Alice in Wonderland [Vkook]

Capítulo XLII: Eterno sufrimiento.

Kim Seokjin caminaba lentamente cargando el pequeño e inmóvil cuerpo de un niño en sus brazos de forma nupcial.

Había reaccionado hacía una hora atrás, lo último que recordaba era la imagen de los gemelos sobre su cama, fue grande su confusión cuando en ese momento se encontró en uno de los asientos traseros de la camioneta mientras esta rodaba en silencio. Como era de esperarse buscó respuestas inmediatamente, interrogando a Namjoon que conducía impasible con Hoseok a su lado en el asiento del copiloto. Aunque ambos se esforzaron en contarle con lujo de detalle lo que ocurrió no había conseguido recordar nada.

Le sorprendió la tranquilidad que percibía en el ambiente, a excepción de Lee Sora quien solo veía por la ventana en silencio todos estaban durmiendo de una manera tan plácida que casi juró que todo lo ocurrido fue un sueño.

El divisar el cuerpo de Sukyoon junto a Taehyung le recordó que las cosas fueron terriblemente reales.

—Hyeyoon está en el maletero. – Hoseok avisó y se apresuró en continuar la oración cuando notó la expresión desesperada en el rostro del mayor. – Está vivo. Lo acomodamos bien en una colchoneta para que no sufra ningún golpe en el viaje. Los dos están estables. –Dejó saber y segundos después escuchó el gran suspiro de alivio de Seokjin.

—Micah y Ahn Heeyeon... ¿Qué...? ¿Qué ocurrió con ellos? – Inquirió lentamente, sus pensamientos estaban claros, todo su cuerpo respondía correctamente, pero por alguna razón le costaba un poco pronunciar las palabras de forma debida.

—Los incineramos antes de venir. – Respondió Namjoon.

Fue cuando el pelirrosa se preguntó cuánto tiempo estuvo fuera de sí, cremar un cuerpo no era cuestión de unos pocos minutos mucho menos hacerlo con dos. Debieron tomarse como mínimo seis horas para no dejar rastro de aquellos cadáveres. Además, decidieron previamente mantener el de Ahn Heeyeon hasta que Jungkook despertara y concluyera en lo que haría por ella, se trataba de su mejor amiga, estaban seguros que le devolvería la vida y si no al menos querría despedirse. Namjoon tuvo que haber estado verdaderamente acorralado si optó actuar por su cuenta yendo en contra de algo que él mismo había planteado y con lo que todos estaban de acuerdo.

Mantuvo silencio el resto del trayecto, hasta que supo que ya habían llegado y con cuidado cargó a Sukyoon antes de bajar del vehículo.

Los demás ya habían despertado, sólo Jungkook seguía durmiendo sobre los brazos de Taehyung quien no había dicho una sola palabra en todo ese tiempo.

Seokjin daba pasos cortos, andando con cuidado sobre las gruesas rocas que formaban un largo sendero en ascenso hacia la residencia donde habitarían a partir de ese momento, ahora que lo piensa con detenimiento aquella ruta era bastante peligrosa, si por mala suerte llegaba a resbalar tendría graves consecuencias ya sea por una altura considerable o por las rusticas rocas. Todo estaba rodeado por inmensos arboles, el silencio era bastante pesado en ese sitio siendo las hojas y ramas de los arboles chocando entre sí el único ruido que se percibía de vez en cuando. Suspiró con alivio cuando estuvo frente a la casa luego de cerciorarse que todos hubieran llegado junto a él.

Sora dejó salir una gran bocanada de aire de su boca, vocalizando también con impresión al detallar el interior del lugar después de que la puerta fuera abierta.

—Vaya... – Se colocó ambas manos en la cintura posicionando todo su peso en la pierna derecha. –...Debimos mudarnos tiempo atrás. Habríamos vivido mucho más cómodos. – Comento notando la gran diferencia en cuanto el espacio que tenia con la anterior casa.

—Pensamos que sería difícil para Jungkook adaptarse si lo traíamos aquí. - Seokjin explicó en voz baja. - Estamos a diez horas de Seúl y esta ubicación... Era un cambio muy drástico para él, seguro lo tomaría casi como un secuestro.