Recuerdo muchas historias de la época anterior a conocer a vuestro padre. Pero hay una historia de la que no me acuerdo. Vuestro tío Alfred aún se refiere a ella como el incidente del pingüino.
La noche empezó como siempre, con todos juntos en el bar.
- Invita la casa. – Ander dejó una bandeja llena de chupitos encima de la mesa, y escuchó las exclamaciones de los chicos.
- Buah Ander, te comía la boca. – Amaia le sonrió, aplaudiendo como una niña. Él rio negando con la cabeza.
- Los he inventado yo, lo llamo dragón rojo. – Alzó las cejas y volvió a la barra después de escuchar más agradecimientos, aunque menos emocionados.
- Que lindo. – Dijo Agoney, a la vez que todos se acercaban a la bandeja con caras extrañas.
- No vamos a probarlos, ¿verdad? – Dijo Raoul con miedo.
- No.
- Para nada.
- Ni loco.
- Es que parece sangre...- Amaia puso cara de asco.
Alfred cogió uno de los vasos, para observarlo de cerca, mientras que Raoul se lo llevaba a la nariz para olerlo.
- Tengo una teoría, ¿vosotros creéis que Ander puedes ser un vampiro? – Alfred arrugó la nariz.
- Venga ya. – Ricky rodó los ojos.
- ¿Pero qué dices? – Agoney sonrió, y Raoul le miró embobado, fijándose en las paletas separas y en como pronunciaba las ces como eses.
- No, en serio, siempre viste de negro y nunca le hemos visto de día. – Alfred se mordió el labio, muy convencido de su teoría. Amaia sonrió divertida, y apoyó la cabeza en su cuello, no iba a ser ella quien le quitara la ilusión a su chico.
- Ay madre, eso describe a un vampiro... - Agoney puso cara de miedo, y Raoul frunció el ceño. – O también... a un camarero. – Volvió a reír, y el rubio, que no había apartado la mirada de él, se unió a las carcajadas de sus amigos. – Bueno, tengo que ir a prepararme.
Agoney se levantó cogiendo su chaqueta, y el rubio se puso serio de repente.
-¿Tienes una cita? – Intentó fingir una sonrisa, pues no tenía derecho a molestarse por aquello, aunque le doliera un poco todavía.
- Yo lo sé. –Amaia alzó la voz. – Ha quedado con un billonario.
- Amaia te dije que no le llamaras así. – Agoney se sonrojó.
- ¿De verdad vas a salir con un billonario? – Raoul le miró serio.
- No es billonario, es multimillonario, no exageren. – Raoul tragó saliva, mientras que Ricky se giraba hacia Agoney para darle un asentimiento de aprobación.
- Bueno... ¿y a donde va a llevarte Bill Gates? – Dijo un poco molesto el rubio.
- A una cena benéfica. – Sonrió ampliamente, sin fijarse en la tensa mandíbula de su amigo. Realmente le gustaba el chico, era bueno y tenía un gran corazón.
- Sí, claro, pero a 2000 euros el plato. – Dijo Amaia, flipando demasiado.
- 1500 Amaia, no exageres más. – Miró mal a la chica, y después se giró hacía Raoul de nuevo. – Y es para el tercer mundo.
Sonrió con orgullo, inconscientemente, esperaba ver las reacciones del rubio, ver si aquello le molestaba, si ya le había superado. Sin duda él lo intentaba pero quería que él también lo hiciera.
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PAUSADACómo conocí a vuestro padre // RAGONEY
أدب الهواةBásicamente si habéis visto la serie, es prácticamente igual. Para los que no, Raoul les cuenta a sus hijos como conoció a su padre. Adapactión de como conocí a vuestra madre, contiene Almaia y Ragoney.