•FØREST FIC•//MAYLØR

20

Tan pronto como cierra la puerta, Roger se lanza a abrir la ventana y trepar por el camino que Brian utiliza siempre. Corre hacia el bosque, de repente la piel es demasiado estrecha para su cuerpo.

Sucio. Sucio, sucio, sucio. El tipo de suciedad que Roger puede sentir en su alma, el único lugar que no puede frotar brutalmente con jabón.

Sus pies están mojados de agua azul-negro, y el mira hacia arriba para ver todo tornar azul-negro de repente. Quiere gritar para Brian y decirle que lo entiende ahora, pero Brian se ha ido y nunca va a volver, y Roger siente que sus pulmones van a estallar.

— ¡Lo siento!— grita.— ¡Ahora lo entiendo! ¡Lo prometo!

'Pero todo se vuelve aún más azul y negro, y Roger puede sentir el frío hasta en sus huesos. Se filtra a través de sus ojos, y él los cierra tan fuerte como puede. Y está tan, tan sucio...

Roger se da cuenta de repente de que está pidiendo que Brian vuelva, que vuelva a él, pero Brian no va a volver porque no es real, y Roger es un idiota loco solo con su loca mente de mierda y está tan, tan sucio que se ha convertido en algo sucio, y que nunca será amado.

— ¡Por favor!— chilla áspero y gutural, como si alguien le arrancase las palabras de la garganta.— ¡Oh, por favor!

Sus palabras resuenan en el bosque, saltando de árbol en árbol, y Roger puede sentir cómo las palabras se hunden dentro de él, cubriendo sus huesos, haciéndolos vibrar.

— Por favor, por favor, por favor.

— ¿DÓNDE ESTÁS?— grita.— ¡TE NECESITO! Yo te necesito, oh, ¡POR FAVOR!

Sus manos están en su cabeza, tirando de su pelo, arañando su piel. Sus uñas están destruyendo la suave piel de sus mejillas, y piensa que el dolor es lo más real que él ha sentido alguna vez. Se agarra desesperadamente la cara, el cuello, los brazos. Le duele, le duele, y está llorando, pero se ríe, ¿Porque acaso no se trata simplemente de lo mejor del mundo?

— ¡Soy real!— grita Roger, mientras señala al cielo, acusadoramente. — Soy real, ¿por qué tú no lo eres? — Se deja caer sobre el suelo del bosque, frío, frío.— ¿Por qu no eres real?— chilla.— ¿Por qué... no lo eres? — exige, mientras golpea su cabeza contra el suelo con cada palabra.

Roger se queda repentinamente en silencio cuando se da cuenta de que está tirado frente a la casa del árbol. Su casa del árbol. Cierra los ojos, y deja que los recuerdos jueguen delante de él. Besar, tocar, las canciones de cuna, susurrando que nunca fueron reales.

Nunca fue real.

Con un grito ahogado de agonía, Roger se empuja así mismo fuera de la tierra. Trepa hacia la casa del árbol.

El ambiente es oscuro y tranquilo. El aire es pesado, y Roger no habla. Se sienta, y mira sus lágrimas caer sobre el ATERRORIZADO que está excavado en el suelo de madera.

El encendedor de Brian se encuentra tirado cerca del zapato de Roger, y poco a poco este lo recoge. La llama se enciende en la oscuridad y Roger se mira a sí mismo, colocando la llama contra la pared.

Lo sostiene allí, observando como la madera se hace más oscura, ya carbonizándose. Durante un momento, no sucede mucho más, pero de repente Roger puede ver el incendio en la madera. Apaga el encendedor y observa, paralizado, como la llama crece y crece cada vez más, llegando hasta el techo.

Roger yace de espaldas y mira como el fuego devora lentamente el techo. La casa del árbol comienza a llenarse de humo.

Algo dentro de él intenta tirar de sí, insistiendo en que tiene que salir, salir antes de que se asfixie o tenga quemaduras. Él lo ignora. Nada le importa nunca más.

Roger se queda dormido sabiendo que todo a su alrededor se quema.

No le importa.