diez

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A los segundos, me percato de que nos estamos besando, y no tenía ni idea de quién empezó esto pero no podía parar. Se potenciaba el deseo acumulado con el gusto que dejó el café dulce sobre nuestras bocas

Era tan hipnotizante como sus ojos, sus caderas moviéndose en algún antro al que fuimos todos, sus labios moverse soltando poesía. Era la mismísima magia con la que soñamos de chicos, que nos envuelva de tal manera como lo hacían sus labios en este momento

No tenía ni idea de nada, mi imaginación me había mentido cuando gritaba que este momento iba a ser demasiado para mí, pero en cambio era la gloria, mi pulso se regularizó con sus labios y todo volvía a ser mejor que el segundo anterior.

Su mano se desliza de mi cuello, hacia mi cachete y termina en mi nuca donde empuja un poco para profundizarnos. Podía sentir su olor a perfume dulce con más intensidad y confirmaba que era el cielo efectivamente

Mi mano se posa en su cintura doblada por su posición, pero las toma y las pega contra el sillón a mis costados; se pone encima de mis piernas sin soltar un segundo mi boca. Me impide moverlas por varios segundos, o minutos

Solo podía pensar en que ya no era tan platónico el tenerla, que podía ser diferente todo después de esto

Vuelvo a la realidad cuando distingo que se queda sin aire y me suelta unos segundos, me mira a los ojos y continúa cuando me agarra en labio inferior con los dientes. Veo una sonrisita en sus labios cuando dejo salir un quejido, pero suelta y vuelve a tomarlo de la misma forma varias veces

— Por lo menos dejame tocarte, Jeana — suplico porque detenía mis manos con ambas rodillas y ahora las suyas me despeinaban masajeando mi nuca. Ella niega con mi labio en sus dientes

Pero algo sale de mi que detiene todo

—¿Qué te pasa?— pregunto cuando suelta mi labio — Se supone que soy aburrido — su rostro cambia y parece irse toda idea de llegar a algo más esta noche

— No sé — se aleja de mi y me asusto por su expresión— No sé ni que me pasa conmigo misma, perdón— es lo último que dice para salir corriendo sin escuchar mis pedidos

No me debía disculpas

Pego mi puño contra la pared y me siento mal, por ambos. Porque la acabo de confundir más y porque cago absolutamente todo, quizás no me vuelva a hablar.
Abro la puerta de casa dispuesto a seguirla, pero no la veo. Mi sangre se congela y no por el frío del exterior, se congela de solo pensar en lo que le podría pasar

No tengo su número y eso me desespera, suspiro agobiado

Mi boca tenía gusto a la de ella

El café, las oreos sin abrir en la mesa, había dejado una campera también.

Le digo a Mauro que verifique que Jeana llegue bien a su casa, pero no contesta entonces supongo que está garchando o fuera de su casa. Le mando a Neo y Alejo, que me dicen que estaba bien porque acababa de llamarlos y tenían su ubicación en tiempo real ambos

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SEPIKO dea

Me gui de gira con un pibe de mi colegio y aora me gustA sale mal

Kedan 20 caps caramba dijo el bar sinso

lesbian | cro [COMPLETA☑️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora