Imperio, Vol.1: La gran capital.

Capitulo 1: Un paseo por la capital.

Se acercaba el amanecer, papá aun dormía, y mamá ya tenía más de tres semanas que no venía a visitarme, se acercaba casi el festival del mercado principal, papá no me deja visitarlo a menos que no me acompañe él, entonces miro el amanecer, había pasado la luna llena, a mi mami le gusta la luna, y si a ella le gusta, entonces igual a mí.

Ya estaba despierta totalmente, me acerco a la puerta de mi recamara y la entre abro para ver si mi papá ya había despertado, pero no había ningún solo ruido, salgo al pasillo y me dirijo hacia las escaleras principales, trato de que nadie me vea y escucho ruido en la cocina, trato de dar un vistazo, era papá preparando el desayuno, siempre lo prepara muy temprano así que regreso a mi recamara, sin embargo no fui cuidadosa, la madera del suelo crujió levemente, me quedo quieta y miro por detrás mío para confirmar que mi papá no me escucho, el silencio es abrumador, estiro mi cuerpo y miro hacia la cocina, papá no estaba, comencé a sentir temor, el silencio se rompe con una oración -¿Qué se te perdió?- yo grito -¡haaaa!- y consecuente caigo al suelo con el corazón sintiéndolo a pulso fuerte, miro a mi papá y él ríe levemente, yo replico un poco molesta -¡papá!- él me responde -lo siento hija, no podía evitarlo- aún más molesta le correspondo a su respuesta -si mamá estuviese aquí ya te hubiera gritado- él solo responde tratando de controlar su risa -eso lo sé, pero hablando de ella, tengo noticias hija mía- diciéndolo con una sonrisa, él me toma entre sus brazos, me carga y me lleva a la cocina.

Al llegar al comedor de la cocina veo mi desayuno servido, lo miro y le pregunto -¿Y qué noticia tienes de mami?- él pone una sonrisa y me dice con un tono dulce y alegre -ayer por la tarde, mientras estabas en la biblioteca estudiando, llego una carta de tu madre, dice que llegara quizá hoy en la noche o si no, en dado caso... mañana casi al medio día- me alegro al escuchar eso, así que me levante de mi silla de modo muy entusiasta y salto de alegría por toda la sala, después de eso mi papá se fue a su trabajo, así que quede sola como la mayoría de las veces, sin embargo me propuse a que este día fuese diferente.

Espere a que mi papá se fuera y me asegure de que no volviera en el momento, así que deje pasar una hora, vi que no volvió, me comencé a preparar, me puse ropa cómoda, un pantalón de exploración, un abrigo ligero por si acaso y fui al cuarto de mis padres, tome una navaja de cacería de mi papi, y la lleve conmigo, salí y deje bien cerrada mi casa y me dirigí al mercado principal, es la primera vez que salía sola, pero habían otros lugares que nunca había visitado, así que me dirigí al centro de la capital antes de ir al mercado.

Llegue al centro yo todo era bonito, habían personas muy amables a la vista, restaurantes y lugares donde poder contemplar la vista, me dirigí a diversas tiendas, me compre una pequeña tarta, costo quince "celestares", apenas tenía cincuenta celestares, me di cuenta que el dinero era esencial, así que no gaste mucho, después de eso mientras comía mi tarta, me dirigí a unos andadores, habían otras tiendas, ropa, calzado, algunas de armas y múltiples carnicerías, me encantaba observar todo, note que el mercado me quedaba cerca y ya había visto el centro, el parque y demás andadores, así que me dirigí al mercado. Aun me preguntaba porque papá no me dejaba ir sola, pero al entrar al mercado, note mucho ruido, los mercaderes se preparaban para el festival, así que me acerco a un vendedor de fruta y le pregunto -disculpe señor...- el mercader me mira y me dice -¿ha?... ¿que necesitas pequeña niña?- yo le correspondo -¿cuándo será el festival?- él me responde de manera amable -es en dos días, pero... ¿dónde está tu mamá?- yo le respondo un poco confundida -aaaam... no ando con mi papá, ¿porque?- el mercader duda, pero responde convencido -vale, pensé que estabas sola, sabes... no es bueno que los niños estén solos aquí en el mercado- aún más confundida, vuelvo a preguntar -¿porque?- el vendedor me dice apoyándose en su puesto -el mercado tiene muchas cosas buenas, pero también está lleno de mal vivientes, cuando hay niños solos tienden a raptarlos, los explotan, esclavizan o hacen cosas malas, ahora que estas en la entrada, busca a tu papa, no vaya a pasarte algo, anda, ¡ve!- diciéndolo con mucho entusiasmo, después de eso me despedí de él.

Ya había pasado un rato, el estar en el mercado era fantástico, pero cerca de mí, vi a una serie de personas, eran caballeros el ejército imperial, entre esos vi a mi padre que sostenía su casco con su brazo, él no me podía ver, así que me oculte en el primer lugar que vi, y no era la única, sino también muchas personas encapuchados o de mal aspecto, recordé que quizá se trataba de los mal vivientes que me dijo el mercader, de pronto en ese momento unas manos me tapan la boca y me arrastran a un callejón que nunca había visto, un grupo de hombres me llevo ahí, uno de ellos dice -impresionante, ¿qué tenemos aquí?- yo comenzaba a asustarme, comenzaba a preparar la navaja, fuese como fuese saldría de ahí, pero uno de los hombres se dio cuenta, me grita y saca una espada y la coloca cerca de mi cuello y dice -si no quieres morir mocosa, dame el arma- mis lagrimas comenzaban a salir, y me vuelve a decir el hombre que tenía la espada, pero esta vez a un grito -¡QUE ME DES EL ARMA!- solté el llanto, así que extiendo mi brazo y les doy la navaja, su jefe los calla y dice -¡esperen caballeros!, es una navaja de empuñadura de oro y cristal mágico, esta niña es hija de algún millonario- el mismo jefe de ellos me arrebata la navaja y la saca de la funda, y al ver el nombre del propietario en la navaja, su mirada se estremece, los otros hombres notan la expresión y uno de ellos le pregunta -y bien... ¿de quién es?- su jefe con una voz cortante y una expresión de terror balbuceaba intentando decir el nombre del propietario -"El... ti... ti... tirano...", es ¡"El tirano"!- diciéndolo con unan voz de terror, el de la espada dice -¿qué dices?, ¿y que tiene que ver ese monstruo aquí?- su jefe vuelve a decir -¡ESTA MOCOSA... es la famosa hija del "Tirano"!- diciéndolo con un gran grito que se escucha fuerte, el hombre de la espada dice -¡No puede ser!, entonces... ¡TERMINARE ESTO DE UNA VEZ POR TODAS!- él blande la espada y la eleva listo para atacarme, solo lo vi y cerré mis ojos...

Pero de pronto sentí una ráfaga alado de mi cabeza, y el hombre que me iba a atacar había desaparecido, delante mío donde estaba aquel hombre, había una extensa nube de polvo, y donde había pasado la ráfaga, cerca mío había una cadena extendida, giro mi cuerpo y miro por detrás de mí, vi a un hombre sosteniendo con una mano la cadena extendida y con la otra sostenía una cuchilla unida a una cadena que la giraba de manera lenta y amenazante, su armadura era bastante rustica, no se le notaba su rostro, pero mire a los hombres malos y estaban estremecidos al verlo, el hombre de la armadura solo dice -que montón de cucarachas me he encontrado, ¡osan lastimar a una niña!, ahora que los tengo... ¡les haré sentir un dolor tan severo que hasta sus ancestros pedirán misericordia!- el tira de la cadena y lleva la cuchilla de regreso a su mano, camina lentamente y los hombres malos están tan aterrados que no reaccionan ante ello, y dice de nuevo -¿qué sucede sabandijas, no dirán nada?- con un tono de burla hacia ellos, uno de ellos dice con una voz ente cortada -¡¿quién eres tú bastardo?!- el de la armadura gira si cabeza en dirección al que pregunta y dice -díganme, ¿quién es la niña de ahí?...- el jefe de ellos le responde -no se quien seas, pero la mocosa que vez ahí es la hija del famoso "Tirano", así que si te acercas te voy a ma... ma...- su oración fue interrumpida, el par de cuchillas ya habían cortado su cuello y estomago antes de que pudiera terminar de hablar, cayendo al instante y el hombre que aún quedaba en pie intenta huir, pero cuando se dio cuenta, él ya tenía una de las cuchillas clavada en su pecho, apenas logrando mover sus piernas, el hombre de la armadura tira de la cadena arrastrando su víctima hacia él, le susurra algo, después de eso... le rompe el cuello.

Yo solo veo todo lo que paso, comencé a llorar, el hombre suelta sus cadenas y camina hacia mí... yo seguía llorando, se arrodilla él frente a mí y me pregunta -¿porque lloras?- yo respondo con llanto -salí de mi casa... sola- él hombre me dice -no llores mi niña- mis dudas comenzaban a surgir y él se quita el casco, al ya ver su rostro, era mi papá, me alegre al verlo, lo abrace y no lo solté por un rato -así que quieres ya salir sola, ¿no?- me pregunta, yo le respondo con un leve llanto -si- él levanta la navaja que me habían arrebatado, y me dijo -pues si quieres salir sola, tendrás que aprender a defenderte, pero con una condición...- yo le pregunto -¿cuál?...- el me corresponde -no le digas a tu mama de esto, o se volverá "loca"- ambos nos reímos y nos fuimos a casa. Así fue mi primer paseo sola por la capital.