Alice in Wonderland [Vkook]

Capítulo XX: Perversidad

La tensión y la frustración podía sentirse a pesar del silencio sepulcral en el que la habitación estaba hundida. El delicioso aroma que antes emanaba de la cocina era ahora uno desagradable, característico de la comida quemada. Sin embargo, ninguno de ellos ha tenido la intención de ir y apagar la estufa.

Heeyeon estaba acostada a lo largo del sofá, aun inconsciente. Jimin se encargó de limpiarla y curar hasta donde podía sus heridas, por suerte, solo tenía una cortadura bastante larga, pero no profunda, en el brazo derecho. Lo vendó, al igual que todo su torso, el corto tiempo que la chica estuvo de pie notó que no era capaz de erguirse, así que levanto su camisa y al examinarla se alivió de que solo fuera un esguince.

Quisieron mantener a los gemelos en la ignorancia fallando en el intento. Inevitablemente los niños bajaron cuando sintieron hambre, notando que algo estaba mal se mantuvieron tranquilos sin preguntar, atentos a cualquier indicio que pudiera decirles que estaba sucediendo. Sukyoon reconoció a la persona tendida en el sofá, al ver a Jimin atenderla, se acercó y levanto su cabeza para apoyarla sobre el brazo del sofá dejando que los cabellos cayeran libremente. Tomó un cepillo y una fina liga, peinándola suavemente hacia atrás en una coleta, pensando que así estaría más cómoda en el momento que despertara.

Taehyung estaba sentado al pie de la escalera, tomando sus manos con fuerza para intentar controlarse. Si hubiese respondido el maldito teléfono nada de esto hubiera pasado. El hecho de no saber exactamente qué había ocurrido solo lograba alterarlo más creyendo que perdían tiempo valioso en el que deberían estar buscando al pelinegro. Se levantó, acercándose a Seokjin quien no había dicho una palabra y solo se mantenía apoyado contra el mesón que dividía la cocina del comedor, dándole la espalda a todos para que nadie se enterara que cruzaba por su mente.

—Hyung... - Lo llamó con una mano el hombro, dándose cuenta que este se tensó ante el tacto – Entiendo que no sabremos que pasó hasta que despierte, pero no podemos esperar tanto – Seokjin rio suavemente negando con la cabeza.

—¿Ahora si te interesa? – Preguntó, provocando que el rubio frunciera el ceño confundido – Tu deber es protegerlo, Taehyung ¿Por qué no respondiste la llamada? – Hablaba en voz baja con un tono firme sin darse vuelta. El menor lo conocía a la perfección y sabía que estaba conteniéndose para no explotar.

—Lo lamento – Dijo suavemente – Necesitaba aclarar mi cabeza, no quería...

—¡Maldita sea! – Seokjin golpeó el mesón de mármol con su puño ocasionando un seco sonido que los alertó. Se dio la vuelta, enfrentándolo directamente - ¡No estás viviendo en un puto drama romántico, Taehyung! ¡Si yo llamo, respondes! ¡Si Jimin llama, respondes! ¡Si el jodido primo del vecino llama, respondes! ¡No me interesa que haya pasado o lo que sentías, debiste responder! – Gritaba señalándolo y acercándose cada vez más a él. De forma brusca sacó el teléfono del bolsillo de Taehyung, viendo la cantidad de llamadas perdidas su ira aumento - ¡Fueron seis! – Arrojó el aparato contra la pared sin importarle si le causaba algún daño - ¡Seis veces y no se te ocurrió mejor cosa que hacer que ignorarlo!

—¡No dejare que pongas todo el peso en mí! – Alzó la voz igualmente, dejando de lado los honoríficos - ¡Con todo lo que ha pasado dijera lo que dijera no debieron permitir que saliera solo!

—Estas tan mal – Volvió a reír – No sé qué estás haciendo, Taehyung, pero debes detenerte. Ahora.

—No sé a qué te refieres y no me interesa averiguarlo, lo único que me importa en este momento es encontrarlo antes de que sea demasiado tarde, porque si le ocurre algo grave no será solo mi culpa

—¡Reacciona! – Gritó nuevamente - ¡Todo siempre ocurre por un error de tu parte! ¡Si no fuera por ti Kwansoo seguiría con vida! ¡Segundo strike, Kim Taehyung! ¡Al tercero no dudare en llevármelo y mantenerlo lejos de ti si con eso evito que cosas como esta pasen! – Los ojos del rubio se oscurecieron, perdiendo el control lo tomó por el cuello de la camisa y lo estampó con fuerza contra el mesón sacándole un quejido de dolor. Hoseok y Yoongi se pusieron de pie mientras los gemelos veían la escena con miedo.