•FØREST FIC•//MAYLØR

8

— Roger, tu psiquiatra y yo hemos decidido empezar a darte otra clase de medicamentos. — dice el Dr. Paulson cuando Roger se sienta.

— ¿Qué?— pregunta Roger mientras coge una piruleta de color púrpura.— ¿No recuerda lo que pasó la última vez?

— Los antipsicóticos. Eso fue un error, lo sé.— Suspira y se pasa una mano por el pelo.— eso fue un error.

— ¿Y qué clase de medicamento son, entonces?— Roger le pregunta, mientras desenvuelve la piruleta y la mete en su boca.

— Lorazepam.— El médico hace una pausa.— Ativan.

Roger frunce el ceño.

— ¿No es un medicamento para la ansiedad?

<<¿Tengo ansiedad?>>— se preguntó a sí mismo.

— Τambién te ayudará con el insomnio. Francamente, estás empezando a parecer un esqueleto. Necesitas dormir bien por la noche.

Roger se encoge de hombros.

— Creo que estoy bien.

El Dr. Paulson suspira.

— Tu madre me dijo que te puede oír hablar contigo mismo a las tres de la mañana. Cada noche.

Roger abre la boca para para decir que no es él el que habla, pero decide no hacerlo.

— Estoy bien.— dice en su lugar.

— Roger, no creo que estés durmiendo lo suficiente. Te ves agotado todo el tiempo.

— Estoy bien.

— Roger, pienso que esto es lo mejor para tí. — Dice el Dr. Paulson suavemente.

Roger se le queda mirando.

— ¿Y porqué se preocupa por lo que es lo mejor para mí?— Se inclina hacia delante, impertérrito. — No creo que lo haga.— dice, apoyando la mejilla en su mano de forma deliberada.

— Roger— comienza, para luego hacer una pausa. — Roger, yo soy así, así que lo siento, por lo que puedas pensar.

Roger voltea los ojos, inclinándose hacia atrás. — Lo que sea.

El médico suspira, frotándose los ojos.

— No hay excusa para eso. Pero Roger, esto es realmente para tu propio bien.

Paulson saca un trozo de papel y apunta algo en él. — Voy a hablar con tus padres, y una vez que tenga su aprobación, vamos a comenzar con el Ativan. ¿Te parece bien, Roger?

— Lo que sea.— dice Roger, de nuevo.

— El Dr. Paulson suspira de nuevo, frotando distraído el anillo en su mano izquierda. — Bueno, ahora, Roger. Yo creía...

— Deja de hacer eso.— dice Roger, irritado.

El Dr. Paulson se detiene.— ¿Que deje de hacer qué?

— Deja de poner mi nombre en cada frase que digas dirigida a mí. Sé cuál es mi nombre, ¿de acuerdo?

— Es la costumbre, Rog—

Roger ríe con sequedad.

— No me gusta mi nombre.

— ¿Y eso porqué?— El Dr. Paulson apuntó algo en su libreta.

— Es solo un recordatorio.

El Dr. Paulson se detiene.

— ¿Un recordatorio de qué?

— Es sólo otro recordatorio de que nadie en realidad es único.— Dice Roger. — Nadie es realmente especial.

El Dr. Paulson coloca su blog de notas en el escritorio, mirando al chico con intriga. — ¿Puedes explicarme?

— Por supuesto. Usted sabe que ahí fuera hay alguien llamado Roger Taylor. Tal vez no ahora, pero lo habrá. Tal vez incluso llegaremos a ser contemporáneos, dependiendo de cuánto tiempo viva yo. — Hace una pausa, tocándose la barbilla. — Y si realmente hay universos infinitos, hay un número infinito de Roger Taylors diciendo exactamente lo que yo estoy diciendo, pensando exactamente lo que yo estoy pensando.

Sí, hay un número infinito de mundos donde Roger Taylor es un dentista y en su tiempo libre nunca se ha puesto a pensar en la existencia de otros universos, pero eso significaría también que hay un número infinito de mundos que son una réplica exacta de este. Y si eso es cierto, no hay razón para que nadie se sienta especial. Siempre se puede argumentar, por supuesto, que no puede existir tal cosa como un universo paralelo, pero aun así, todavía, ya sea en el pasado, en el presente o en el futuro, existirá alguien con su nombre. Y además leí que cada uno tiene un doble o doppelganger en la tierra, aunque los dos no pueden vivir al mismo tiempo.— Roger suspira.— ¿Cuál es el punto de ser único?

El Dr. Paulson se le queda mirando.

— ¿Y... es por eso que no te gusta tu nombre?

Roger se ríe un poco.

— Sí,supongo que es una explicación bastante compleja del porqué.

— Es sin duda interesante. Estoy seguro de que más tarde pensaré largo y tendido en tu teoría.

— Bueno, creo que todo el mundo debería pensar en ello al menos una vez, cada cierto tiempo. Alimento para el pensamiento, ¿sabes?