ALPHA BOOTIS

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Me gustaba la oscuridad y el aura que emanaba el lugar, me hacían sentir libre, me hacían sentir otra persona, me hacían olvidar.
Me gustaba porque así nadie podía verme, y si nadie me veía, nadie me haría daño. Nadie podía tocarme.

Me agradaba más la oscuridad de la noche que la claridad del día, es por eso que dentro de éste bosque estaba a salvo, pues aquí parecía que jamás amanecía, todo era oscuridad y me era imposible mirar el Sol. Me sentía a salvo.
Hacía días que lo único que podía ver eran las estrellas, y mientras más las miraba, más me gustaba la idea de volar entre ellas. Me tenía fascinado el poder ponerle fin a este calvario y poder renacer como astro.
Me tenía fascinado la idea de morir al fin.

Caminé lenta, muy lentamente hasta acercarme a la orilla del perfecto acantilado. Podía sentir la salada brisa chocar contra mi rostro y el corazón acelerárseme con cada paso que daba.
Extendí ambos brazos, inhalando hondo el frío nocturno y dejando que se impregnara en mi la esencia de la madrugada.

"Soy tu tutor, necesitas tener mi numero, Taehyung" "¡Es fabuloso Venus!" "Una estrella es mucho, Venus" "Tonto, si lo dices en voz alta tu deseo no se va a cumplir" "¿Me ves como un amigo?" "Quieres volar entre estrellas pero no te has dado cuenta que tú eres una" "Venus" "Venus" "Venus"

Tu voz resonaba por cada rincón de mi mente.
Tenía tan grabadas cada una de tus palabras en mi ser que dolían, quemaban. Era insoportable.
Era insoportable porque algo dentro de mi aún se rehusaba a que esto terminara así.

Podía mirar a lo lejos la luz de un faro que se podía confundir fácilmente con las estrellas, pues mi vista comenzó a ser cada vez más y más borrosa gracias a las lagrimas que brotaban de mis ojos sin cesar; era el momento.

Habían sido más los recuerdos malos que los buenos, pero por fin mi alma podría descansar en paz, así que sin pensármelo más balanceé mi cuerpo hacia adelante, suavemente y con delicadeza hasta que mis pies dejaron de tocar el rocoso suelo y mi cuerpo se sintió completamente liviano. Deje de sentir todo rastro de mi existir.

Pronto iba a acabar todo, deje de sentir el viento chocar contra mi, deje de sentir frío, deje de sentir dolor.  Deje de sentir todo rastro de mi existir.

¿Así era la muerte?

pluto, taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora