ALPHA CENTAURI

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Un dolor punzante viajaba desde mis piernas hasta mi cabeza una y otra y otra vez, una más fuerte que la anterior obligándome a abrir los ojos al instante, pero todo me daba vueltas, todo me dolía, sentía como si todo dentro de mi estuviera roto, pisoteado, humillado. Comenzaba a recordar todo lo que había pasado, el asqueroso olor que inundaba la habitación me lo hacía más claro cada segundo que pasaba.

Trate de incorporarme, aún me encontraba tirado en el suelo, completamente desnudo y con el cuerpo enteramente lastimado. Cada zona de él, cada centímetro estaba herido.

Nadie nunca va a saber el dolor tan desgarrador que sentía arder en mi interior. Nadie nunca va a saber lo que ocurrió.

Intenté ponerme de pie por segunda ocasión, pero volví a frcasar, así que me arrastre hasta el sofá y tomándolo de apoyo, logre pararme, sintiéndome completamente desorientado, sin mencionar que el dolor aumentaba cada vez más.

Busqué rápidamente la puerta, que por "suerte" estaba abierta. Inspeccione el lugar con mi mirada pero no había rastro de Jimin, ni de nadie.

Como pude me vestí, y al paso que mis débiles piernas podían, salí corriendo de ahí, recorriendo pasillos y pasillos oscuros. No tenía idea de donde estaba la salida.

"¿A dónde mierda crees que vas?" Pude escuchar la voz de Jimin detrás mío, al igual que sus pasos pisándome los talones, pero igual que la vez pasada, no estaba corriendo, sólo caminaba tranquilamente, y casi podía jurar que me estaba viendo de lo más divertido. No se estaba esforzando en lo más mínimo, y lo entiendo, mis piernas ya no daban para más y él lo sabía, pero me subestimó. Subestimó el hecho de que el único sentimiento que me quedaba ya era el miedo, el más fuerte. "¡Ven aquí Tae Tae!" Canturreó.

Pude notar que aún era de noche por los débiles rayos de Luna que se colaban por las ventanas; no sabía cuánto tiempo había pasado desde que Jimin me había traído aquí, pero lo que si tenía claro es que ya no podía permanecer ni un minuto más en éste infierno.

"¡Ven aquí Taehyung!" Me gritó, comenzando a enojarse.

Mis ojos dieron por fin con la puerta principal, y sin saber cómo, mis piernas sólo corrieron y corrieron, ya no sentía dolor, sólo sentía esa enorme necesidad de huir. Sólo quería huir, y lo logré.

Salí corriendo de la casa para encontrarme con un vecindario completamente desconocido, pero no me importó, sólo huí. No tenía idea de a dónde iba, ni dónde estaba, mis piernas sólo se movían sin parar.

Quería correr hasta desfallecer. Quería gritar hasta desgarrarme la garganta, llorar hasta secarme, desangrarme hasta morir.

¿Por qué yo?

pluto, taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora