Protegido *JinSu*

03

Eran las cinco de la mañana cuando Yoongi pasó a su habitación golpeando un sartén con una cuchara de madera, Jin pensaba que eso sólo pasaba en las películas. Se equivocó.

—¡Despierta flojo que tenemos que trabajar!

SeokJin se tapó con las sábanas, pero fue en vano el ruido era espantoso, se sentó molesto con los ojos hinchados y un enorme sueño miró a la ventana y vio que la oscuridad aún adornaba el cielo.

—¡¿Estás loco?! Es muy temprano—gruñó.

Yoongi soltó una sonora carcajada y siguió golpeando el sartén hasta que el pelinegro se levantó murmurando algún maleficio hacia su persona.

—Te dije que a las cinco comenzaba nuestra jornada. Bien niño lindo de ciudad iniciemos la diversión, ponte esto, creo que no somos de la misma talla, pero bueno tienes suerte que use pantalones holgados.

Jin observó con cuidado a Yoongi quien llevaba un conjunto de mezclilla y un sombrero de paja, sus ojos brillaban y su sonrisa mostraban una línea de dientes pequeños. Era tierno tanto que le hizo sonreír.

—Bien mi ángel salvador, que en estos momentos es un demonio—bufó—. Vamos ¿Qué tan malo tiene que ser? 

SeokJin no imaginó por nada del mundo que las tierras de Yoongi fueran tan grandes. Estaba impresionado, hasta que entraron a un granero y un hedor le llegó a la nariz, quiso vomitar del asco.

—¿Por qué huele así? —preguntó cubriendo su rostro con las manos.

—Porque aún no lo limpias—dijo Yoongi para nada afectado por el olor, prendió la luz y está dejo ver que en el interior del granero se encontraban dos hileras de puercos en sus respectivos compartimentos—. Bien te presento a los chanchitos.

—¿Chanchitos? —preguntó con una ceja alzada.

Yoongi enrojeció. —Asi llamo a los cerdos—estaba nervioso pero al instante se puso a trabajar—. Bien, esto es lo que quiero que hagas, vas a limpiar este lugar, osea que recogerás la popo de los puercos y la pondrás en esos costales que están en el fondo. Después les vas a dar de comer—miro a Jin con seriedad—. Escucha muy bien, a los cerdos de la derecha les darás el alimento especial que está en ese costal, deben comer primero y con cuidado de no estresarlos, a los de la izquierda dales de esos botes, son sobras de alimentos. Tienes que tener cuidado de no confundir los alimentos.

—¿Por qué no les das del mismo a todos? ¿Esa es una clase de porkiracismo?

—No preguntes, sólo hazlo, si te equivocas me deberás miles de dólares así que asegúrate de hacerlo bien—suspiró—. Después de que termines ve al lago que está a unos metros, ahí hay patos y gansos—se acercó lentamente—. Les darás de comer semillas y lombrices.

—¿No comían pan?

—¡No! —exclamó alarmado—. Ni se te ocurra hacer eso que les puedes enfermar, muchos no lo saben, pero los patos no deben comer pan, es pesado para su estómago. Sólo dales de comer y no les hagas caso a veces son traviesos.

—¿Un pato? —rio por lo bajo—. Eso es absurdo.

—Son más inteligentes que un perro—gruñó—. Pero, bueno no voy a discutir sobre eso con alguien que no sabe nada.

—¿Por qué te enojas? —dijo Jin sonriendo porque ver al más bajo haciendo un puchero mientras defendía a los patos le causaba ternura.

—Como sea—rodó los ojos—. Después de alimentar a mis bebés, digo a los patos quiero que vayas al gallinero y recojas los huevos, los pones en una canasta y los llevas a la cocina, cuando termines de hacer eso abres la compuerta de las vacas para que puedan pastar y cepillas a los caballos—lo último lo dijo cuando estaba por irse—. Oh, no entres a la caballeriza número cuatro, es un semental y patea duro, si entras y te mata te voy a enterrar con los puercos por bruto—rio—. Ammm ¿Qué más? Mmm creo que por el momento es todo ¡Suerte bonito!