Kristen era una remolona en toda regla. Se quedaba hasta las tantas en la cama. Hasta que su novio, Adler la despertaba con el desayuno.Kristen y Adler trabajaban en la misma compañía, en la que ellos dos eran los únicos integrantes.
Trabajaban en el negocio de la muerte. Así es, mataban a total sangre fría a la gente que les encargaban. Eran felices y disfrutaban en su trabajo. Por cierto, se me olvidaba mencionar algo y es que, Kristen y Adler eran caníbales.-Bueno días dormilona, te traigo el desayuno.-Adler posó la bandeja con un bol repleto de sangre y lo que parecían ser arterias en una pequeña mesa junto la cama de Kristen y se dispuso a abrir las cortinas.
-Hola...aghhhh-Kristen se estiró y cogió la bandeja con su "comida". Masticar aquello le teñía su pequeña y delicada boca de un color rojo marsala.- recuerda que hoy tenemos que hacer...
-El encargo del supermercado-le interrumpió su novio.- ese en el que nos hemos estando preparando tantos meses. Será maravilloso.
Adler se acercó a Kristen y le limpió con la mano una mancha de sangre que le había salpicado su mejilla pálida.
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Comprando la muerte
HororA Akane y a su mejor amiga les gustan hacer cosas juntas. A Kristen y a su novio también. Las dos parejas se conocen un día en un supermercado. ¡Parece que se llevan bien! ¡Mira! ¡Kristen le está ofreciendo el páncreas de la señorita Malory a Akane...