Día 14:
Hay una delgada línea entre el amor y la obseción; más, por mucho que la segunda opción parezca la más fuerte, no hay nada que esa luz que ves en tú corazón desaparezca.
Namjoon tocó la puerta.- Supuse que vendrías - dijo Ken, con una mirada rota.
- Supusiste bien - contestó el otro.
Una sala grande apareció ante sus ojos y se sentó en uno de ellos. Era de color crema, tan limpia y tan llena de decoraciones de colores.
- A qué viniste, dímelo por favor.
- Deja de ser insistente - lo miró - porque te va a doler escuchar que Jin no llegará a Tokio, ni que nunca se casarán.
- Eso ya lo sé, ¿a dónde te lo vas a llevar?
Por esta vez, Namjoon fue quien calló y dudo si contarle o no, Ken se sentó en su frente y le ofreció un dulce.
- No sé si confíar en ti - argumentó.
- No te queda otra opción - aseguró - yo también me voy a otro país, no me quiero casar con Jin. Además, quiero saber que él este bien.
- Lo estará - suspiró - lo cuidaré, al menos para que estés más confiado. Iremos a...una Isla de Busan. Ahí lo llevaré.
- ¿Cómo?
- Sí - se levantó - me lo voy a llevar, porque estoy muy seguro de que es mí pareja destinada. Ni tú ni mí padre podrán detenerme.
- No lo voy a hacer.
- Pues... - asintió - claro, como digas.
- ¿Y cómo te lo vas a llevar?
- Ya lo verás por noticias - le dejó una tarjeta - cuando ya no sientas rencor o dolor por nosotros, habla con Jin, te extraña, como el amigo que solías ser.
Se alejó y cerró la puerta, dejando a Ken con algunas lágrimas en los ojos. Sabía que estaba mal, odiar a su amigo estaba muy mal, porque también lo extrañaba.
Namjoon bajó las gradas y detuvo a un taxi, para irse a casa de nuevo.Jimin entraba en su departamento cuando oyó una maldición a sus espaldas. Se giró dejando las cajas en el suelo.
- ¿Yoongie? - preguntó mientras volvía a bajar.
- Por aquí - respondió este, masajeando su rodilla.
- ¿Qué sucedió?
- Me golpeé, pero estoy bien Jiminie, no te asustes.
Lo ayudó con las demás cajas y entraron en el departamento, acostandose en el sillón sin decir nada.
- ¿Te duele...mucho? - preguntó.
- No mucho...pero algo sí me duele.
- ¿Qué? ¿qué te duele, Yoongi?
El alfa quería jugar un rato, vengandose de que su omega lo hizo comprar cosas innecesarias y de que se había burlado de él.
- Algo.
- ¿En dónde?
- Aquí - señaló sus labios - me duele mucho - sonrió.
- ¿Y-Y? - el menor tragó saliva.
- Vas a tener que curarme con tus besos, Jimin.
De un momento a otro, lo subió a sus piernas, poniendolo a horcadas de él, con su inocente y sonrojado rostro, sus pequeños ojos rasgados se abrieron ante lo que estaba pasando.
- ¿Y-Yo?
- Si, ahora bésame.
El chico se inclinó, y le robó un dulce beso muy tierno, con toda su cara abochornada y sus ojitos cerrados para esconderse en el pecho de su alfa.
- H-Hyung...
- Eres demasiado bello - susurró - dame otro.
Acunó sus mejillas y le robó otro, volviendolo un poco más intenso, lleno de sentimientos fuertes que los mantuvo así, muy cerca, mientras seguía juntando sus labios una y otra vez. Se volvió salvaje, y Yoongi mordía el labio inferior de Jimin cada vez que se separaban para tomar un poco de oxígeno.
Iba a pasar al otro nivel, cuando la puerta sonó de repente.
- Mierda - susurró Yoongi y alejó levemente a Jimin para abrir la puerta.
- ¡Hola! ¿podemos pasar? - cuestionó Jungkook, mientras mostraba que traía comida con unas botellas de cerveza.
- Ya han venido, pasen - contestó malhumorado.
- ¿Interrumpimos algo? - preguntó Taehyung mientras abrazaba por la espalda a Jimin.
- Na-Nada - respondió el omega riendo.
Jugkook alzó los hombros y se sentaron todos.
- Por cierto - aclaró el alfa recién llegado - mañana quiero estar temprano en la universidad para cuando llames, Yoongi. ¿Te parece?
- Claro - suspiró - estaré cerca cuando el suspuesto auto de Namjoon y Jin choquen con el otro. Espero que Marck no olvide jalar a los dos y llevarlos en su jet.
- No lo hará - confesó - es un b-buen chico, y dulce. A-Además Jackson y él s-son nuestro ú-único apoyo.
Yoongi sonrió mientras bebía un poco del alcohol.
Namjoon llegó a casa, Jin estaba sentado en la sala, leyendo una revista sobre Busan y sus afrodiciacos y tranquilos lugares. Se giró la cabeza mientras le regalaba una sonrisa, y lo invitaba a sentarse con él.
- ¿Listo para mañana, Namie?
- Algo así, ¿tú padre no ha venido por ti? - cuestionó mientras le rodeaba con el brazo y le acariciaba el cabello.
- Viene en una hora - lo miró - ¿estás nervioso?
- No, en lo absoluto - besó su nariz - ya quiero que sea mañana.
- ¡¿Acaso quieres mí muerte!? - dijo fingiendo dramatismo.
- No mí vida - lo volvió a besar - solo quiero que nos casemos ya, ¿entiendes?
Era bonito aquello, el silencio del departamento y un leve aire de fantasía entre los besos que compartieron, antes de que el padre del omega llegara, burlandose de ambos.
Lo que él no sabía, era que la bofetada con guante blanco le vendría después.
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I Love You
FanfictionEn donde Namjoon es un frívolo alfa que busca cortar todo tipo de relación con las personas y, por cosas del destino, conoce a un indefenso omega que tan solo buscaba protección de un mundo cruel. En donde Namjoon y Jin se aman incondicionalmente a...