XXXIXL - Final

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Día 15:

Seokjin iba por el pasillo con la maleta en una mano y el celular en la otra.
Iba chateando con Jackson, temblando un poco por el hecho de que fingiría su muerte, ¿lo lograría? Suspiró y se detuvo ante su puerta. Se sorprendió cuando vió que su chofer era nada más que nada menos que Marck, con un elegante traje y una sonrisa perfecta.

- Buenos días, joven Kim - dijo mientras le guíñaba el ojo.

- Bu-Buenos días - respondió amable.

- Su padre lo espera allá, dejeme llevarlo - le sonrió y se le acercó para susurrarle a la oreja - en la esquina llegará su clon para proseguir con el plan.

Asintió y se subió, muchos más seguro.
Las calles pasaron como si nada, y de un momento a otro, se escondieron en un pasillo y otro auto similar al suyo pasó de largo, como si fuera él.

- ¿Crees que funcione? - preguntó, colocandose su disfraz para no ser descubierto.

- Claro Jin - contestó - a los buenos nos pasan cosas buenas.
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Yoongi salió de su casa, como si fuera un día común, Jimin iba a su lado como si nada, pero bien cubierto y disfrazado. Le había parecido muy buena idea de parte de Seokjin hacerlo. Caminó hasta la esquina en donde sus dobles robots los esperaba. Cambiaron de puestos y ellos se escondieron en uno de los callejones.

- Yoon - escuchó - son muy reales.

- Eso dile luego a Namjoon, tiene un conocido en ese aspécto y por eso lo lograremos.

- Lo sé - susurró tomando su mano.

Fue cuando un camión de gasolina chocó con el auto en donde Seokjin iba y atropelló a los clones de ellos, provocando varias explosiones que pulverizaron todo y causaron un estruendo.
Entre toda la gente, Yoongi y Jimin lograron escapara, tomando un taxi para llegar al jet privado de Jackson.

- ¡Yoon! - lo abrazó - ¡lo logramos!

- Si Jimin - le besó la mejilla - lo logramos.

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El Señor Kim estaba por abordar el avión cuando su celular sonó.

- ¿Aló?

- ¿Usted es el padre de Kim Seokjin? - preguntó la otra voz.

- Si, ¿quién habla?

- Soy un oficial de policía, y le informo que su hijo ha muerto.

El señor empezó a caer, y Namjoon, que habia ido a "despedir a su novio" lo miró ecéptico.

- ¿Señor? - cuestionó - ¿señor? ¿qué pasó?

- ¡Seokjin! - exclamó cayendo de rodillas mientras se cubría la cara con sus manos.

- ¡Qué pasó! - vaya, si se le dió la actuación.

- ¡Seokjin ha muerto maldita sea!

Namjoon, si no supiera lo del plan, juraba que hubiera caído tal y como su padre, a quien tuvo que correr a auxiliarlo. Los guardias tuvieron que llamar a los paramedicos.

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El velorio fue al día siguiente, Namjoon caminó tan neutral que no pasó desapercibido por Ken, que lo ayudó con su actuación dando una palmada en la espalda.

- Vamos amigo, lamento tu perdida - dijo con sozobra.

- Gracias - susurró - nos veremos, en otro momento.

- ¿Te irás tras enterrarlo?

- Si...¿y tú?

- Yo también...entonces - extendió la mano - nos veremos, en otro momento.

Respondió el puesto y luego fue caminando hacia el padre del "difunto", quien lloraba encima de la cajita de cenizas de su hijo.
Se aclaró la garganta.

- Señor - murmuró - lo siento. Quisiera enterrarlo, pero me parte el alma, y no se cómo voy a virir.

- Te entiendo chico, perdoname a mí - contestó - tal vez debí hacer lo contrario y dejarlo contigo.

- Olvídelo, me iré mañana de viaje, a otro país. Espero algún día volver a vernos, pero ya no importa, no le tengo recentimiento.

- Pues, toma - le dejó un libro - son sus fotos, yo ya no las necesito, y sé que tú lo vas a extrañar, ya que era tu otra mitad.

- Entiendo. Nos vemos, señor Kim.

- Seokjin tenía razón - concluyó - su madre estaría muy decepcionada de mí.

Namjoon encogió los hombros, y dio media vuelta para ir hacia la salida.
Su saco negro,
Sus gafas negras,
Y su mirada fría...
Convenció a muchos, mientras lo miraban alejarse del velatorio, susurrando cosas como "pobre chico, se quedo sin pareja, morirá pronto", "él estará tan mal", "va a morir pronto". Ya bastante lejos de todo eso, se quitó las gafas mostrando esos ojos llenos de vida y una sonrisa.
Tomó su celular.

- ¿Aló? ¿Jinie? - suspiró enamorado - todo salió bien amor, voy para allá, esperame en el jet.

Tiró las gafas y se cambió de abrigo, respirando hondamente ese último aire de Seúl. Amaba esa ciudad, pero ya no tenía nada para él.

Porque Seokjin estaba en el jet, con una sonrisa en el rostro, y con las maletas listas.

¿Quién dijo que iba a morir sin su alma gemela?

Tomó un taxi y llegó al edificio en menos de un minuto.

- Gracias hermano, de verdad - le dijo al alfa de su frente.

- Ya sabes - respondió Jackson - siempre serás mi primer amor, y mi mejor amigo. Espero poder visitarte pronto.

- Lo mismo digo - rió - Seokjin y yo te debemos mucho.

- Tal vez, que les vaya bien - le palmeó la espalda - ¡hazlo feliz!

Subió los escalones y entró en la terreza, observando como Jin sonreía ante su llegada, y que Jimin y Yoongi lo saludaban desde la ventana. Se despidió de Marck dandole unos consejos, para subirse y despegar.

- Namie - escuchó - te amo.

Se giró, justo para besar la frente de su omega mientras lo abrazaba.

- Yo más, Jin.




Fin.

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