XXXV

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Día 11:

Era tan común querer despertar con esa voz de ángel como la de Jin, que el simple hecho de abrazarlo por la cintura para no ir a la facultad podía volverse una religión.

- ¡Namie! ¡vamos! ¡tenemos facultad! - chilló el omega mientras intentaba soltarse.

- ¡no,no,no! - gruñó - ¡te quiero solo para mí hoy!

Era uno de esos días llenos de pereza, tranquilidad y algo de picardía cuando sus labios se juntaron y unas dulces palabras se dijeron en el cuarto.
Namjoon juraba que cuando fueran a Busan, despertarían todos los días asi; ni de un modo u otro, esa sería su nueva forma de vivir.

- ¡vamos Namie! - lo miró - ¡prometo hacer lo que sea! ¡lo que sea!

- lo que...¿sea?

- ¡sí! ¡lo que sea!

Esa era una petición desesperada, y el alfa sintió como su lobo interior quería chillar y pedir marcarlo; pero, no sería hoy, no. Primero sería el anillo, luego cualquier cosa.

- pues... - suspiró - quiero que te cases conmigo, el día que lleguemos a Busan.

- ca...¿sarnos?

Esa cara no le gustaba.
¿Tal vez no quería? ¿tal vez se adelantó muy pronto?

- pues si crees que es muy rápido yo-

- si quiero - se sentó sobre su regazo - y quiero tener los cachorros, como lo pedíste la otra vez ¿no?

Okay, eso era demasiado.
Namjoon le sonrió de lado y con las mejillas algo sonrojado, mientras lo inclinaba un poco para besarle la nariz, pero Jin se adelantó y le besó en los labios. Eran tan susves...otra regla para su religión: la de su dios Jin.

- a veces quisiera... - suspiró - dejar de lado la universidad  y tenerte siempre.

- no puedes - le guiñó el ojo - y ahora vamos, que nos queda poco para desayunar.

Se levantó y caminó hacia el armario, mientras el alfa se levantaba y cogía algo de los cajones para cambiarse, y al hacerlo, sonrió satisfecho por su combinación.
Bajó las escaleras y se sirvió el zumo de naranjas y tomó uno de los hotcakes del plato.

- Jinie, ¡apurate! - exclamó antes de comer un trozo.

- ¡voy! - oyó desde las escaleras, mientras se acomodaba la camisa.

- luego dices que yo te retengo - se quejó dándole su vaso de jugo y su plato - volviendo tenemos que ir con Yoongi y Jimin a ver lo de Busan.

Este asintió y luego terminó de comer en un abrir y cerrar de ojos.

- te espero en el baño - caminó y volvió a las escaleras.

Namjoon sonrió y luego corrió a su lado, para cepillarse los dientes mientras le salpicaba con un poco de agua y luego salía corriendo a encender el auto.

- ¡eres un tramposo Namie! - exclamó el omega - debiste esperarme un poco más - hizo un puchero y se abrochó el cinturon.

- prometo recompensarte luego - le acarició la mejilla - ¿si? Ya no me hagas capricho.

- bien, pero quiero un helado de chocolate extra grande con chispas de sabores y una bola extra sabor a vainilla, ¿aceptas o no?

Namjoon empezó a reír y asintió de manera tierna y suave, mientras encendía el auto y salían hacia la facultad.

I Love YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora