diecinueve

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Ambos nos sentamos en una parte alejada de los puestos y de la gente en sus rutinas. Estábamos en el pasto sentados y comiendo cupcakes de distintos sabores —¿Qué se supone que tenías para decirme?— pregunta. Ella estaba recostada sobre sus codos en el pasto y yo sentado abrazando mis piernas

— No entiendo muy bien como explicarte, pero tengo algo así como una mala suerte para todo — mastica uno de frutilla y arándanos, traga y luego bebe jugo de sandía — Me encantas, Jeana, no miento. Te juro que desde que apareciste con Mauro en la joda chota esa, que si no fuera por vos nos hubiéramos ido temprano — asiente captando y para que siga hablando — Y hasta hace algunas semanas me parecías inalcanzable, hasta que me dijiste que prácticamente no sabías si eras homosexual y caí en ese pozo de pensamientos que siempre evité

—¿Sentiste lo que era ser perseguido por algo? Un sentimiento en este caso — asiento y abro el de dulce de leche y banana — Eso me pasaba... bueno, me pasa, cuando pienso en vos

Mi mente me grita alerta — PENSABA EN VOS, PIENSA EN VOS — me grita y mis hormonas saltan como pulgas de un pelaje a otro

— ¿Y cual es el problema?

— Que todas con las que anduve tienen algo que se vuelven como yo; unas basuras en vida. O no puedo evitar irme con alguien mas, no sirvo para compartir mi vida en compromiso con alguien — confieso

—¿Si? Bueno, los dos tenemos serios problemas entonces— se incorpora y se sienta como yo. Se inclina y llega a mis labios, en los cuales deja un pico, quisiera tener su seguridad y autoestima

— Ayudame — suplico — Cuando te sientas distinta alejate, no te preocupes por mi, vos alejate — niega con una sonrisita en su cara

— Puedo ser de todo, pero mis principios nunca cambian y siguen estables sin perder el equilibrio — agarra un pasto del suelo y despedaza la hoja mientras me habla — Capaz que no sea buena idea, pero podemos intentar — estaba de acuerdo, sin embargo no emití palabra, estaba medio feliz medio ansioso

—Tengo ganas de besarte — confieso y sonríe con picardía. Se abalanza sobre mi y quedamos recostados en el pasto; me besaba con calma, podría jurar que sus labios eran lo mejor que había probado en mucho tiempo.

Era un beso que no te incitaba nada más que a disfrutar, y eso sumado a la brisa fresca de invierno, se convirtieron en una de las cosas que me encantan

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tengo q hacer la carta para los quince de mi amiga (sus amigos me pidieron ayuda) KEAGO AYUDA NUNCA HICE ALGO ASI Y ES PARA ESTA NOCHE

lesbian | cro [COMPLETA☑️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora