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— Se arregló el pelo, el otro día.

Están sentados en los escalones de la entrada, viendo el viento soplar suavemente a través de los árboles en su patio trasero. Se siente como el tacto de una almohada fresca en la piel de Roger, y él sonríe.

— ¿Qué se ha hecho?

— Se ha arreglado los rizos— dice Roger, sonriendo un poco para sí mismo.— los tuvo un poco encrespados durante un tiempo, la verdad.

— Eso es estupendo, Roger.— dice su madre, sin dejar de mirarlo bastante incómoda.

— Él tiene ese tipo de ojos que son entre verdes y marrones— dice Roger, ignorando el malestar de su madre.— ojos perlados. Como té verde. ¿Cómo se llamaba ese color?

— Hazel.— dice su mamá.

— Tiene los ojos hazel— dice Roger, moviendo la cabeza.

— Roger— dice su madre, mordiéndose el labio.— ¿qué es Brian para tí?

— ¿Qué quieres decir?

— ¿Es tu amigo? ¿O tu novio?

Roger balbucea un poco.

— ¡Qué no!

— Es... ya sabes, está bien si quieres un novio.— dice la madre de Roger.— solo para que lo sepas.

— Genial.— dice Roger, todavía con los ojos muy abiertos por la sorpresa.— ¿A qué viene eso?

— Es que siempre tienes esa mirada especial cuando hablas de él, Roger.

— Sí, ¿pero eso te ha hecho pensar automáticamente que soy gay?

— Bueno... nunca has parecido muy hetero, Roger.

Roger parpadea.

— Gracias mamá.

— ¡No te estaba insultando!— su madre empieza a protestar, pero se detiene cuando ve a Roger reír.

— Soy gay.— Le asegura Roger una vez que ha terminado de reír. — Simplemente no me esperaba que te hubieses dado cuenta.

— De vez en cuando noto algún cambio en tí, Roger.

Roger frunce el ceño, y su madre suspira, tomando su mano cuidadosamente.

— Lo siento, Roger. Sé que una disculpa no va a cambiar nada, que no va a solucionar nada, pero sigo disculpándome.

— ¿Porqué...? —Roger traga con dificultad.—¿ Porqué nadie me cree?

— Yo... — su madre suspira.— Εl Dr. Craig parecía muy profesional, Roger. Se suponía que era un buen tipo. Que era amable, tranquilizador, que no había nada malo en él... — ella suspira de nuevo, apretando suavemente la mano de Roger.— Me arrepiento de no haberte escuchado más, Roger.— susurra.

— Bueno, no todos lo hacen.— murmura Roger.

•FØREST FIC•//MAYLØRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora