Capítulo IV- Ella es especial para mí.

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Shion y mi madre me llenaron de preguntas, para mi suerte ambos me dejaron de interrogar y por fin puedo ir a donde me estaban esperando, corrí para no tardar tanto.
-llegas tarde. – se quejo.
-lo siento, Rin. – me disculpe. 
-como tu hermana gemela exijo un abrazo como disculpa. 
-claro que si, eso y mucho mas. – la abrace, mientras dábamos vueltas.  - ¿Dónde estabas?
-yo… Estaba viviendo es casa de una amiga, tiempo después comencé a vivir en una casa abandonada a día de hoy siguió viviendo allí, esta bastante estable, puedes vivir conmigo.
-eso seria genial.  – sonreí.
-oye…
-¿si?
-¿Qué fue lo del susto del que hablabas?
-fue horrible, estaba durmiendo en una casa abandonada, cuando desperté tres tipos intentaron violarme por suerte pude escapar.
-hermano eso es horrible,  ¿esos idiotas no te hicieron nada?
-no lo hicieron, estoy bien.
-¿Cómo esta Lenka?
-Lily dijo que ella esta bien pero no lo creo, ni siquiera esa mujer esta bien, luce débil, muy frágil como si se fuera a romper, como si el…
-¿La golpease? – termino Rin mi frase.
Asentí.
-aunque no me sorprende si el es capaz de golpearnos a nosotros, no me sorprendería que golpease a Lily. – asegure
-debemos ir a ver a Lenka. – aseguro Rin. 
-si, iremos el sábado. – comente.
-¿no podemos ir antes?
-no, si el nos golpea iremos a la escuela con moretones, les parecerá raro y llamaran a nuestra casa, y así nos mandaran a un orfanato por no estar viviendo en nuestra casa. 
-mierda. 
-el sábado el va al bar. Podemos ver a Lenka sin necesidad de toparnos con ese tipo.
-ya casi nos graduamos.
-si, pero aun nos faltan unos años. 
-cuando nos graduemos tendremos un trabajo fijo, compraremos una casa y Lenka vivirá con nosotros. 
-si, pero por el momento no podemos hacer nada de eso tenemos que adaptarnos y sobrevivir
-no será fácil.
-nunca lo fue, pero si estamos los dos podremos lograrlo, tu eres una genio en las matemáticas y en manualidades.
- tu también eres un genio, uno al que le va terrible en química y matemática.
-¡oye!
-También eres un genio artístico.
-todavía estoy herido. – mencione fingiendo estar triste por la ofensa de Rin.
-también eres genio en la música.
-con eso no comprarás mi perdón.
- te quiero.  – sonrió Rin. 
-yo también te quiero. – Rin me abrazo.
-saldremos adelante, ambos trabajaremos y así podremos vivir mejor. 
-si. – asentí. 
-vamos a casa. – comento Rin.
-antes quiero ir a ver a Oliver. 
-yo iré, el también era mi amigo.
-vamos. – mencione, caminamos unas calles hasta llegar al cementerio.
-hola Oliver, ¿Cómo has estado? – interrogo Rin.
-hola amigo, nosotros estamos bien, bueno si así se le podría decir, a la mierda de vida que vivimos por culpa de esos bastardos despreciables que conforman la sociedad perfecta, a la cual ninguno de nosotros tres pertenecemos. 
-la sociedad empeora a cada momento, pero Len y yo lucharemos por el futuro que a ti te negaron, ¿por qué el mundo es tan injusto? Tu merecías vivir, no acabar así. – sollozo Rin, la abrace intentando consolarla.  
-¿Por qué no soportaste un poco mas? Yo te hubiera ayudado, ese bastardo estaría muerto y los tres lucharíamos contra el mundo, lleno de sus malditas injusticias y de aquella cosa tan ruin, y macabro llamado destino. – solloce. - ¡No es justo!
-Len, creo que es hora de ir a casa
-de acuerdo. Nos vemos luego Oliver.  – me despedí. 
-nos vemos amigo. – saludo Rin.
Al llegar a la casa, me di cuenta de que lo que había dicho mi gemela era cierto, la casa no estaba tan mal. Al estar en el cementerio perdimos la noción del tiempo por eso, ya en casa era de noche Rin, quería comprar la comida en una tienda de conveniencia pero le dije que no era necesario que Lily había preparado comida y me la dio.
-gracias por la comida. – dijimos ambos.
-Len puede que nuestra madre sea una estúpida, pero su comida sabe demasiado bien. – aseguro Rin.  
- nunca comí tan bien desde que vivo en la calle.
-lo bueno es que preparo mucha comida esto nos alcanzará para comer por una tres días, creo que hasta cuatro.
-con esto ahorramos bastante dinero.
-si. – termine de comer. – iré a dormir estoy agotado, no dormí nada por lo que paso ayer.
- yo también iré a dormir.
- tengo otra sorpresa.
-¿cual?
-también tengo abrigos y sabanas. 
-realmente quiere que vuelvas. 
-¿no fue nunca a verte?
- si, pero la vi de lejos como pensé que me iba a obligar a volver trepe la valla del patio trasero sin que nadie me viera, no me apetece hablar con ella.
-hermana, ¿él te hizo algo?
- me golpeo al igual que a ti. – conteste. 
-ese bastardo.  – dije furioso. 
-cálmate, por favor. – rogó Rin. – durmamos, tengo sueño.
-si… - comente – oye  Rin hay algo que odies mucho.
-sí, la sociedad, el padre de Lenka, a la verdecita, ¿sigue yendo a la misma clase que tu?
Asentí. 
-también odio a Lily por traicionarnos.
-casi lo mismo que odio yo. – conteste.
- tu odias a todo y todos.  
- no todo, también hay cosas que amo.
- la química.
-sabes bien, que odio eso.
-los adultos. 
-también.
-pensar. 
-¡oye, eso me ofende! Pero tienes razón, también odio pensar. 
- la gente que te empareja con la verdecita. 
-Rin, ¿quieres que te mate? – dije molesto. 
-es algo que realmente odio, ¿Cómo me pueden emparejar con alguien tan desagradable como Miku? No es mas que una lambiscona, que intenta quedar bien con todos, me irrita tener que verle la cara todos los días, que asco me da.
- bueno, iré a dormir. 
-Rin, no me ignores así.
-que sueño tengo.
-Rin…
- estoy tan cansada. – fingió bostezar. 
-ya entendí, vamos a dormir.
A la mañana siguiente asistí al instituto como de costumbre no sin antes dejar a Rin en su escuela, al llegar a mi escuela él estaba ahí, mirándome con su estúpida sonrisa que odio tanto, ¿Por qué tengo que verlo hoy también? Si no tengo clases con el, de todas las personas que hay en la escuela tenia que ser el, ¿no podía ser Yuma- Sensei o Gakupo- Sensei? No… tenia que ser este tipo. 
-buenos días Len. – saludo Shion.
-¿Qué tienen de buenos si te tengo que ver la cara? – conteste. 
-siempre tan terco como de costumbre
-lo que digas, no me sale ser amable.
-hoy también charláremos.
- ¿Por qué a mí?
-¿qué has dicho?
-nada que podría decirle a mi profesor menos favorito.
-oh, me alegra mucho. – sonrió.
-no hay de que. – comencé a alejarme.
-un segundo… - me tomo de mi abrigo. – tu menos favorito, eso significa que soy el que más odias.
-tan idiota como de costumbre.  – murmure. 
-no importa, hoy charláremos de tu forma de hablar y dirigirte hacia los demás.
-pero hoy tengo trabajo. – comente. 
-no te preocupes,  hoy falta Gakupo, así que en esa hora hablaras conmigo.
-¡maldición, porque tengo que estar con idiota en lugar de estar con Gakupo- Sensei. – me queje, la materia de Gakupo- Sensei es mi favorita, me encanta el arte me hace escapar de esta horrible vida, lo peor es que en su lugar tendré con el maestro que mas odio. 
- vamos no será tan malo hablar conmigo. – me intento animar.
-de verdad me hubiera gustado pintar. – murmuré casi para mi mismo. – ¿no puedo ir con Yuma- Sensei?
-Gakupo y Yuma son mis colegas y amigos, ¿Por qué solo me odias a mi?
-si son tus amigos deberías de tratar de ser como ellos. 
-yo soy yo
-lo se, pero algo dentro de mi me hace odiarte.
- se que me odias pero me gustaría saber ¿por qué te agradan ellos dos?
-son magníficas personas, son amables conmigo y me ayudan a desarrollarme como persona y en mis ámbitos, gracias a ellos estoy mejorando constantemente en mis habilidades
-yo también soy amable, y puedo ayudarte a mejorar.
-me sacas de quicio. 
-se que soy alguien que puede resultar molesto, pero créeme que realmente quiero ayudarte. 
-lo entiendo se que quieres ayudar pero no quiero que me ayudes, soy un alma libre. 
-eres un rebelde total, no aceptarías la ayuda de nadie. 
-solo aceptaría la ayuda de mi amigo o ella.
- ¿ella? ¿es la persona con la que hablabas la otra vez por teléfono?
-si, ella es alguien importante para mi. – sonreí. 
-se ve que hoy estas mejor.
-si, la verdad hasta me siento mejor o eso creo. – mencionó. 
-me alegro. – revolvió mis cabellos. - vamos ve a clase. 
-si.
-recuerda que hoy tienes clases de química conmigo.  – lo había olvidado por completo.
-¡¿Que hice para merecer esto?!
-haré lo mejor para que lo entiendas. 
-ok, nos vemos. – mencione a regañadientes. 
Tuve dos horas de geografía, ya era hora de tener clase de química con Shion, como me aburrí al escuchar sobre compuestos de no se que empecé a mirar por la ventana, un segundo ¿Qué hace ella aquí? Rin, esta fuera de la escuela ¿no debería estar en clases? ¿Qué hace ese idiota hablándole?, ¿A dónde se lleva a mi hermana? Inmediatamente me levante de mi asiento y abrí la puerta con brutalidad solo comencé a correr, escuchaba a Shion detrás de mi gritando mi nombre pero eso no era importante ahora, Rin era mi prioridad, maldición  ¿Dónde estas? En una de esas vueltas perdí a Shion de mi vista. Decidí fijarme en los vestuarios era el único lugar donde no había buscado, si, efectivamente allí estaba ella tirada en el suelo y con ese malnacido encima, y otros idiotas sosteniendo a Rin.
-¿quieres divertirte tu también? – interrogo uno de esos idiotas, no respondí solo le di una patada en su cara si se la desfiguraba mejor para que aprendiera a no meterse con mi hermana, yo me metí a pelear con los cuatro idiotas era demasiado difícil estaba solo la suerte no iba a mi favor pero haría lo posible para defenderla, ellos amenazaron con golpearla así que me puse sobre ella para protegerla.
-Rin cuando tengas oportunidad huye y busca ayuda. – murmure.
-s-si. – sollozo. 
Recibía patadas hasta que se me moví para atacar a uno, en ese instante Rin aprovecho para escapar, ella ya estaba a salvo, uno de ellos golpeo mi estomago, logrando que cayese de rodillas al suelo, mi cuerpo no soporto, solo me quede en el suelo, sin realizar movimiento alguno, que bueno que ella esta bien. Sonreí. Pero me pagarían lo que le intentaron hacer a mi pequeña hermanita gemela, con las pocas fuerzas que me quedaban, les di una paliza, aunque ellos también me dieron una gran paliza, termine cayendo al suelo ya no tenia fuerzas, pero tengan seguro que me vengare de esos cuatro tarde o temprano me las pagarían. 
-¿que diablos están haciendo? – interpelo la persona que tanto odio, aunque era la primera vez que estaba alegre de su presencia. – Váyanse de inmediato, luego le diré al director todo lo que hicieron ya se sus nombres y apellidos, le esperan entre seis u ocho años de cárcel. Disfruten de la poca libertad que les queda.-  los chicos salieron corriendo. - ¿Len estas bien?
-lo mejor que se puede estar en este estado. Aunque me hubiera gustado darles una paliza que jamás olvidaran.  – intente levantarme pero como dije lo intente y casi caigo nuevamente al suelo de no ser por el que me atrapo de una gran caída, paso mi brazo por su hombro y el suyo lo puso alrededor de mi cintura.  - ¿Dónde esta ella?
-Len.  – Rin se acerco a mi sollozando, la abrace intentando calmarla. 
-ya todo esta bien. No llores Rin, eso no va con tu estilo.  – bromee en un intento por animarla, se ve que si funciono ya que río débilmente.  – me gusta verte feliz. – sonreí. 
-gracias por salvarme en verdad te lo agradezco, pero no puedo soportar verte así herido. 
-ninguna herida es importante con tal de protegerte.  – hable - así que por favor no te preocupes. 
-lo haré de todas formas. 
-chicos, vamos a hablar con el director sobre lo sucedido. Esos chicos no pueden salirse con la suya después de lo que les hicieron deben pagar por su pecado.  ¿tu eres Rin, no es cierto? -ella asintió. - Déjame que lleve a Len, es muy pesado para ti, además hablaras con la maestra Gumi, ella es amable, se que después de lo que paso querrás hablar con una mujer antes que con el director, mientras ustedes hablan yo llevare a Len a la enfermería. 
-si, en verdad muchas gracias...
-me llamo Kaito Shion.
-gracias Kaito. – hicimos lo que Shion dijo, pero en su plan no estaba el hecho de que hoy fuese el día libre de la enfermera.
-te quitare la camisa para que pueda curarte. 
-si no queda de otra.  – me ayudo a sentarme en la camilla, luego de eso me saco mi camisa, haciendo que me recostase en la camilla para que sea mas fácil para el curarme.
-estas lleno de moretones y unas cuantas heridas.  – menciono mientras con paso su dedo por todo mi abdomen, lo que provocó que mi piel se erizara ante tal contacto, no sentí peligro ante tal acción no como en la vez anterior, tal vez sabia que era un idiota que no me haría nada pervertido. – ¿te duelen tus heridas?
-solo un poco.  – mencione. 
-no entiendo ¿como pueden admitir a idiotas así?
-juro que si los vuelvo a ver los matare.  – jure.
-no resuelvas los problemas a través de la violencia, solo te perjudicaras tu, la violencia genera mas violencia, tenlo sabido.  – en ese instante me llego un mensaje de Rin. 
“Len, Lily me vino a buscar iré a su casa a ver a Lenka ahora que ese idiota esta trabajando, se que dirás algo como: “estas loca, ¿como vas a ir sola?” pero te sabes hermanito, soy capaz de defenderme por propia cuenta, si me siento en peligro le doy con una silla en la cabeza y si las cosas realmente se complican obviamente te llamaré.  Te ama tu hermana. 
Rin”
-intentare hacer la cosas de manera pacífica si no los golpes serán mi respuesta. 
-eres muy problemático. 
- solo soy difícil de comprender. – el comenzó a reírse. 
-realmente tienen que dolerte estas heridas. – apoyo su mano en mi abdomen. – eres muy humano, siempre te preocupas por los demás pero no por ti, es tu virtud pero también tu debilidad, muchos se aprovecharan de tu bondad. 
-solo es mi forma de ser.
-entonces solo finges ser rudo. – río. 
-no lo es, solo exageras y cambias las cosas. 
-ya termine de curarte vamos a la oficina del consejero.
-si…
-te tengo una sorpresa que te encantara. 
-no hay cosas que me encanten que provengan de ti. 
-seguro te gustara.  – abrió la oficina con su llave. – vamos entra te sorprenderás. – al entrar vi un lienzo, pinturas y pinceles.
-¿puedo pintar? – pregunte entusiasmado. 
-claro que puedes, Gakupo me dijo que amas el arte c
-genial. – comencé a dibujar como era costumbre. – adoro el arte, quisiera ser un artista o algo similar. 
-eso es genial.
-es el único momento en el que me siento libre, me siento feliz.
-¿hay algo que te moleste?
-si lo hay, mi padre murió cuando tenia seis años.
-¿extrañas a tu padre?
-no tanto aunque un poco si.
-¿entonces?
-después de eso mi madre se caso con un tipo que no me agrada. 
-¿Por qué no te agrada?
-es un alcohólico
-¿té ha hecho algo?
-no, no me hizo nada. – mentí.
-¿todo esta bien en tu casa?
-si, todo esta bien. – siempre la misma mentira, ya se vuelve agotador y repetitivo.

...

Espero que les haya gustado este capítulo si es así no se olviden votar,  sin mas que decir nos vemos.

Mi alumno el problemático. - Fanfic - (Kaito×Len)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora