Protegido *JinSu*

12

—Lo bueno es que todo está bien ¿No lo crees?

Jimin dejo de llorar para asentir. —¡Estás hormonas me están matando!

—Ya mejorará ¿Crees que deberíamos llevar algo de cenar? ¿Algo que se te antoje?

—Muero por pizza.

Estaban cruzando la calle, cuando Yoongi miró un auto muy conocido. Podría ser una casualidad, o tal vez, significaba algo, problemas, porque conocía muy bien a su hermano, a este no le gustaba alejarse mucho de la cuidad.  Jungkook salió del auto, se acercó a ellos y su rostro se veía preocupado.

—¿Sucede algo?

—Raptaron a tu prometido.

Yoongi le observó confundido. Jimin maldijo en voz baja.

—¿Cómo es posible? ¿No sé supone que nos cuidarían?

—¿Tú sabías de esto? —Yoongi le miró con reproche.

—Claro que si, ellos siempre han sabido dónde estamos, han cuidado de nosotros. Lo siento, pero no lo siento, era por tu bien. Sabes que él podría buscarte.

—Y lo hizo, pero supongo que no le gustó saber que estás comprometido con alguien más.

—¡Mierda, Jin!

Jimin le miró fijamente. —Algo ocultas, conozco esa mirada.

—La misma que tienes cuando haces algo y no quieres que los demás sepan, habla—dijo JungKook con las manos en la cintura.

—Jin estaba siendo buscado por la mafia contraria, tuvo unos problemas pequeños y esas cosas, lo supe cuando lo conocí, llegó a casa con una marca roja en el brazo era el sello de ellos.

—Vaya, que embrollo.

—Siento que no me están explicando todo.

—No hay tiempo para eso JungKook, tenemos que salvarlo. No seré viudo antes de casarme.

—Bien, suban.

Subieron y emprendieron camino a la casa de su padre, JungKook manejaba lo más rápido que podía en carretera, en el camino pensaba y se reprochaba no haber sido cuidadoso, tenía miedo de que la historia se repitiera y alguien saliera lastimado por su culpa, sobre todo alguien que quería.

Fue una tortura, pensaba en el pobre de Jin, porque se veía escuálido como para poder soportar cualquier tipo de dolor y tortura, sabía bien como actuaban ellos y eso le ponía más ansioso.

Cuando llegaron, no espero para bajar y entrar corriendo, buscó por todas partes, yendo a la oficina de su padre dónde todos estaban reunidos, su padre se puso de pie.

—Yoongi.

—Sé que no tengo derecho a pedirte esto, sé que falle a la familia metiéndome con las personas equivocadas y que no bastando me fui sin decir nada, pero, quiero que me ayuden a recuperar a Jin.

Camillo sonrió y asintió. —No fallaste, te lo dije esa vez, los errores todos podemos cometerlos, somos tu familia y ahora él también es parte de nosotros, ya organice un golpe. ¿Estás listo?

Yoongi puchereo, lo cual fue una muestra de ternura que conmovió el corazón de su padre y de sus hermanos, se acercó a él y lo abrazo con fuerza.

—Gracias.

—Les explicaré el plan. Sabemos dónde lo tienen, quiere negociar.

—¿Qué es lo que quiere?

—Parte del territorio de las montañas.