de unos días tendría clases con el de vuelta, volvería a ver su feo rostro, no pensare en eso, lo importante ahora es ver donde dormiré, la casa abandonada donde pasaba la noche fue demolida, vamos Len piensa, piensa.
Tal vez hoy no duerma no lo sé, mirare de camino a mi trabajo a ver si hay algún lugar donde pasar la noche sin correr el riesgo de ser violado mientras duermo, que complicado es esto. Fui a la pizzería donde trabaja todos los días después de clases, el trabajo era bueno y con el salario que recibía me alcanzaba para comer durante un mes era importante para mí no perder este empleo si no de lo contrario estaría en la mismísima ruina, para mi suerte tuve que hablar de ruina creo que eso sucederá, él está allí, seguro se vengara de lo que hice hoy, por favor que no me toque atenderlo.
-Len ve a atender la mesa 4. – ordenó mi jefe ¡Mierda! ¿Qué será de mi si me echan de este trabajo? solo pude asentir con una gran sonrisa de preocupación.
-buenas noches señor, ¿Qué desea ordenar?
- ¿Kagamine, que haces aquí? – interrogo el profesor de Química.
-trabajo aquí. – intente decir mientras intentaba no pensar en lo mucho que lo odio.
- ¿tus padres están de acuerdo en que trabajes aquí hasta tan tarde?
-si. – sonreí falsamente. ¿Qué diablos le importara a esa mujer? Aparte el tipo que esta con ella no es mi padre, mi padre murió cuando era un niño, Shion fingía un falso interés por mi como si de verdad este estuviera preocupado por mí, lo que generaba aún más odio por él. Este trabajo es importante Len, no le des en la cabeza con la bandeja.
-está bien, quiero una pizza de pepperoni.
-enseguida le traigo su orden señor. – esto de tratar bien a quien más odio es lo peor que me puede suceder. Fui a pedir la pizza al cocinero, por un segundo paso por mi mente escupir su pizza, pero si se enterrasen me echarían así que tengo que aguantar las ganas.
-Lista la orden para la mesa 4. – menciono el cocinero tome la pizza y la lleve a la mesa de Shion.
-gracias Kagamine. – sonrió el maestro con su típica sonrisa que me hacía querer golpearlo.
-disfrute su pizza. – me estaba a punto de retirar cuando el hablo.
- ¿escapaste para venir a trabajar?
-no.
- ¿entonces?
-tu clase me aburrió.
-podría tratar de hacerla más dinámica. – propuso.
-sabes, odio la química, pero odio más al maestro que tenemos. Las clases son insoportables para mí.
-yo… - Shion se quedó perplejo.
-me retiro tengo trabajo pendiente. – el no hablo así que solo me fui, a seguir trabajando, por un segundo me arrepentí de mis palabras, solo rogaba para que él, no se quejase con mi jefe, una vez terminada su pizza, una de mis compañeras le cobro la cuenta, para después irse del local.
Mi turno por fin termino, había encontrado una casa abandonada de camino al trabajo hoy temprano, así que podía pasar la noche allí, allá vamos, otra vez la vida me jugo una de las suyas, dándome una patada en la entrepierna donde más dolía, ese idiota estaba fuera de la pizzería esperándome, en cuanto me vio se aproximó a mí.
-vamos te acompaño a tu casa, soy tu maestro y tengo que asegurarme de que llegues sano y salvo a tu casa. - ¿Qué diablos voy a hacer ahora? No tengo un hogar, si él se entera de esto terminare en un orfanato, no quiero ir a ese lugar allí los chicos son maltratados, además hay un rumor que dicen que los chicos son abusados sexualmente, no lo dicen… recuerdo perfectamente lo que le sucedió a Oliver, en ese entonces teníamos quince, él tenía muchos golpes, además debajo de su ropa tenía arañazos, mordidas, ocultaba todas sus heridas bajo mucha ropa no podía ayudarlo a pesar de que era mi amigo, el día en que me confeso todo lo que tuvo que vivir, sus lágrimas, su mirada aterrada, sus piernas temblando del miedo al contarme todo; semanas después Oliver se suicidó, no pudo soportar aquel horror de vida, se lo prometí al él, el único amigo que tuve, que jamás estaría en un orfanato aunque me obliguen, no lo haré, escapare antes que me lleven allí.
-no se preocupe maestro solo vivo a unas calles de aquí no es necesario que me acompañe.
-insisto en hacerlo.
-le digo que no es necesario. – este tipo me saca de mis casillas.
- ¿ocultas algo?
-no, ¿Qué tendría que ocultar? – conteste con cierta molestia, ya que terminaría en un jodido orfanato.
-si no tienes nada que ocultar puedo acompañarte a tu casa. – termine perdiendo, no iré al orfanato, ¿Qué haré? Caminábamos en silencio sin rumbo solo que él no lo sabía y yo sí.
-maestro yo vivo en esta calle así que no es necesario que me acompañe hasta la puerta.
-de acuerdo tus ganas Kagamine. – él se estaba a punto de ir cuando volteo hacia donde estaba y dijo - ¿Por qué me odias? – Simplemente no conteste y seguí caminando, llegue a la casa abandonada por fin a dormir como era merecido trabaje muy duro el día de hoy; en plena noche me desperté debido a los fuertes ruidos que oí, estaba confundido, frote mis ojos, para abrirlos por completo unos segundos después, allí estaban…
-vaya, vaya se despertó la bella durmiente. – menciono un tipo. Cuando abrí mis ojos en su totalidad me percate de que tres sujetos me rodeaban, la verdad sentí miedo demasiado diría yo.
-es bastante lindo. – menciono el tipo de cabello anaranjado mientras se acercaba a mí.
-jefe, juguemos con él, ¿sí? – interrogo el morocho.
-hagan lo que quieran yo lo haré a lo último. – aquel sujeto salió de la habitación mientras sonreía de manera sádica.
-vamos a divertirnos rubia. – sonrió el de cabello anaranjado, mientras desabrochada el botón de su pantalón, el otro me tomaba por la espalda.
…Wiiii empezamos con una nueva historia, ¿Qué les parecen los personajes de esta historia por el momento?
Dato de la historia:
Len le dice “duende de cabello azul” refiriéndose a la imagen de abajo, según Len, Kaito se parece mucho al muñeco.También comento que esta historia la subiere cada dos semanas, si les gusta mucho tal vez la suba cada semana, espero que les haya gustado este capítulo si es así no se olviden votar, sin más que decir nos vemos.
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Mi alumno el problemático. - Fanfic - (Kaito×Len)
FanfictionTodos tienen un profesor o asignatura que odian demasiado, tener esta clase o sentir sueño, la necesidad de querer que la clase termine de inmediato, Len no era un caso omiso, el odiaba la química además de contar con la mala suerte de también odiar...