Bueno, ¿por dónde iba?
- Nos estabas contando como conociste a papá. – Dice la chica alzando las cejas.
- Con todo lujo de detalles. – El chico resopla.
Sí, en el año 2005, con 27 años, mis dos mejores amigos se comprometieron, y eso me hizo pensar que tal vez yo debía casarme también. Y entonces vi a Agoney. Era perfecto, sentí que debía conocerle. Y gracias a vuestro tío Ricky, me presenté. Bueno, me presentó. Da igual.
Después le pedí salir, y aunque parezca precipitado, después de aquella cita, me enamoré de él. Y eso me llevó a decir una estupidez. Bueno, varias.
- Creo que me estoy enamorando de ti.
- Dios papá, es que es súper penoso. – Se tapa la cara con la mano, acomodándose en el sofá marrón.
- Y bueno, ¿qué pasó después? – El chico subió un pie al sofá, y puso una sonrisa curiosa.
Nada. Había hecho el ridículo más grande de mi vida.
Pasó una semana y decidí no llamarle.
Alfred Ricky y Raoul entraron al bar, el primero se quedó atrás con el rubio, mientras Ricky pedía las bebidas.
- ¿Así que no le vas a llamar? ¿No decías que te habías enamorado? ¿Cómo has pasado de fase tan rápido?
- No me enamoré de él. Me enamoré de la idea de matrimonio que creé en mi cabeza. En realidad no tenía nada que ver con Agoney.- Avanzaron hasta la mesa donde estaba Amaia, cuando Raoul le vio. – ¡Agoney!
Abrió los ojos sorprendido, y el moreno le miró con una sonrisa.
- Hola. – Alzó su mano con timidez, mostrándole las paletas.
- Mira con quien me he encontrado. Es todavía más guapo en persona. – La chica apoyó los codos en la mesa y su cara en las manos, mirándole fijamente. Agoney se sonrojó y soltó una pequeña risa.
- ¿Desde cuándo os conocéis? – Preguntó señalándoles.
- Más o menos desde aquí. – Agoney cogió el vaso de tubo y puso el dedo casi en el borde. – Amaia me reconoció por el reportaje. – Alfred se había acercado hasta su prometida, y Amaia dejó de prestar atención al chico nuevo para morrearse con su pareja. Agoney apartó la vista del rubio para fijarse en ellos. – Hola marinero.
Rio al ver que no se separaban, y Raoul se encogió de hombros.
- Acaban de prometerse. – Amaia, aun sin dejar la boca de Alfred, le mostró el anillo en su dedo.
- Que lindos. – Agoney se levantó, cogiendo su chaqueta. – Bueno, tengo que irme. Adiós pareja. – Ambos levantaron la mano, despidiéndose sin dejar de besarse, incluso Alfred se había sentado sobre Amaia, y ésta le agarraba con fuerza de la nuca.
Se puso frente a Raoul, y le sonrió. Sus ojos brillaron al reencontrarse, y sus manos gritaban por contacto. – Me alegro de verte Raoul.
- Sí. Y yo. – Raoul sonreía emocionado. No quería decirle adiós, tenía que decirle algo, volver a quedar. Pues claro que estaba enamorado joder, y no de una idea, si no del moreno que tenía enfrente.
- Ya nos veremos. – Le dejó marchar con expresión triste, sin atreverse a nada. Se removió el tupé rubio, frustrado, cuando Ricky llegó a su lado, y ambos se sentaron junto a Alfred y Amaia. Resoplando, miró a sus amigos, que ya se habían calmado.
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PAUSADACómo conocí a vuestro padre // RAGONEY
FanficBásicamente si habéis visto la serie, es prácticamente igual. Para los que no, Raoul les cuenta a sus hijos como conoció a su padre. Adapactión de como conocí a vuestra madre, contiene Almaia y Ragoney.