El viernes estaba decidido a hablar con ella y saciar mis ganas de verla. Necesitaba escuchar su voz sin una puerta en medio
—¿Cómo mierda necesitas de una pibita que te habló dos días?— me grita mi consciencia
— Era mi amor platónico hace mucho, sabía que me iba a pasar esto si me hablaba por lo
menos tres minutos — le contesto, pero mi consciente es demasiado realista— Amigo, no es un cuento de hadas esto. La piba es torta
— no sabemos — me corto a mi mismo
— Pero casi, vos sos un idiota y listo — suspiro y saco a mis dos personas de mi mente para tomar cigarrillos e ir camino a romperme un poquito más el corazón
Toco la puerta, en la casa no parece haber nadie. Aún así escucho la voz de ella, dulce y un poco con su vitalidad — Voy — me abre, estaba ojerosa, en pijama y tenía una taza en sus manos. Al verme se paraliza — Te dije que pares, Tomás— pronuncia mi nombre y me derrito por dentro, era demasiado para mí
— No podes decirme eso y listo, a cualquier otro si, a mi no — exhala y deja la taza sobre la mesita al lado de la puerta
— ¿Podés decirme qué querés exactamente? ¿Confundirme o ayudarme?— ambas, quise responder
— ¿Ayudarte?— dudo de mis palabras — No soy tan mierda — si, lo sos, Cenfecito — ¿Como se empieza?— uno mis manos y las soplo sacando el frío de ellas. Sonríe de costado, toma mis hombros y me adentra al calor de la casa
— Pasando tiempo como amigos, es fácil — su mano seguía en mi hombro. Me mira de arriba abajo — En realidad no es fácil, pero creo que me puede distraer — pestañea lento. Su toque era de otro mundo
— El objetivo no es distraerte, supongo, no sé mucho de procesos de búsqueda de orientación sexual — esboza una risita que me la contagia. Saca sus manos de mi cuerpo para llevarlas a la taza en la mesita que dejó antes
— ¿Te gusta Star Wars? Me dijo una amiga que la ciencia ficción cura todos los males del corazón y no sé porqué intuyo que tenés varios, viejos o nuevos, pero los tenés y yo también— camina hacia el living enorme que tenía la casa y la sigo escuchando sus explicaciones
—Supuestamente se activan unas hormonas en nuestro cerebro wue liberan no sé qué que nos hace sentirnos bien y olvidarnos de todo un rato, aunwue supongo que absolutamente todas las películas tienen esa función. Capaz que es mala y te aburre, pero te hace pensar que es mala y que aburre entonces ya no estas pensando en eso que te hace mal — veo su rostro concentrado en explicarme aquello. Otra vez me perdí en un mar de pensamientos impuros que hacen que chasquee los dedos en mi cara
— Viajas mucho por entre tus pensamientos — deduce acariciando su barbilla con su dedo índice. —¿Qué te inquieta tanto?
No respondo
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el q sigue e re pikante
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lesbian | cro [COMPLETA☑️]
Non-Fiction«te seguía buscando, sabiendo que iba a perder» PRÓXIMA A EDICIÓN COMPLETA